Capítulo 17: Fiesta y copas de más, primera parte

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Guardo cada una de mis prendas nuevas en el armario y al terminar lo contemplo, notando la gran diferencia que hay ahora; antes mi ropa se basaba en prendas negras y grises y ahora veo como más de la mitad del armario es ocupado por una variada paleta de colores e incluso puedo ver alguna que otra prenda con estampados.

Dentro de una de las bolsas me encuentro con un pequeño sobre, el cual contiene el regalo que compre para Ryder. Pienso unos cuantos segundos si dárselo personalmente o dejarlo sobre la mesa de la cocina junto con una nota de mi parte.

Mi conciencia me regaña por ser tan cobarde y obedeciéndole salgo de mi habitación y giro en dirección a las escaleras. Me sorprendo al encontrarme con la puerta de la habitación de Ryder abierta de par en par, él se encuentra sentado en el borde de la cama contemplando algo en su mano derecha.

Inhalo una bocanada de aire tratando de juntar valor y lentamente me encamino en su dirección. A medida que la distancia disminuye distingo que la trampilla está completamente abierta y el pequeño cofre se encuentra en el suelo junto a sus pies.

Me detengo en la entrada de la habitación y es cuando me doy cuenta de que lo que está observando es la llave que una vez encontré dentro de ese mismo cofre.

Está completamente inmerso en sus pensamientos mientras acaricia la superficie de la llave con el pulgar, dirijo mi atención a su rostro y es cuando siento como el corazón se me encoge al ver la melancolía reflejada en sus ojos.

Decido que es mejor volver en otro momento, después de todo es solo un regalo, puedo dárselo en otro momento. Estoy a punto de volver sobre mis pasos cunado Ryder gira su cabeza en mi dirección.

—Hola.—dice suavemente.

—Hola, yo uhm... venía a darte tu regalo.—digo alzando el pequeño sobre—Pero puedo volver luego, si quieres.

—Descuida.—responde ocultando discretamente la llave de mi vista.

Vacilante, entro a la habitación y camino con cuidado de no pisar nada de lo que se encuentra en el suelo. Me paro frente a él y los nervios se apoderan de mi cuerpo en el momento en que veo su mirada fija en mí.

—Bueno, uhm...—comienzo torpe—Feliz... feliz cumpleaños...—finalizo tendiéndole el regalo frente al rostro pero estoy tan nerviosa que se me escapa entre los dedos y cae al suelo.

Inmediatamente me inclino a levantarlo pero Ryder también lo hace, provocando que cuando intento ponerme de pie le dé un fuerte cabezazo. Por dios, debe pensar que soy una torpe.

—Oh por Dios, lo siento.—digo mientras siento como la sangre sube a mi rostro por la vergüenza—¿Estás bien?

Ryder toca su frente con una mano y luego me mira unos segundos, finalmente suelta una carcajada inundando todo el lugar.

—Julie...—le gruño por haberme llamado por mi verdadero nombre y él rueda los ojos en respuesta—Necesitas calmarte.

Se mueve un poco sobre la cama haciendo espacio para que pueda sentarme. Una vez sentada junto a él contemplo detalladamente cada uno de sus movimientos.

Es entonces cuando comienzo a dudar si elegí el regalo adecuado para él, es el primer obsequio que le entrego que es completa y únicamente de mi parte, es decir, anteriormente George le hacía los regalos de parte de ambos. Sinceramente creo que darle un obsequio a alguien mas es una tarea realmente difícil y personal ya que es necesario conocer a la otra persona para entregarle el obsequio correcto, y por esa misma razón es que estoy comenzando a dudar sobre mi elección.

¿Qué tal si a Ryder no le gusta mi regalo? ¿y si se burla de él? Tal vez no fue tan buena idea darle un obsequio que es completamente por mi cuenta.

Pagaran por lo que hicieronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora