15. España part.2

9.1K 736 268
                                    

Le pongo la mano en la frente.

—Estas hirviendo — menciono.

Él asiente desganado.

—Te meteré a bañar para que te baje la temperatura, pero saliendo te llevaré al hospital.

Él vuelve a asentir caminando al baño.

Pongo el agua tibia.

—Listo, para cualquier cosa estaré aquí afuera del baño, grita si necesitas algo, prepararé tu ropa — cierro la puerta del baño saliendo.

Nunca lo había visto tan debil a decir verdad.

Estaba preocupada...

Le preparó una pantaloneta gris y una camisa negra.

Pongo su ropa a un lado de mi y me siento al lado de la puerta del baño, en el piso.

Tecleo en mi teléfono a mi padre para saber si tiene algún amigo doctor cercano en Madrid mientras espero a que Osvaldo se termine de bañar.

—Ya termine, Madison — anuncia.

Me levanto y le paso la ropa abriendo un poco la puerta mirando a la sala.

Lo espero en la sala con mi bolso en mano.

Sale aún debil del baño y le vuelvo a tocar la frente.

—Bueno, mínimo ya paso la temperatura — informo.

—Pero no el malestar… — se toma la cabeza con las manos.

Paso mi brazo y lo uno con el suyo.

Me mira entrepasmado.

—Madison no tienes que…

—Cállate, iremos al doctor — hable.







[...]







Estamos sentados a la par mirando al doctor.

—Es una gripe común, combinada con el jet lag.

Asiento escuchando al doctor.

—Le voy a recetar unos analgésicos a tu novio que pueden comprar en la farmacia de aquí enseguida.

Abro los ojos por el comentario.

—Nosotros, no…

Pongo una mano sobre la pierna de Osvaldo provocando que se quede callado.

—Está bien, doctor — menciono con una sonrisa.

Osvaldo me mira intentando decifrarme.

Sinceramente no se porque no lo contradeci.

Seguramente es porque Osvaldo me da lastima por que esta enfermo, eso creo...

Salimos de ahí con la receta en manos y entramos a la farmacia que está a un lado del hospital a comprar las medicinas.

Regresando al departamento hago que Osvaldo se tome lo recomendado y coloco alarmas en su celular para que se tome las pastillas en la hora indicada.

—Gracias, Madison — agradece el de lentes que está frente a mi a un metro de distancia o menos.

Asiento.

Me pone una mano sobre el hombro.

—Siento arruinar tu tarde — aprieta levemente mi hombro.

—No, esta bien — intento tranquilizarlo — Mia padres… — me quedo un segundo callada — Mi papá es doctor y mi mamá también lo era… Hay personas que dicen que tengo la vocación de ayudar a los demas.

Our Secret  ||  El Mariana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora