Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!

Capitulo 12.

Al llegar la penumbra, fuera del palacio y en los demonios del rey de la oscuridad, cada uno de ellos festejaba la victoria de los hermanos Min. En como la princesa Umji resistió los estragos del clan de dragones, para ser su hermano menor quien haya llegado a socorrerla con un dragón legendario.

El clan de dragones Alfa, habían huido para resguardarse del cielo carmín, mientras que para el rey Min existe la posibilidad que su extensión del reino haya llegado aparar en las montañas donde se resguardaba los seres de luz y oscuridad, en los cielos.

En los aposentos del rey, un demonio se encargaba de revisar el mapa de sus dominios, calcando mentalmente las tierras suyas y pensando donde se resguardarán esas criaturas voladoras. En sus pensamientos, es el llamado de la puerta que lo interrumpe.

−Adelante, Kai...

El ser que espera afuera, abre amplias puertas para ser quien se incline, Yoongi apenas da una mirada a su sirviente, en como las desgracias de su espada, hayan calmado al fin la rabia al hada.

−Su excelencia, la reina Min ha escogido un doncel para usted, espera su permiso para entrar...

El rey deja el mapa de cuero para doblarlo, teniendo que ponerse de pie hasta llegar a ver desde la puerta la espada de su víctima, un ser demoniaco de flacura complexión con la comisura baja y piel pálida, cabellos oscuros. Elegante con su ropa en túnica, el chico se puede ver que tiembla.

Yoongi desvía su mirada, pensando en la insistencia de su madre, tenia que tomar medidas drásticas para que dejara de molestarlo de alguna manera, es por eso que la respuesta que le da a su mero sirviente, deja a Kai barajado.

Por otro lado, del palacio, mientras los sirvientes de oscuridad, disfrutan la velada en supervisión de la reina. Es el jardín de la princesa Hyejin, quien se encarga de peinar los cabellos dorados de la divinidad, recién sacado de la cárcel por ordenes de la princesa, disfrutaba la atención que le daba a Jimin.

El menor estaba agradecido, mas no era de su agrado que fuera tratado como un muñeco, la princesa no ha dejado de vestirlo y peinar su cabello, también con su magia que da choques eléctricos; sanar de su manera las heridas.

−Ya, estas. Te vez encantado. −Suspira orgullosa con su trabajo y viendo el cielo oscuro encima suyo− ¡Oh! Mira nada más, si ya anocheció... Tengo que irme, mi madre y mi hermana debe de estarme esperando.

Ella se pone de pie para impartir camino, lo hace rápidamente Jimin para darle una inclinación y detenerla, al seguirla un poco.

−Princesa Hyejin, le agradezco por sacarme de nuevo del calabozo... Te prometo, que no tenia intención de ofender a su madre.

−Oh, querido... Conozco a mi madre, es un demonio después de todo. Aunque te hubieras comportado excelente con ella, el destino seria el mismo. −Dice sonriente viendo ahora el castillo− Debo de marcharme, mis hermanos han regresado de la guerra, y ansió verlos.

− ¿Por qué usted no participa en las guerras?

Tras musitar aquello Jimin, hace que la sonrisa de la chica baje tenuemente. La que siente pánico por aquello es el hada y los demás sirvientes. Por lo que Hyejin hace una seña para que se adelanten, mientras de su lado pide a Jimin, que pasee el como camino en los jardines hasta llegar el castillo.

−No quería ofenderla...

−No, estas siendo educado por mí, es mejor que lo sepas. −Suspira suavemente para después mostrar su tenue sonrisa− Mis hermanos y yo, desde jóvenes hemos sido educados para ser guerreros, a tu edad solíamos participar en campañas con mi padre.

− ¿De verdad usted? −Pregunta Jimin con inocencia y la princesa se conmueve− No me imagino a usted princesa, ni si quiera con un arma.

−Puedes creerlo, la razón por la que ya no participo es que mi última contienda... Fue complicada, los demonios no enfrentábamos en una guerra interminable, en esa contienda perdí a mi prometido y a mi valeroso hijo...