Poco a poco sentías que la conciencia regresaba a ti, querías abrir los ojos, pero sencillamente no podías, estabas demasiado cansada y lo único que querías hacer era seguir manteniéndolos cerrados y dormir aun mas. Sentías también los brazos muy pesados, trataste de moverlos y fue cuando escuchaste un ligero tintinar, un repique de algún metal, frunciste el seño aun sin abrir tus ojos y comenzaste a mover tus brazos que se encontraban suspendidos, lo sabias de antemano, te forzaste a abrir los ojos y poco a poco la visión regreso a ti.
Un lugar frio, húmedo y oscuro, apenas unas llamas se encontraban alumbrando aquel sitio, moviste de nuevo tus manos para por fin darte cuenta de que eran unos grilletes que te habían colocado en tus muñecas unidos a unas cadenas. Miraste por todos lados, no había nadie en ese sitio, un pequeño ruido se escucho y sentiste algo caminando por uno de tus brazos, desviaste tu rostro hacia tu izquierda y te encontraste con una gran rata que se acercaba a ti, te agitaste para tirarla y dejaste escapar un pequeño grito.
-Ya despertaste- escuchaste que te hablo una voz detrás de ti
-No, claro que no- le respondiste –todavía estoy dormida, idiota.
-Yo que tu, voy moderando la forma a la que te diriges a mi- te advirtió mientras se acercaba a ti y te tomaba fuertemente de tus cabellos –Puedo matarte cuando a mi se me de la gana- te advirtió –no me tientes princesita
-Suéltame desgraciado- le respondiste, lo hizo bruscamente -¿en donde estoy?
-En el calabozo- te respondió la persona que no querías ver en ese momento
-Señor- escuchaste que hablo Renné para arrodillarse de inmediato, mostrando respeto a su dios –acaba de despertar mi señor
-¿En donde estas?- repitió tu misma pregunta mientras le hacia un ademan a Renné para que se pusiera de pie –en mi templo Athena. En el calabozo, donde encierro a los traidores, a los que me quieren ver la cara
-Señor- Renné tomo la llave que Apolo le entrego y comenzó a liberarte de las cadenas -¿A dónde la llevo?- sobaste tus brazos, tratando de mitigar el dolor
-Tráela- ordeno
De un momento a otro te encontrabas siendo llevada a punta de estirones, en tus muñecas aun seguían aquellos grilletes y las cadenas, cada tirón que daba Renné tu te oponías, si querían llevarte iban a batallar. El pobre soldado hacia todas las fuerzas necesarias para no lastimarte, te miraba fríamente.
Tu sonreíste ante tu travesura, que bien sabias te podía causar problemas, pero poco te importaba, lo único bueno de ese momento era que le estabas haciendo la tarea imposible. De pronto se detuvieron y fue en ese momento en que dejaste de hacer fuerza, Renné aprovecho tu distracción y te jalo fuertemente, caíste en el suelo y lo miraste ferozmente.
-¿Sabes cuanto cuesta este pantalón?- le preguntaste furiosa al notar que tu pantalón se había rasgado de la rodilla ademas de mojado y aterrado
-No me importa- te dijo
-Me costo un ojo de la cara- le respondiste mientras te incorporabas y te acercabas a él –me vas a pagar el triple de lo que me costo
-Athena, esas son cosas materiales- te interrumpió Apolo, lo miraste
-Es esfuerzo de mi trabajo, es un pantalón de marca, no son nada baratos
-No suenas como una diosa- te respondió sentado desde su trono de piedra gris que se encontraba adornado con varias gemas, una alfombra roja se extendía hasta las escaleras y el pasillo –suenas mas humana, no va contigo hermana
-Si crees que con eso, esta cosa- apuntaste hacia Renné –se va a salvar de pagarme mi pantalón estas muy equivocado. Me importa poco si no les pagas bien o solo te dedicas a explotarlos, pero de que me paga me paga
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De chica a Diosa
Fanfiction¿Qué harías si fueses tu la reencarnación de la diosa Athena? ¿Cómo reaccionarias? Son los mismo Caballeros, ahora bajo tus ordenes. La historia se centrara en batallas con otros dioses, tratando de dejar tu lado humano para convertirte en una deid...