Estaban subidos en un vagón. Ahí se encontraban Aurora, Hugo, Charlotte y James. Los cuatro estaban hablando, el tema que más se sacó fue lo que hicieron esas vacaciones a la vez que la noticia de que el heredero de la casa Black estaba suelto.
- Lo que te he dicho, está suelto y sabe Dios lo que puede hacer. Seguro que viene con sed de sangre y matará a todo el que se ponga en su camino. - decía James como si de un cuento se tratara.
Charlotte negaba ante las afirmaciones de su hermano, siempre tenía aquel toque dramático que era algo que ella no soportaba de su mellizo.
- James, deberías dejar de crearte esas historias tuyas. El ministerio está en marcha y ellos saben que hacer. - hizo una pausa. - Además, Sirius Black no va a andar matando a gente porque si. -
Ambos hermanos empezaron un debate interminable sobre ese tema, aunque eso a la castaña le daba igual. En su cabeza había un montón de dudas, de enredos, la verdad es que no sabía bien que pensar o que dejar de pensar; en su casa cuando se sacaba el tema de Sirius Black había como un silencio extraño, una tensión muy incómoda, esto provocaba que algo en las entrañas de ella se revolviera, ¿Qué ocurría?. Ella tenía imagines borrosas sobre su padrino por no decir que no tenía ningún recuerdo propio, si no recuerdos que su hermana había comentado alguna vez.
Un toque en el hombro hizo que se sobresaltara.
- Oye, ¿te encuentras bien?- le preguntó Hugo.
El castaño había estado observando a su amiga en silencio, le parecía hermosa cuando estaba distraída o estaba sumida en sus pensamientos, pero había algo últimamente en su mirada que lo preocupaba.
- Sí, solo estaba pensando, pero nada malo- dijo con una sonrisa un tanto forzada para disimular un poco.
El tren de repente se paró.
- ¿Qué ocurre?, aún falta viaje- dijo Hugo extrañado
Todos se miraron dudosos, puede que hubiera algún fallo o algo, pero era bastante extraño, nunca antes habían tenido esos problemas. Las luces se apagaron de repente haciendo que todos los presentes empezaran a sentirse un poco más inseguros y a pensar en lo peor.
- No os preocupéis, seguro que en nada todo se soluciona. - dijo la ojiazul intentando restarle importancia a toda esa situación.
El aire empezó a enfriarse y una sensación escalofriante empezó a recorrerle los huesos a todos los que estaban en aquel tren, esa sensación ya empezaba a ser más común que algo personal de cada individuo. Las ventanas parecían congelarse y la temperatura bajar. Todo estaba en sumo silencio cuando de repente unas manchas negras pasaban por el pasillo, los presentes se quedaron atónitos mirándose unos a otros hasta que una de esas manchas se paró. Era una figura horrenda, que con su mera presencia todo parecía desaparecer y te hacía sentir como si la poca energía que tuvieras se fuera esfumando, todos nos se quedaron en silencio y con una angustia que empezaba a renacer más fuerte. Abrió la puerta, unas manos sucias y deshechas dieron a relucir una capa sin alma.
Aquella criatura empezó a acercarse a Hugo, haciendo que este tuviera una postura rígida, una mirada perdida y distorsionada. Aurora empezó a agobiarse.
- ¡Hugo! - dijo preocupada.
Una luz apareció en el tren deslumbrado todo provocando que se taparan los ojos y que esas cosas se fueran. El castaño se desmayó después de ese momento.
- ¡Ayudarme! - dijo Aurora una vez pudo ver mejor.
Se agachó James con ella en el suelo y entre ambos lo cogieron y pusieron estirado en uno de los asientos.
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𝙏𝙝𝙚 𝙝𝙖𝙡𝙛 𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙 𝙙𝙞𝙖𝙢𝙤𝙣𝙙
RandomAurora Tonks nunca fue la niña de oro, pero siempre fue la luz al final del camino. Pero no todo siempre fue fácil, una capa de oscuridad cubrirá el mundo mágico, haciendo que aquel brillo tiemble. " Combat, I'm ready for combat I say I don't want t...