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Quedan 6 horas para el desfile, lo sé porque en todas las pantallas de Lux se ve un marcador con una cuenta atrás.

Esta última semana ha sido emocionalmente difícil, pero el apoyo de mis amigas a las que les he contado todo, y el de Lucas y mi madre, a los que les he contado solo la mitad de la historia me ha impulsado a seguir adelante sin derrumbarme.

El tener que pasar tantas horas practicando me ha ayudado a mantener mi cabeza ocupada y a pesar de todo lo vivido estoy disfrutando con los preparativos para el desfile.

Estoy en la última reunión repasando con Selena mi función en el desfile.

También están otras 10 modelos profesionales, incluso me he hecho amiga de algunas y también hay modelos masculinos de nuestra edad, hay muy buen rollo entre todos.

Escuchamos atentamente las palabras de Selene y yo apunto en mi libreta los pasos que debo de recordar.

Después de la reunión Max me lleva a casa. Al entrar veo junto a la puerta un montón de tarjetas y cajas. Son regalos y felicitaciones de algunos amigos míos y sobre todo amigos y conocidos de mis padres que se han enterado de que su hija va a debutar como modelo.

Pongo los ojos en blanco al verlos y observo a mi madre reírse.

– ¿Bebida de jengibre? –

– Paso, llevo tres días que el sudor del gimnasio me huele a jengibre –

– Y eso es algo malo? –

– Sí mamá, es malo. – Y me acerco para darle un abrazo. – Voy a ducharme.

Cuando llego a mi habitación veo que sobre mi cama hay una caja grande y plana muy bien envuelta con un pomposo lazo hecho con una cinta de un gris brillante a juego con los colores de la caja.

Lo desato con cuidado y descubro un sobre con una nota. La leo.

'Con mucho amor de tus padres y tu hermano'

Abro con curiosidad la caja y descubro un precioso vestido de color granate con bordados florales que le dan un aspecto visual aterciopelado a la falda. Tiene escote de palabra de Honor y corte de princesa con bastante volumen.

La voz de mi madre me saca del momento mágico.

– Está hecho a medida. Un favor que le he pedido a Roberto Rosco –

Me giro para verla apoyada en el marco de la puerta. – Este vestido es de Roberto Rosco? –

Rosco es un diseñador que conocí de pequeña cuando mi madre trabajó con él durante una temporada. Era mi ídolo.

Mi madre asiente con la cabeza.

– Pero... ¿Con que podrías llevar ese vestido? – Se lleva una mano a la barbilla en un gesto pensativo dramatizado.

Entonces me ofrece tres cajas más.

La primera de ellas parece un estuche de joyas, pero más grande de lo habitual. Lo abro con mucho cuidado y veo que contiene una gargantilla sencilla con piedras granates. A juego un anillo sencillo con una pequeña piedra tallada de forma gota igual que los dos colocados junto al collar.

– Son jaspes rojos. –

– Mamá esto es demasiado –

– No se debuta todos los días. –

Lo dejo con cuidado sobre la cama y abro el siguiente. Estoy tan emocionada que me empiezan a escocer los ojos.

Es una caja de zapatos, la destapo y veo unos tacones preciosos con plataforma de aproximadamente 10 centímetros de tacto aterciopelado y granates.

Miro a mi madre que está tan emocionada como yo.

– No pensarías que te íbamos a dejar ir con las converse... ¿no? –

Con unas carcajadas abro la última caja, despliego una tela suave para poder sacar un bolso de mano tan ligero como si levantaras aire. Tiene forma rectangular y en lugar de terciopelo es de piel granate.

Me fundo en un abrazo con mi madre y después de estar un rato abrazadas me despego de ella para ir a la ducha. 

Mil Razones Para Olvidar ( Mil Razones 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora