Llega nuestro turno y salimos al pasillo cogidos del brazo, después de las primeras fotos nos soltamos y dejos que Matteo camine solo para posar ante las cámaras. Luego es mi turno.
Ahora estamos más cerca que desde la pasarela y las luces de los flashes me molesta demasiado. Rezo por no salir con los ojos cerrados en todas las fotos.
Nerviosa, poso como puedo dando pequeños pasos a medida que van avanzando los modelos de delante de mi. Estamos a punto de salir y Matteo se espera junto a la puerta para volver a avanzar juntos. Entonces los periodistas se amontonan intentado llegar a nosotros. El personal de seguridad actúa rápidamente y nos ayudan a pasar sin dificultad a la sala contigua.
– Estas bien? –
– Sí, gracias. – Intento bajar el ritmo de mis pulsaciones que se han acelerado con el altercado.
Mis padres y Lucas vienen a mi encuentro acompañados de Adrián y Lorena. Me apresuro a saludarlos a todos y cuando me doy cuenta Matteo ha desaparecido.
En la sala hay una mesa larga en el medio donde se ven 'gran variedad de bandejas con frivolidades, pasteles y snacks.
Lorena luce un vestido negro de cuello barco sin mangas anudado detrás del cuello con un lazo grande de cintas largas que le caen hasta mitad de espalda y una falda de corte circular decorada en el límite del torso con una cinta de la misma tela a modo de cinturón aportándole volumen a la falda. Lo ha combinado con unos tacones peep-toe de color negros anudados al tobillo decorados con un lazo negro.
Lleva un bolso sencillo de mano estilo frame de negro y estructura metálica de color plateado, unos pendientes de tipo threader de cadena larga también plateada. Lleva el rostro maquillado de manera elegante y natural y despejado por un recogido con una trenza de carrusel.
Mi padre ha optado por un esmoquin de color gris con dibujos lineales de color negro por toda la tela y unos zapatos de charol acabados en punta.
Mis padres hacen una pareja perfecta y siempre se coordinan en los eventos para vestir de manera similar.
Mi hermano y su amigo también van vestidos de manera complementaria. Ambos llevan una camisa de manga larga y color blanco, y pantalones de cinco bolsillos, pero Lucas los lleva de color azul marino y Adrián de color negro. Ambos los combinan con unas zapatillas blancas de estilo más urbano.
Hablamos sobre lo bonito que ha quedado el desfile y sobre algunas modelos que han trabajado conmigo hasta que Sam se acerca a mí con dos trocitos de sándwich vegetal.
Hago las presentaciones pertinentes y Sam le confiesa a mi padre que es un gran fan suyo y que ha visto todas sus películas.
Más tarde se acercan a nosotros Ethan con su padre a saludar, el padre trabaja en la empresa que ha cedido los coches con los que hemos hecho la primera entrada.
Unos minutos más tarde Selena se pone frente a todos y nos dedica unas palabras de agradecimiento a todos los presentes. Cuando acaba decido acercarme a la mesa para servirme un poco de agua. Mientras busco una botella veo a Ethan acercarse a mí.
– Tienes un segundo? –
Con curiosidad, lo acompaño a una zona más apartada y por fin comienza a hablar.
– Me ha sorprendido bastante verte bajar del coche. – Me dice con una de sus sonrisas ladeadas.
Abre una puerta y mira hacia ambos lados, me hace un gesto con la mano invitándome a pasar y entro. Al cerrar la puerta nos quedamos a oscuras, solo entra luz por la ranura inferior de la puerta y a través de dos ventanas pequeñas de la parte superior de la pared entra la escasa luz del exterior.
Parece un estudio, hay un escritorio con su respectivo asiento y las paredes están vestidas de altas estanterías.
– ¿Cómo has acabado trabajando como modelo? –
– Es una larga historia. – Y con un suspiro me apoyo en el borde del escritorio.
– Soy todo oídos. –
– Créeme, no es tan interesante. –
– Si quieres quedamos mañana y me la cuentas. –
¿Me está pidiendo una cita?
– Mañana no voy a poder... –
Ethan se ríe y se acerca a mí pegando su cuerpo al mío, arrinconándome contra el escritorio.
– Entonces aprovechemos este momento. –
– ¿Qué? –
– Se que te gusto desde hace tiempo, y yo te evitaba pensando que eras una niña, pero hoy me he dado cuenta de que eres algo más que eso.
Pero ¿qué cojos dice este?
Pasea su mano por mis hombros desnudos, haciendo que mi cuerpo se estremezca. Tengo que salir de aquí. Intento empujarlo para separarlo de mí, pero se acerca a mí con más ímpetu y con sus labios buscan los míos, giro la cara y Ethan vuelve a reírse, su risa es amarga y me deja congelada.
– Te estás haciendo a dura? Venga cris, es tu oportunidad, solo tienes que darme un beso, del resto me encargo yo. –
– Estas flipando si crees que te voy a dar un beso. –
– Es eso? ¿Quieres te lo de yo a ti? –
– Quiero que te alejes, déjame. – Digo intentando soltarme de su agarre.
Entonces la puerta se abre de golpe y entran Lorena y Adrián cogidos de la cintura y se abren los ojos de manera muy exagerada.
– Ups... No sabía que esto ya estaba ocupado. Mejor nos vamos –
Estoy tan sorprendida como ellos. Pero veo en mi amiga un cartel de neón que pone salida con letras grandes y brillantes.
– Será mejor. – Dice Ethan cogiéndome con fuerza. –
– No!, de hecho, – me remuevo en mi agarre y esta vez logro soltarme – yo también me iba. –
Lorena va a mi encuentro, me rodea con un brazo y caminamos juntas hasta la puerta.
– No la vuelvas a tocar. –
Me giro al escuchar a Adrián y lo observo. Lleva los puños apretados y la rabia se puede ver también en sus ojos.
Ethan se vuelve a reír.
– La próxima vez que la toque será para follármela. –
Entonces todo sucede muy rápido, Adrián camina hasta Ethan que permanece inmóvil y le propina un puñetazo en la mandíbula.
– No me obligues a darte una paliza. –
Lorena me empuja hasta la salida.
– Estas bien? –
– Creo que sí. –
– Volvamos con todos. –
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Mil Razones Para Olvidar ( Mil Razones 1)
RomanceCristina lleva una vida normal y tranquila, pero unas fotos lo cambiarán todo... Tendrá que aprender a gestionar su nuevo estilo de vida mientras trata de decidir qué pasos dar para acercarse al futuro que ella quiere mientras navega en un mar de...