Pagaran por lo que hicieron

Capítulo 13: ¿Cómplice?

Cierro los puños con fuerza a mis costados. Estoy harta de que me oculten las cosas ¿Qué puede ser tan importante que no puedo saberlo? "Es su vida, no tienes porque saberlo todo" oigo como mi conciencia me reta. Lo sé, sé que es cierto pero el hecho de que ni siquiera pueda mencionar el nombre del tal Josh hace que la curiosidad y la frustración se apoderen de mí.

Él me mintió anoche y no solo a mi, también le mintió a George, dijo que ya todo había acabado "No, no lo dijo" está bien, no lo dijo pero fue muy clara su insinuación ¿Por qué haría algo como eso?

No lo soporto más, si nadie va a darme respuestas, yo misma las buscaré.

Camino a paso firme hasta la habitación de Ryder y me paro frente a la puerta.

—Cerrada, como siempre.—murmuro para mi misma cuando intento girar el picaporte.

Giro mi cabeza hacia las escaleras y luego de comprobar que nadie se acerca, me agacho frente a la puerta y tomo uno de los broches que llevo en el cabello. "Es la idea más tonta que has tenido" me dice mi conciencia y tiene razón, realmente no puedo creer que estoy intentando abrir una puerta con un broche para el cabello como hacen en las películas.

Separo ambos lados del broche e introduzco una de las partes en la cerradura, lo muevo un poco y noto que algo no permite el libre paso del accesorio. No sé muy bien lo que estoy haciendo pero no pienso darme por vencida. Muevo un poco más la pequeña pieza de metal que tengo en manos y luego de un par de intentos oigo un suave click. Observo desconfiada la puerta. ¿Realmente acabo de abrir una puerta con un broche para cabello? Hay dos opciones, la primera es que efectivamente acabo de abrirla y la segunda, puede ser posible que haya roto el seguro y habrá que cambiar la puerta. Espero que no sea la segunda opción.

Me pongo de pie nuevamente y tomo el picaporte de la puerta, la cual increíblemente se abre. Suelto un suspiro de alivio. Doy un par de pasos y me detengo en la entrada.

"Si llegan a descubrirte estarás en grandes problemas…"

Sacudo mi cabeza tratando de no darle importancia a mis pensamientos y entro a la habitación. Está exactamente igual a como estaba antes a diferencia que esta vez las cortinas están cerradas y es algo difícil ver con detalle lo que hay a mi alrededor. Me acerco a estas y las abro un poco, es mejor no modificar demasiado el lugar de las cosas, después de todo, no sé que tan detallista es Ryder con respecto al orden.

Un fino haz de luz se cuela entre las cortinas llegando hasta la cama, permitiéndome así tener una mejor visión del lugar. Miro a mi alrededor y lo primero que se me ocurre hacer es abrir el armario. Está repleto de camisetas, pantalones oscuros y demás, cambio mi atención hacia la sección en donde están colgadas sus chaquetas y me detengo al encontrar entre ellas un ¿smoking?  No puedo evitarlo y comienzo a imaginar a Ryder usando este smoking, la forma en que el saco seguramente marca los músculos de sus brazos, como los pantalones caen a la perfección por sus largas piernas…

"Concéntrate o comenzarás a babear."

Me pregunto para qué ocasión habrá comprado Ryder este smoking. ¿Lo habrá usado ya?

"Bien suficiente de esto" me digo a mi misma y vuelvo a la realidad.

Rebusco en cada rincón del armario pero no encuentro nada más que unos cuantos paquetes de condones.

"Que sorpresa."

Mi siguiente objetivo es el baño de la habitación, en el cual, tampoco hay nada.

Sé que hay algo en esta habitación, estoy segura de que podré encontrar algo, lo que sea, que me de una pista sobre que es lo que oculta.

Me paro en la entrada del baño pensando en donde seguir buscando. Comienzo a dirigirme hacia la cama cuando siento un crujido debajo de mis pies, me detengo de inmediato y contemplo el tapete sobre el que estoy parada. Me muevo lentamente sin salir de mi posición y noto como el suelo se hunde y vuelve a crujir. Me arrodillo a un lado del tapete y lo aparto, dejando a la vista una trampilla en el suelo de la habitación.