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El desfile empezará en breves y nos llevan a todas de nuevo a la entrada de la mansión. Miro con sorpresa el exterior de la mansión, han colocado luces por todo el camino y el personal está ya situado en sus puestos.

Nos dirigen a una carpa situada en la zona trasera de la mansión donde los modelos esperaremos para iniciar el desfile. La entrada la hacemos desde fuera subidos a unos coches cedidos de alta gama de una marca que también salió hace poco pero ya han adquirido gran renombre.

– Hay que recordar las prácticas de bajada de cada coche. Como siempre digo, 'sois parte del coche'. – Dice Mónica

Por suerte yo voy en un descapotable azul de dos plazas y por suerte no tendré tanta dificultad para bajar como alguno de mis compañeros.

Recreamos la ruta a pie siguiendo a grandes pasos a Mónica que para lo bajita que es siempre me sorprende lo rápido que avanza. Pasamos por el camino de piedra y en vez de girar por la fuente tomamos un camino a la derecha donde hay otro camino que rodea la mansión entera.

– Llegareis aquí con los coches, y la gente os estará viendo desde el techado principal. No esperéis aplausos la mayoría tendrán las manos ocupadas con las bebidas. El coche se detendrá en el centro y pasáis con vuestra pareja como si no hubiese nadie más. –

Frustrada recuerdo que todavía no me han informado de cuál es mi pareja, ni de que vestido llevaré, solo del coche en el que iré subida. Me apunto mentalmente mis dudas para averiguarlas más tarde.

Una vez dentro iréis directos a los vestuarios para prepararos mientras terminan de pasar los cinco coches y la gente va sentándose en sus asientos. ¿Alguna pregunta? –

Llamo a mi madre por última vez y dejo el móvil en manos de Sam, el chico que me acompañará durante todo el desfile ayudándome con los desplazamientos y con las piezas de ropa.

Es un chico de piernas largas, de piel muy blanca y de ojos claros que se ven a través de unas pequeñas y finas gafas de vista de montura plateada. Va vestido con unos pantalones de vestir negros, unas botas de hombre y una camisa de color negro. Al cuello lleva su acreditación y cogido al brazo un portafolios.

La primera vez que nos vimos me confesó que era gran fan de mi padre y me hizo muchas preguntas sobre sus películas. Cuando se lo conté a mi padre accedió a saludarlo después del desfile.

Sam me guarda el móvil y me acompaña hasta los vestuarios donde me espera mi primer vestido. 

Mil Razones Para Olvidar ( Mil Razones 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora