Our Secret || El Mariana

2. Pareja de juego

12, noviembre de 2020

—No quiero — me queje.

—Madison, necesitas más amigos, ellos te van a caer muy bien — menciono Sam.

—¿Tan bien como me cayó tu mejor amigo? — pregunté.

—Osvaldo y tu solo tienen que entenderse de nuevo, ellos son muy buenas personas y quieren conocerte, así que vamos — sentencio.

No podía escapar ya que el auto tenía seguro y cada que lo habría mi mejor amiga lo volvía a cerrar.

Después de una semana de aquella fiesta de Halloween, mi mejor amiga me había citado disque a "Una reunión de amigas" a lo que entendí que se refiera a ella y yo, pero no, todo fue falso.

Me tendió una trampa la chaneque.

Estaba llevándome contra mi voluntad y eso solo me ponía nerviosa.

Conocer a más personas y socializar es lo peor que me pueden hacer.

Un tiempo después el novio de mi mejor amiga estacionó el auto frente a una linda casa.

La rubia de giró y me miró con una sonrisa.

—No te dejare sola ningún segundo — menciono.

—¿Ni con tu mejor amigo? — cuestione.

—Lo de Halloween ya pasó, Osvaldo ya debe de haberlo superado y mi se ha de acordar, tranquila — musitó y asentí.

Nos bajamos del auto y me quedé atrás de la pareja, ellos tocaron el timbre y una linda chica de cabello entre castaño claro abrió la puerta.

—Hola — saludo animadamente.

Me había transmitido muy buenas vibras al solo verla.

Mis amigos saludaron e ingresaron.

—Hola, Madison, mucho gusto — bese su mejilla.

—Hola, me alegra al fin conocerte, he escuchado mucho de ti, eres muy bonita — comento y sonreí — Me llamo Abril, pero me puedes decir Ari, ¿Te puedo llamar Madi?

—Si, no hay problema.

La chica me sonrió y acaricio mi hombro, ahora me sentía un poco más tranquila.

—Todos están en la sala — informo la anfitriona.

Había un gran grupo de personas, entre ellos ese Osvaldo y el chico moreno que ví la otra noche, pero nunca supe su nombre.

Saludé a cada uno de los presentes, pero cuando estaba a punto de saludar aquel chico tan indeseable se levantó del sofá.

—Voy al baño — menciono el chico alto mientras me dejaba a medio paso de saludarlo.

Lo vi alejarse y miré a mi mejor amiga.

—Genial — murmure.

Me senté en una de las esquinas entre otra chica castaña y Sam.

—Rocío, un gusto — me dio la mano.

—Madison, pero dime Madi — le sonreí de vuelta.

Ese pequeño momento incómodo del comienzo paso, con la persona que más había charlado fue con Rocío, era muy linda.

—¿Haces vídeo blogs? — pregunto el chico de lentes que estaba junto Ari, que ahora conocí como Juan.

—Si, pero no soy tan conocida como ustedes, tengo como un poco más de cinco mil seguidores y siento que con eso ya es suficiente para mí — conteste.