Capitulo 42

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En una salida después de la princesa y el príncipe Vernon, las cosas eran mas tranquilas en el castillo, mientras el reino intentaba ser como lo que era antes. El rey demonio trabajaba por cada provincia de su reino, sabiendo que pronto seria cuidado por sus herederos al cumplir la mayoría de edad.

Era su regreso en la expedición que el rey demonio regresa al palacio mármol, sabiendo que habría criaturas de luz y oscuridad atendiendo como merece la divinidad. Era en aquella noche donde los sirvientes dejan los innumerables regalos del que se encuentra en cinta, los cofres quedan abiertos, siendo la misma criatura apurada que sube a la habitación de su vínculo.

−Yoongi...

Encantado el demonio sonríe, al abrirse la puerta y darle el paso, Jimin luce su gran estómago, aquel no corre, pero camina con prisa hasta alcanzar a abrazar a Yoongi. El demonio lo abraza percibiendo aquel olor dulce que emana de la dignidad entre las flores las rosas.

− ¿De nuevo estabas en el jardín? −Dice Yoongi tratando de sonar como un regaño− Chen dijo que deberías quedar en completo reposo. ¿Recuerdas, ruiseñor?

−El día de hoy tenia que recoger las peticiones de las demás provincias, había clanes que necesitaban de mi ayuda. −Jimin encantado muestra su viento pintado con colores fríos− Mira, el ermitaño Erick pinto para que tuviera un parto seguro.

− ¿Así que saliste fuera de palacio? −Alza la ceja notando como Jimin se esconde debajo de su cuello− Jimin. ¿Qué voy hacer contigo? Tienes un bebé que pronto va a nacer y sigues imparable.

−No es mi culpa.

− ¿Ahora vas a culpas al bebé? −Jimin niega− Los bebés que están dentro de padres inquietos, se vuelven niños terribles. ¿Lo sabes?

−Pero mi bebé, no va ser inquieto, va ser igual que su padre...

Jimin calla al desviar su vista con emoción, veía los cofres abiertos. Jimin ríe retrocediendo del abrazo, quedando viendo de nuevo la pequeña ropa de bebe, algunos juguetes tallados a mano, hermosas telas que podían usar su amado hijo al crecer. Fuera de eso veía también los pasadores de piedras preciosas y las tiaras.

− ¿Te gusta?

−Es hermoso, la tela es muy suave.

Jimin toma asiento en la cama, siendo el mismo rey que muestre el resto de regalos. Dejando a Jimin sobre su regazo mientras ve cada prenda pequeña, con la que muere de ternura. Entre la pequeña ropa de varón, la rubia arruga su nariz al ver los colores rosados.

Yoongi no lo nota al tener que ver a Jimin, pensando en la posibilidad de tener un hijo con sus gestos. Tan vulnerable como el rubio de delgadas manos, que herede su mismo canto y sus hermosos ojos. Aun el rey pensaba en otro tema, en como Jimin ha sido expuesto en el peligro, pensaba en su bebé y en él, su visita a la mezquita sagrado pidió ambos.

Jimin parecía que hablaba solo, escogiendo cual seria la primera ropa de su bebé, veía al rey preocupado y que no respondía. La mano del demonio estaba en su vientre colorado, acariciando suavemente.

−Yoongi, estamos bien. Chen me examino y piensa que en un mes nacerá nuestro pequeño. −Tranquiliza Jimin con un beso en sus labios− Estaremos bien, mientras estés tu con nosotros.

− Lo sé, es lo que los embarazos en mi familia no me dejaron nada bueno. Mi madre habla de sus embarazos fallidos, en los riesgos que tuvo al tenerme... Si la decisión fuera de ti o el bebé.

−Seria nuestro bebé. −Contesta Jimin sin dudarlo, aunque muestra una sonrisa− Sí, la reía me a hablado sobre esto, pero también queda por parte de mi familia... Estamos hechos para tener herederos.

Salvaje Divinidad. [🎶] Yoomin. ¡TERMINADA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora