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Andromeda y Ted habían sido invitados por Sirius a pasar las navidades en su casa, al principio tenían sus dudas pero al final optaron por ir. Cuando llegaron Andromeda abrazó fuerte a su primo, lo había extrañado mucho. Habia llegado a un punto de su vids que tenía mentalizado que nunca más lo vería desde que lo encerraron en Azkaban, pero al fin estaban ahí juntos.

- Sirius, has envejecido un poco. - dijo Ted entre risas.

- Creo que deberías comprarte un espejo amigo. - ambos se dieron un apretón cariñoso.

Aurora que se encontraba apartada en una esquina se quedó en silencio. La última vez que había hablado con Sirius pensaron que iba a matar a Harry, siendo al final errónea esa teoría, al parecer quería matar a la rata de Ron que era un animago el cual había sido uno de los causantes de la muerte de los padres del muchacho. Black cuando se fijó en la niña se quedó un rato observándola en silencio, en su memoria seguía siendo un bebé, aunque la había visto aquel día en la casa de los gritos ,no había podido pararse mucho por todos los acontecimientos.

- Has crecido bastante... - dice con suavidad. - Creo que ahora no te podría coger en brazos como antes. - Tonks se sonroja, la vergüenza y la timidez estaban entrando dentro de ella. Andromeda se acercó a su hija para darle apoyar.

- Hombre, han pasado más de diez años querido. - dijo como si fuera algo obvio.

- En Azkaban llega un punto que pierdes la noción del tiempo. - hizo una pausa. - Entrar, no os quedéis más tiempo ahí fuera. - se hizo a un lado.
Todos entraron. Un pequeño elfo malhumorado apareció en la entrada, miró a todos con cara de desagrado mientras que por lo bajo decía algunas cosas.

- ¡Traidores en la casa de los Black! , ¡Sangre sucia! - gritaba.

Sirius le llamó la atención y le ordenó que llevara los equipajes a la habitación que tenía asignada para la familia.

- Dormireis en la habitación que era de mi hermano, tiene una cama bastante grande para los tres. - hizo una pausa. - Dora si llega a venir al final tiene una habitación disponible para ella. - Le señaló a Andromeda para que le informara.

Andromeda le dio las gracias.
Una vez estuvieron acomodados Aurora se puso a cotillear, observó los cuadros, las baratijas que tenía por ahí y se paró en una pequeña sala que tenía un gran árbol. Pudo ver que se trataba de aquel árbol genealógico que su madre le había hablado cuando era pequeña. Se paró enfrente de lo que parece ser el de su familia más cercana, vio el nombre de Regulus Black acompañado de una calavera, debajo de él pudo ver el nombre de Bianca más de Fénix Black, se preguntaba si Sirius sabría de la existencia de ellos, si algún día se molestaría en tener contacto con sus sobrinos. Por otro lado se encontró a su madre, pudo ver que de ella salían dos nombres, el de ella más el de su hermana; sonrió con alegría al ver que no la habían eliminado del todo de los registros de la familia Black; al lado izquierdo se encontró a la que parecía ser su tía Narcissa, nunca había hablado con ella pero escuchó alguna anécdota de su madre sobre su infancia que recordaba con añoranza, pudo notar que sobresalía el nombre de Draco, Aurora puso cara de desagrado, odiaba estar emparentado con ese ser. Al lado derecho de su madre pudo leer el nombre de Bellatrix Lestrange, la hermana mayor de su madre, había escuchado barbaridades de ella. Pero hubo algo que le llamó la atención, ya que su madre nunca le había dicho que había tenido descendientes, apareció una raíz "Perseo Hydrus", ¿su madre sabía de esto?
Un golpe llamó su atención, se giró, era su padrino.

𝙏𝙝𝙚 𝙝𝙖𝙡𝙛 𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙 𝙙𝙞𝙖𝙢𝙤𝙣𝙙 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora