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Un par de horas después de que la noticia de la fiesta de Nora y de su hermano Nico explote a través de las redes, Lorena me llama de nuevo, esta vez para avisarme de que esta en la puerta de mi casa.

– Necesito que bajes a ayudarme con las pizzas. ¡Están quemando! – Dice nada más descolgar.

– Hola a ti también. – Le digo divertida.

–¡¡Baja!! Estoy que me muero del hambre. –

Colgamos y dejo el libro a un lado. Al pasar por la puerta de la habitación de mi hermano me asomo para avisarlos de que Lorena ya ha llegado con las pizzas y antes de irme veo por el rabillo del ojo como mi hermano da un codazo a su amigo y ambos se levantan con pereza después de ponerle el pause al juego.

Cuando estamos todos bajo Lorena nos saluda con dos besos a los tres, pero solo a mí me dedica un abrazo. Me espachurra con fuerza, como si hiciese años que no nos habíamos visto, aunque realmente nos vimos ayer.

Abre la puerta del copiloto y le da las pizzas a Adrián. Y mi hermano y yo la seguimos hasta el maletero para coger todo lo que se ha traído.

– ¿Qué llevas aquí? ¿Muertos? – Dice mi hermano haciendo un esfuerzo real en levantar dos bolsas de tela azul tipo sport.

– Todavía no – Dice guiñándole un ojo con picardía.

Por último, me da dos cajas de zapatos y ella lleva las dos últimas bolsas.

– Ehh, Lorena, vienes a una fiesta o a atracar un banco? – Le digo yo seriamente.

– No seas exagerada. - Me dice riéndose.

Cuando entramos ponemos la mesa y nos sentamos rápidamente entorno de las pizzas aún humeantes y comenzamos a comer mientras charlamos de la fiesta de esta noche.

– Me han dicho que va a ir todo el mundo casi literalmente, no han limitado la asistencia, es una de esas fiestas en las que solo con saber cuándo y dónde ir ya puedes entrar. No hace falta invitación. – Dice mi hermano. – Van a ir hafta de otrof curfof. – Añade con un trozo de pizza en la boca.

– Si! Yo he oído que van a ir todos los clubs deportivos y los del musical. Va a ser un fiestón. – Concluye Lorena ilusionada ante la idea.

– Que guay... Y oye... ¿Los del equipo de natación irán? – Digo mientras intento fingir que la conversación me resulta aburrida.

– ¿Los del equipo de natación? – Dice mi hermano arrugando ligeramente las cejas.

– Ah claro, tu tendrás información de primera mano, te habrá invitado Nora personalmente, ¿no? – Le pincha Lorena.

– Que graciosa. – Le dice a Lorena, luego me mira y añade – Creo que sí. –

– Todos?? – lo he dicho demasiado rápido y al darme cuenta, carraspeo y añado – Todo el equipo quiero decir. –

– Si, pero ¿por quién lo dices? – Me pregunta sonriéndome con malicia.

– No por nadie. – Rezo mentalmente para no sonrojarme mientras miro la porción de pizza de mi plato como si fuera la primera vez que veo una.

– Si lo dices por Ethan, creo que es gay. – Dice Lorena dando en el clavo.

– ¿Qué? ¿En serio? – Me ha pillado por sorpresa y no sé cómo debería de reaccionar ante la nueva información.

– Es broma, la verdad es que no tengo ni idea. Pero aquí lo importante es que estás interesada en Ethan. –

– Ni hablar. – Y por intentar cambiar de tema señalo la pizza frente a ella. – Me pasas un trozo de la de pepperoni? –

– Oye! No me cambies de tema. – Se queja mi mejor amiga.

Me muerdo la comisura del labio por dentro mientras busco como salir de esta.

– Cris... ¿Te gustaría decirnos algo? – Me pregunta Lucas con las cejas levantadas.

Le dedico un resoplido y antes de poder responder interviene Lorena.

– Dios mío. ¡Te gusta Ethan! – Exclama ella.

– Ay Lorena. No, no me gusta. – Miro a los tres a los ojos para intentar descubrir alguna pista de si estoy sonando convincente o no.

– Entonces, ¿por quién lo preguntas? ¿Quién te gusta? – Dice insistente.

Lorena y Lucas me miran con los ojos muy abiertos esperando una respuesta que les satisfaga y Adrián me mira como lo hace siempre, apretando la mandíbula como si tuviese que morderse la lengua o apretar los dientes con fuerza para no decirme a cada instante lo mucho que me odia.

– Ni Ethan ni nadie. Solo he preguntado por qué me parece agradable. – Digo con firmeza.

Y lejos de darse por vencidos mi hermano y mi amiga vuelven a la carga poniendo en duda mis palabras.

– Además – Les interrumpo y mirando a Lorena continúo. – Solo lo decía para saber que puedo hablar con alguien amable si tú estás muy ocupada con Nico o con Fer. – Y le saco la lengua a modo de burla.

– ¿Nico? – Pregunta Adrián.

– ¿Fer? – Dice mi hermano.

Los dos miran a Lorena con cara extrañada y yo comienzo a disfrutar de la situación, pero intento disimular mi alivio.

– No me escondo, Nico tiene cuerpazo y es muy divertido. – Se defiende mi amiga.

– Nico es un tonto. – Sentencia Adrián eligiendo otra porción de pizza. – Igual que todos los de natación. – Añade.

Su mirada de resentimiento se cruza con la sorpresa que contiene mi mirada.

– Si, me recuerda a Jason, se creen que por ser más veteranos tienen derecho a todo. – Le secunda mi hermano.

– Solo tienes envidia porque Jason es el capitán de básquet y Nico el de natación. – Señalo.

– Bueno, pero no nos cambiéis de tema... ¿Qué pasa con Fer? – Insiste mi hermano.

– Ay, no sé, es muy dulce y las gafas le hacen muy sexi. –

– Tú lo que eres es una muy mala influencia para mi hermana – Dice riéndose y señalándola con el dedo índice como si la regañase.

– No tienes de que preocuparte, a tu hermana le gustan los morenos, ya se mal influencia ella solita. – Dice lanzándole un beso al aire a mi hermano.

– ¿Oye, te recuerdo que saliste hace dos veranos con un francés moreno? – Me defiendo.

– Shhhh calla – Me dice en voz baja, pero de manera que todos lo escuchamos y nos reímos juntos. – Poco se habla de que Nora y Lucas se ven muy juntitos últimamente – Le dice Lorena al aire.

Pongo los ojos en blanco. No la aguanto.

Mi hermano le quita importancia al asunto, pero la afilada lengua de mi amiga ataca cada vez que mi hermano dice cualquier cosa. Yo prefiero no intervenir en este asunto.

Cuando por fin se cansan, cambiamos de tema y terminamos de comer.

No he podido evitar darme cuenta de que Adrián ha estado especialmente callado. Sin darle demasiada importancia, después de recoger Lorena y yo nos metemos en mi habitación y comenzamos a sacar ropa mientras charlamos de todo un poco.

Mil Razones Para Olvidar ( Mil Razones 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora