Acto 2

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Habían pasado ya rapidísimo las vacaciones de verano y en menos de un mes ya tenía que volver a clase. Este año empezaría el segundo curso, la verdad es que estaba emocionada, nuevas cosas que aprender sin contar que volvería a ver a muchos de sus amigos, aunque la mayoría los había visto alguna vez en verano. Con Hermione Granger ,Neville Longbottom y Susan Bones se había carteado varias veces, mientras que con los Weasley había ido varias veces a su casa o ellos a la suya para tomar el té, que los niños jugaran y charlar; recuerda una tarde en la que vinieron a casa de los Tonks, eran los gemelos, Ginny y Ron con sus padres, estaban los cinco niños jugando en el jardin de la casa cuando los gemelos decidieron sacar unas chuches que los hacian imitar ruidos de animales, ese dia se lo habian pasado en grande.
Este curso empezaría la última hija de los Weasley, la verdad es que a la hija menor de Ted Tonks le emocionaba eso ya que así la tendría a ella para poder hablar y pasar tiempo con alguien en los descansos. 

Ahora mismo la pequeña se encontraba disfrutando uno de sus últimos días de vacaciones.
Llevaba puesto un vestido azul de tiras que estaba con varios relieves de flores por los lados, su pelo lo llevaba suelto y en sus manos estaba jugando con un pequeño ciempiés que se movía lentamente por sus manos. A su lado estaba Hugo, sus padres le habían dejado venir a pasar un fin de semana a su casa.

- ¿Quieres cogerlo? - ofreció la pequeña sin quitarle la vista al bicho.

- No gracias -

- Las noches pasarán a ser más oscuras, mientras que la luna llorará por sus cantos - decía Aurora en un leve susurro

La verdad es que al pequeño no le gustaba mucho los bichos y insectos. Él solo los soportaba en presencia de ella porque a su amiga le encantaban y era algo de lo que no quería prohibirle hablarle, además le encantaba escucharla hablar y como sabía que podría estar hablando por horas de ese tema no le importaba con tal de oír su voz. Aunque aquellas frases que soltaba por momentos en leves susurros o cánticos lo pillaba bastante desprevenido, nunca entendía lo que quería decir.

Acercó sus manos a una piedra y dejó ahí al pequeño ser vivo con muchas patitas. Su vista volvió a su amigo y se levantó del suelo siendo imitada por el chiquillo.

Smith se levantó. Sus manos sudaban de nerviosismo mientras aquellos ojos que le recordaban a la naturaleza.

La pequeña Tonks cogió de la mano a su amigo, acto que hizo que este se sonrojara un poco y salieron corriendo por el patio adelante hasta el interior de la casa mientras reían.

- Chicos, ya se han acabado de ordenar las galletas- dijo Andromeda dándole la bienvenida al interior.













Callejón Diagon

Era hora de ir a Hogwarts, pero no sin antes comprar los materiales que le pertenecían comprar en ese momento. La familia Tonks iba casi al completo, faltaba la hija más mayor en aquella reunión, pero estaba ocupada en unos asuntos personales. Pero eso no impidió que ambos padres pudieran salir con su hija menor por aquellas calles.

El padre tenía una mano sujeta en su hija, ese día las calles estaban abarrotadas de gente, al parecer estaba ahí Gilderoy Lockhart, un mago que era conocido por muchas de sus hazañas. Sin contar que también estaba la gente que solo iba a comprar sus cosas, como era el caso de esta familia.

Entraron en una tienda que tenía bastantes libros y estaba muy llena. Habían quedado ahí con los Weasley aunque no los daban visto bien, así que Ted propuso que madre y hija se quedaran ahí en la entrada esperando mientras él buscaba a los pelirrojos. Así fue como se quedaron ambas en una esquina una de la mano de otra. Intentaron tener una conversación pero con el ruido que había con la presencia y la entrada de aquel señor no se podía escuchar muy bien las palabras que te dijera tu vecino a caso que hablaras alto o al oído de esa persona.

𝙏𝙝𝙚 𝙝𝙖𝙡𝙛 𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙 𝙙𝙞𝙖𝙢𝙤𝙣𝙙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora