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Cuando entro en los vestuarios veo una nota pegada en mi puerta. Antes de abrir, la cojo con cuidado con curiosidad y la leo.

'Querida Cristina, hay que empezarlo todo siempre desde el principio.'

Un poco confusa le enseño la nota a Sam que se encoje de hombros y se guarda la nota en el porfolio.

Abro la puerta y veo colgado en un pequeño burro el vestido que le mandaron a mi madre. El mismo que me probé para ir a la fiesta de Nico y Nora.

Sonrío y le doy las gracias mentalmente a Selene. Junto el escritorio hay un par de bocetos dándole instrucciones a Sam de como debo ir preparada para la primera salida. Sam revisa el reloj y me informa de que me debo de ir cambiando.

Me desvisto detrás de un biombo de tela negra y me pongo el vestido negro. Salgo para que Sam me ayude con la cremallera y me ofrece unos guantes negros. Me siento y mientras me pone unos tacones negros estilo d' órsay me pongo los guantes que me llegan hasta casi final del brazo.

Ya vestida Sam me pone una gabardina marrón que me cubre entera y me arrastra hasta la carpa para que me repasen el maquillaje y el peinado.

– Tu pareja ya está ahí, me han dicho que te lleve ya para que os pongáis de acuerdo en cómo vais a bajar del coche. –

Lo miro sorprendida sin dejar de caminar junto a él.

– Pero te han dicho quién es? –

Me hace un gesto con la mano para que espere un momento y encendiendo de nuevo el auricular inalámbrico pregunta por el nombre de mi pareja.

Sam lo teclea desde su móvil en el buscador de internet y me enseña la pantalla donde aparecen varias entradas a entrevistas videos y publicaciones.

– Se llama Matteo Vanni, tiene 19 años recién cumplidos y es un modelo italiano super famoso. –

Asiento con la cabeza, realmente no me siento intimidada, llevo meses rodeada de gente 'super famosa' y he aprendido a no darle demasiada importancia. Simplemente intento no molestarlos demasiado.

Entramos en la carpa y me siento en una silla de tela que tiene mi nombre mientras Sam avisa a una chica del equipo de maquillaje.

Cierro los ojos para colaborar con la maquilladora mientras escucho todos los ruidos, en la carpa se escuchan personas hablado bajo, lo que más se escucha son los sonidos de planchas de pelo, secadores y planchas de vapor para evitar las arrugas en la ropa. Se percibe también la música clásica desde el exterior de la carpa y los coches que van llegando con los invitados más puntuales.

– Hola, tu debes de ser Cristina Campos –

Abro los ojos y veo a un chico moreno lleno de pecas, una sonrisa perfecta y un bonito acento italiano. Lleva unas botas blancas con plataforma, unos pantalones de tela blanca y una chaqueta de traje pero que llega hasta tus tobillos. La chaqueta está unida por una tela del mismo color atada sobre su vientre en un elegante nudo dejando ver parte de su pecho desnudo.

Al ver que no respondo continúa hablando.

– No nos han presentado, yo soy Matteo Vani, gusto en conocerte. –

Me pongo de pie y le saludo con dos besos.

– Igualmente, me alegro de poder trabajar contigo. – Digo respondiéndole con una de mis mejores sonrisas.

Si todos los italianos son así de guapos me quiero ir de Erasmus.

Se sienta junto a mí y deja que también le retoquen el maquillaje. Nos quedamos en silencio un instante hasta que Sam interviene y nos recomienda que hablemos sobre la bajada del coche. 

Mil Razones Para Olvidar ( Mil Razones 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora