Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!

Capitulo 45

El cambio en el reino fue surcando a cada una de las estaciones, en la que el gobierno del rey demonio avanzaba al cumplir cinco años. Era durante el crecimiento del rey del mundo y su pareja que dio paso a una tranquila era, en la que los seres de luz y oscuridad convivían con la idea que incluso Min Yoongi se emparejo a una criatura de luz como Park Jimin, dando como resultado a la bonita princesa.

La pequeña de larga cabellera oscura y de molestos vestidos; a su opinión. Se encontraba fuera de la habitación de su primer padre y suya, la pequeña estaba molesta. Escuchando los asfixiantes gritos afuera, mientras Jimin estaba ocupado, su padre el rey también estaba dentro y lo único que le quedaba a la menor era de nuevo estar frente los escoltas en la puerta.

En una mirada que pueden identificar misma al rey demonio, la princesa se muestra firme.

− ¡Guardias! Quiero ver a mi padre Jimin, es una orden. ¿Me escucharon?...

Para la princesa Milagro se escuchaba más un favor, que una orden. Estaba segura que había usado el mismo tono de mando que su padre Yoongi, a lo que los escoltas se ven entre sí, al final negándole la entrada a la niña de cinco años, ya que su cabeza dependía de que no abrieran la puerta.

La niña termina pegando media vuelta, no lucha ni si quiera para abrir la puerta. Mejor decide irse hasta llegar en la parte trasera del castillo, donde aguardan todos en el jardín, la princesa se sienta a lado del umbral del ventanal donde dejo el libro que tomo.

Para princesa desobediente ha sido buscado por su tía Hyejin y uniéndose con la reina, aquella la encuentra.  La niña deja un lado su lectura, pensando en como escucho a su padre sufrir dentro de la habitación.

−Destino te ruego, que mi hermanito y mi padre, que se encuentren saludables −Murmura Milagro en voz baja pero siendo escuchada−. Si cumples mis deseos prometo amarlo y lo cuidare como los demás príncipes. Porque mi hermanito será muy joven...

−Aquí estas, mi amada serpiente. ¿Dónde estabas?

La pequeña niña se pone de pie con una sonrisa, se acerca para besar las manos de su querida hermana, inclusive saluda a su tía Hyejin que ambas enternecidas por la escena la llevan al jardín delantero, donde los pequeños niños siguen su entrenamiento con los concejales.

La pequeña queda aburrida en la mesa de té, viendo como los mellizos entrenan y Vernon también, fuera de querer jugar de manera dura con espadas de madera y arcos inofensivos, la niña va junto su abuela a enseñarle el nuevo libro que le regalaron.

−Mi princesa de porcelana. −Besa la reina la frente de su nieta− ¿Por qué estas tan triste?

−No quiero que se lastimen mientras entrenan.

−Siempre los cuidas mucho, Milagro. −Habla Hyejin reconociendo esa pequeña mueca de su hermano− Ellos deben cuidarte a ti, ahora que nacerá tu hermano o hermana.

En los pensamientos de la niña mostraba de nuevo esa sonrisa, que encanta a todos. Cuando dentro de ella estaba la idea que si tenia un hermano pequeño, ya no sería tratada como una niña, que seria llevada en expediciones y caserías como su padre lleva a sus primos.

De repente una tercera persona mayor aparece, la princesa Umji llega para ser la princesa Milagro quien la recibe con el mismo gesto y gentileza, la princesa Umji se pierde al tener que ver esos horrendos ojos claros, aunque siempre la conmueve el parecido con su hermano.

−Tía Umji. ¿Por qué no has ido a visitarnos? Te extrañe mucho.

−Yo igual te extrañe, Milagro... −La mayor se inclina para verla con una honesta sonrisa− ¿Y ese libro? ¿Estas aprendiendo a leer?