Capítulo 29: El día después; Segunda parte

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Ryder

Despierto y contemplo la hermosa figura que yace junto a mí, se ve tan tranquila durmiendo, tan hermosa. Es como ver al más hermoso de los ángeles descansando en mi cama.

Me levanto y me dirijo al baño con una extraña sensación en mi pecho, al salir la observo dormir desde lejos y hay veces en las que puedo notar como una pequeña sonrisa se forma en sus labios.

Me siento inexplicablemente feliz, puedo sentir como mi corazón se acelera con el simple hecho de saber que ella está en mi cama y que la noche anterior fue mía y solo mía...

La pantalla de mi teléfono celular se enciende sobre mi mesa de noche y sin emitir el menor sonido me acerco a ella y tomo el aparato. Vuelvo sobre mis pasos mientras abro el mensaje.

De: Privado.

Estás haciéndome las cosas tan sencillas, Daniels...

<< Maldición. >>

Para: Privado.

¿Qué mierda quieres?

De: Privado.

Cielos, si no te conociera diría que te estás enamorando de ella... ¿O ya lo estás? Sería una pena que le pasara algo... tu serías el único culpable y lo sabes.

Luego de recibir ese mensaje lanzo mi celular hacia el otro extremo de la habitación y cuando está en pleno vuelo recuerdo que Julie se encuentra durmiendo pero afortunadamente el aparato aterriza sobre mis pantalones sin generar ningún sonido.

Giro mi cabeza hacia el gran ventanal de mi habitación y contemplo como los primeros rayos de sol luchan por asomarse y así dar comienzo al día.

Aunque odie admitirlo, el maldito bastardo tiene razón. Todas las personas que me rodean terminan muertas, mis padres... Zac. No podría soportar que algo le pasara a Julie, ella no merece sufrir todas las mierdas que yo debo soportar a diario. La diferencia es que yo merezco toda la mierda que ocurre en mi vida, se podría decir que es karma o justicia Divina o lo que mierda sea.

No puedo obligarla a pasar por todo eso. Ni siquiera puedo creer que esté pensando que ella fuese capaz de soportar todo eso, de soportarme a mi; simplemente soy el bastardo que se acuesta con cuanta mujer se le cruce, no soy bueno para ella, todo va a arruinarse, siempre lo arruino.

Pero esta situación es diferente a las anteriores porque fui el maldito bastardo que le robó su inocencia al ser más dulce que nunca había conocido antes. No la merezco, sé que la haré sufrir... Por mucho que duela debo terminar con esto, me odiará pero es lo mejor para ella, no puedo permitir que se ponga en peligro por estar conmigo.

Escucho a Julie removerse en mi cama e inmediatamente, como si fuese mi sexto sentido, siento sus ojos clavados en mí.

<< Debo hacer esto. >>

Me tomo unos segundos antes de acabar con una de las cosas más hermosas que he tenido en mucho tiempo.

Por un momento considero la posibilidad de meterme en la cama con ella, abrazarla y no soltarla jamás cuando al voltear contemplo su cabello desordenado, el brillo de sus ojos y mejillas ligeramente sonrosadas.

<< Mierda, esto será más difícil de lo que creí. >>

—¿Cómo te sientes?—digo acercándome a ella.

—Algo adolorida, pero estoy bien.—me enseña una inocente sonrisa mientras toma mi mano y trago en seco para poder hablar.

—Escucha Julie... lo de anoche fue un error. Nunca debió pasar.—parpadea un par de veces.

Pagaran por lo que hicieronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora