5. Rumores

9.5K 720 159
                                    


25, Enero de 2021



TWITTER

TWITTER

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.









Que increíble mañana.

Lo único que quería era seguir durmiendo hasta las dos de la tarde.

Ayer fue un gran día, la fiesta fue espectacular.

Pero no todo podía ser bonito...

Me levante con la increíble noticia de que según una cuenta de Twitter publicó fotos mías con Osvaldo.

Es que hasta me da risa el solo hecho de que piensen que Osvaldo y yo pudiéramos ser pareja.

Al menos y nos dirigimos la palabra, pero no por nuestro propio gusto.

No me importaba la polémica que s e había generado, solo sabía que debía aclararlo y ahí moría el tema.

¿Cómo podían imaginar que yo saldría con él?

Suficiente tenía con los problemas de mi vida como para aguantarme un simple chisme.

Solo coloqué música y empecé a limpiar mi departamento, no estaba tan desordenado ya que ayer Ama, Filis y Alana se habían quedado a ayudarme a limpiar.

Termine de sacar la basura afuera y entre a mi casa.

No pasó ni un minuto que me acosté en el sofá cuando el timbre de mi departamento sonó.

Me levanto a mala gana.

Abro la puerta y veo a Osvaldo ahí.

Entra al departamento haciéndome a un lado.

—¿Qué te pasa? — pregunto cerrando la puerta.

—No quiero que nos vean juntos, ya me parece bastante con lo de Twitter — menciona.

Me cruzo de brazos y lo miro seriamente.

—¿Qué piensas hacer? — pregunto el chico.

Se queda parado a mitad de la sala y me observa.

—Negarlo — hable con obviedad — No somos pareja, ni lo seremos, fue un mal ángulo, noche ni nos volteamos a ver.

Bueno eso es cierto.

—Bien, lo negaremos — acepta.

Asiento y nos quedamos callados.

—No tenías que venir a mi casa — aclare.

Inclina su cabeza.

—Madison, los únicos mensajes que me llegan es preguntando que, si somos pareja, en la foto parece que estamos abrazados e incluso bailando juntos — anuncia — Sé que en tu mundo rosa tal vez no te cause problemas, pero yo acabo de terminar una relación y me están atormentado con ello.

Me acerco a él como suele hacerlo cuando algo le molesta.

—¿Mundo rosa?, ¿Quién soy?, ¿Barbie? — cuestiono.

No duda en acercarse también.

—Tu mundo perfecto donde los problemas no existen — musita y asiento como si me importara su opinión.

—Que no te cuente mis problemas no significa que no tenga.

Se encoge de hombros y sonríe.

—Además, ¿Nosotros juntos? — reí — Imposible.

—Exacto, ¿Quien quisiera estar con una chica tan pesada como tú? — comenta Osvaldo.

—Sí, ¿Quien quisiera estar con un tipo sin sentido común? — el de lentes me mira serio.

—En el mundo público no pareces ser alguien polémico — exclama el de lentes.

—Tu tampoco — murmuró.

—Alguien ha estado investigando sobre mí — me sonríe de forma ladina.

Asiento.

—Si y solo comprobé que no me gusta que me relacionen contigo.

No sé en qué momento estamos ya frente a frente diciéndonos las cosas.

—Pues a mí tampoco que me relacionen contigo y para mi desgracia todo mundo lo está haciendo ahora — enuncia.

Suelto una risita al verlo frustrado.

No es mentira que él sea mucho más famoso que yo y más conocido.

Si a alguien le está jodiendo la idea de que nos relacionen públicamente, es a él.

—Ese es el karma — musito.

Ahora es él quien ríe.

—Voy a disfrutar cuando te llegue el tuyo — susurra lentamente.

Entrecierro los ojos.

Pongo mi mano en su pecho y una vez más lo empujo alejándolo de mí.

—Ya se te hizo costumbre darme esos empujoncitos — dice de forma burlesca.

Ruedo los ojos y me alejo un poco.

—Y a ti contemplarme de cerca, ¿No? — me giró para verlo nuevamente.

Tensa la mandíbula.

—Es mejor que te vayas — menciono señalando la puerta.

—¿Qué? ¿Te pongo nerviosa? — me acerca a él de nuevo.

La tensión reina en el lugar.

Intento distinguir que tipo de tensión, pero la única en la que pienso me parece ilógica.

Levanto la barbilla viendo sus ojos cafés de cerca.

Si no fuera por su maldita actitud... mejor no.

—Ni un poquito — susurro en su cara.

Asiente levemente.

Estamos viéndonos fijamente cuando su teléfono suena y ambos nos separamos bruscamente.

Contesta el teléfono y se aleja.

Al terminar la llamada regresa.

—Me tengo que ir, fue todo por hoy — comenta.

Sonrió al escuchar tal noticia.

—¡Gracias Dios por librarme de él! —agradezco.

Él rueda los ojos, da media vuelta y camina hacia la puerta para luego abrirla e irse.

Al fin...

Our Secret  ||  El Mariana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora