Our Secret || El Mariana

10. Odiarte

Narrador Omnisciente

19. Mayo de 2021

Madison estaba más estresada que nunca, hace unas horas la habían llamado para comunicarle que el tiempo de plazo para pagar su último semestre de universidad ya debía ser cancelado.

El pequeño empleo que había conseguido hace un mes no le había ayudado a conseguir mucho dinero, su padre la había ayudado con algo de dinero, pero aun así le hacía falta una gran suma y eso la tenía muy mal.

Ella amaba su carrera, se había esforzado tanto para no perder esa beca que había conseguido con tanto esfuerzo.

Estaba muy desconcentrada de lo que pasaba a su alrededor pensando en cómo conseguir el dinero que le hacía falta.

Nunca había tendió una preocupación tan grande desde el día que su mamá falleció, pero esto era muy diferente.

Ella estaba triste, tal vez la mejor opción es que no hubiera ido a esa reunión que planearon sus amigos ese día...

—Madi, ¿Estás bien? — pregunto Rocío mientras sacaba de sus pensamientos a la castaña.

—Sí, todo bien — fingió una sonrisa.

Madison está en la cocina y en eso entra Osvaldo.

Busca algo con la mirada...

—¿Me pasas la bolsa de vasos? — pregunta el chico.

Miro la bolsa esta justo frente a mí.

—¿Por favor? — digo.

Suelta un bufido.

—Anda, Madison, solo pásamela y ya.

—Alguien tiene poca tolerancia hoy — murmura la castaña.

Él sonríe irónico.

—Contigo, hoy y siempre — comenta.

Ella le pasa la bolsa de vasos, la cual choca con el pecho del castaño.

—Vi el video — menciona el de lentes tomando la bolsa.

La chica asiente mordiéndose el interior de la mejilla.

—¿Cuál exactamente? — interroga Madison mientras le da la espalda.

Osvaldo la gira del brazo.

—Donde dijiste que soy guapo — contesta con una sonrisa.

—¿Tan poca autoestima tienes como para sentirte especial con que cualquier chica te diga que “Le pareces guapo”? —Madi ladea su cabeza recargándose en el mesón.

Él también sonríe.

—No, tú no eres cualquier chica — murmura acercándose a ella — Y que lo digas tu si me hace sentir especial, tu nunca dirías que soy guapo.

La chica rueda los ojos, lo rodea y sale de la cocina, ella sabe que la está siguiendo...

—Ajá, nunca lo diría y por si no sabes, estaba borracha.

Ambos llegan a la sala donde están los demás.

La castaña se gira y lo mira de cerca.

La diferencia de altura es clara, pero ella sabe que eso nunca la haría sentir menos.

—Hay un dicho que dice que los borrachos dicen la verdad — musita Osvaldo.

Madi entrecierra los ojos y se cruza de brazos.