Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!

Capitulo 71

Es en los perturbadores sueños de una Salvaje divinidad que recordaba a su antigua familia, desde su padre que cantaba desconsolado desde su balcón. Sosteniendo el ausente vientre con la perdida de un descendiente antes de nacer, no importaba cuantos tratos tuviera, o los mejores médicos, el rey Park se encontraba mal, empeorando aun en la ausencia de la reina, en esta terrible perdida.

−Papá...

A pesar del llamado de un joven Jimin que buscaba tranquilizar a su padre, aquel lo escuchaba murmurar su canto. Llamado a su vínculo, aquel que desde su regreso ha estado rezando por su bienestar a pesar de la perdida, en Jimin en sus lagunas de ironía de su padre, alcanzo a escucharlo sin entender.

−Rey Milagro Min... −Musito su padre− Perdóname, nuestro hijo...

El despertar de la Salvaje Divinidad, lo hizo reincorporarse de un brinco de su cama, despertando el gran león que se encontraba durmiendo debajo de la cama se asoma para sentir el ataque de ansiedad del menor. Aquel que se encontraba abrumado limpia el sudor de su frente, cubriendo sus oídos y frente esperando que simplemente haya sido una fantasía, un extraño recuerdo en sus sueños.

El temía caer en la desesperación misma de su padre, haber perdido a su hija quien regreso a Tenebris no ayudaba mucho al igual que las ausencias de su vínculo, Yoongi se encontraba peleando nuevamente una guerra con seres de luz, mientras que a él le tocaba esperar.

−Por favor destino, apiádate de mi vinculo y mis hijos. Solo te ruego eso...

Aquel sollozaba poniéndose de rodillas rezando como todas las mañanas, siendo los cañones y su vista a la ventana donde un pronunciado dragón aterriza. Para un Jimin que a recibido un terrible duelo ni si quiera encamina a la entrada, es el rey Min Yoongi que con toda la alegría del mundo se dirige a la habitación de su vínculo, abriendo las puertas y temiendo verlo tan demacrado.

Se había ausentado un mes entero, lleno de disputas con seres de luz que no valoraron de nuevo la tregua, eran nuevamente aires de guerra, uno que Min Yoongi deseaba ser victoriosamente y devolver la cadena de oscuridad, tal como hubiera querido su padre.

Ahora se encontraba levantando a Jimin del suelo, reubicándolo en la cama para ver sus lágrimas, en consuelo al saber que la relación con su hija no encontraba fin, a pesar de las visitas dadas por Jimin, su hija nunca aparecía.

−Jimin, debes de tranquilizarte... Estoy aquí amor mío.

−Milagro, Hoshi...

Ambos hermanos se encontraban junto, con un Hoshi que brindaba pelea junto su padre en las campañas de guerra, siempre actuando de lado de su hermana. En los peores de los casos, ahora no intervenía en la pelea que habían tenido, mucho menos regresado para ver a su padre.

−Ellos se encuentran bien, lo que me preocupas eres tú. −Besa el demonio con fervor a su ser de luz− Tranquilo, estoy aquí contigo...

− ¿Por qué hiciste que mi hija hiciera algo tan cruel?

−Jimin, no existía otra opción.

−Mis promesas contigo, parecen ser igual de insignificantes.

−Nunca, Park Jimin.

En las peores de las vistas Yoongi veía a su vínculo, entrar de nuevo en desesperación, había recibido las cartas de su madre y su hermana, que mostraban la terrible faceta de su pareja, lo peor de todo es que mayormente era parte de aquella agonía. Es por eso que toma a Jimin entre sus brazos, llamando a los guardias para llevar a su Salvaje Divinidad, donde había aclamado tanto su ausencia.

Era dentro del carruaje donde Jimin al fin dormía en brazos del rey demonio, en un camino largo en el que Yoongi atento al chico, vea sus labios rosados palidecer, sus ojos con grandes bolsas, sus cabellos rubios perder el brillante color, todo parecía terrible para él y eso le dolía dentro de su corazón.