Our Secret || El Mariana

11. Oportunidad

7, Junio de 2021

Madison Pov's

No estaba en mi mejor momento.

Era el último día para pagar mi matrícula del último semestre y no había conseguido completar el dinero.

Así que solo iba a cancelar mi matrícula.

En éste último mes nada había salido bien desde la última reunión que tuve con los chicos, desde ahí no los había visto y mucho menos a Osvaldo.

Solo hablé muy poco con Sam.

Esa noche no pude dormir, tal vez me deje llevar por todo lo que estaba pasando ese día con este tema de mi matrícula y por eso me altere más, pero estaba cansada de las peleas con Osvaldo.

No podía...

No quise llorar, pero tenía esa maldita costumbre de que cuando me enojaba tanto simplemente comenzaban a salir las lágrimas.

Odié que mis amigos me vieran en ese momento tan vulnerable y que pensarán que Osvaldo me hizo daño con sus palabras.

Y si fue así... Aunque no lo quisiera admitir, me dolió.

Nunca pensé que llegaríamos a ese extremo, creí que era una rivalidad que nació de la forma más rara y nada más, pero al parecer él de verdad me odiaba.

Sam intento hablar conmigo del tema, pero no quise, ella se disculpo, pero ella ni siquiera tenía la culpa de las actitudes de su mejor amigo.

Solo le pedí que dejáramos el tema ahí que no quería hablar nunca más con algo que tuviera que ver Osvaldo Palacios.

—Madison — levanté mi mirada del suelo.

Judith estaba frente a mi con una sonrisa, la chica que estaba con ella ya había salido.

—Ven, pasá.

Me levanté y camine hacía donde estaba su escritorio cerrando la puerta de vidrio.

—¿Cuéntame, Madi?, ¿Qué paso? — pregunto la mayor.

Me quedé un rato cabizbaja y respondí.

—Vengo a retirarme de la universidad, no conseguí el dinero para pagar la matrícula.

Mire a Judith y ella me observaba con confusión.

—¿A qué te refieres, Madi? — pregunta — Todo tu semestre ya fue pagado.

Mi respiración se cortó por un segundo, la mire con sorpresa.

—¿Qué?, ¿Por... Por quién?, Yo no pague nada — informe sin entender que estaba pasando.

—Deja lo busco.

Judith estuvo en su computadora por un par de minutos.

—Ya lo recordé — me miró con una sonrisa — Vino un chico, muy lindo, se llamaba... — vio la pantalla del computador — Osvaldo Palacios — leyó — Tiene lentes y es muy alto, me dijo que era tu...

—Si se quién es — murmuré interrumpiendo su plática — Pero... ¿No te dijo porqué lo hizo?

—Me dijo que era un regalo de su parte, ¿Es tu novio? — pregunto con una sonrisa.

—No — negué rápidamente.

—Entonces, ¿Por qué te pago la universidad?

—No lo sé — susurre — Gracias, Judith, cuídate.

Me levanté del escritorio y me acerqué para darle un beso en la mejilla y luego salir corriendo en busca de respuestas.

[...]

—Pero, ¿Qué pasó? — pregunta Sam.

Acabo de entrar a su departamento sin dar respuestas de mi llegada.

Ambas nos sentamos frente a frente mientras Félix sube al segundo piso para darnos privacidad.

—Osvaldo pago mi último semestre de la universidad — menciono y Sam luce más sorprendida que yo.

La rubia lleva sus manos hacia su boca.

—¿Qué? — es lo único que logra enunciar.

—Lo sé, sigo en shock al igual que tú, todavía no proceso todo — comento mientras me dejó caer en el sofá.

Estaba confundía...

Desde esa pelea nada había salido bien entre nosotros y ahora, ¿Me paga la universidad?

¿Qué le pasaba?

—¿Sabes cómo se enteró? — pregunté.

La rubia se encogió de hombros y miro a otro lado.

Me levanté y cruce mis brazos, ella era muy mala mintiendo.

—¿Le dijiste? — cuestione y Sam asintio lentamente — ¿Por qué?

—Es que mira, él vino y me preguntó por ti, que cómo estabas, lucía muy preocupado — comentó.

—¿Desde cuándo le importa mi vida?, ¿Por qué lo hace?, ¿Por la pelea?, ¿Por qué me vio llorando?, ¿Está es su manera de pedir disculpas en vez de afrontarme? — interrogue con enojo mientras me cruzaba de brazos.

—Tranquila — murmuró mi mejor amiga tocando mi hombro — No se si lo haya hecho por eso...

—Es lo más probable — mencioné interrumpiendola.

—Pero fue un lindo gesto.

—Si, pero no lo puedo aceptar, no quiero nada que venga de él, prefiero no perder  mi carrera — enuncie.

—¿De verdad prefieres eso? — pregunto la rubia.

La mire de reojo y negué.

Claro que no lo quiera, estaba a solo unos pocos meses de graduarme y amaba mi carrera, pero no quiera aceptar ni tener algo que deberle a Osvaldo.

—No canceles el pago, Madi.

—Pero no quiero tener nada de Osvaldo en mi vida — Sam agachó su cabeza.

Sabía que le dolía que ambos nos llevemos tan mal, éramos sus personas favoritas...

—Sam... — la tome de las manos — Se que no lo dices, pero muy en el fondo tu esperas que ambos nos llevemos bien y lamento que las cosas no sean las mejores entre ambos, créeme, lo intenten, pero es muy difícil odiarlo, es cansado — confesé — Yo lo ignorare completamente, esto que hizo lo hablaré con él en algún momento.

—Pero no cancelaras el pago, ¿Verdad? — pregunto y negué — Lo mínimo que puedes hacer es agradecerle.

—Ey, pasó por pasó, recuerda que aún lo odio — la rubia rio levemente — Ya hablaré con él.

—Dale una oportunidad — pidió.

—No sé si sea lo correcto...