31. Secreto

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28, Marzo de 2023














—¿A dónde vamos? — pregunto por quinta vez.

Osvaldo me mira con una sonrisa mientras ríe levemente.

—Deja de hacer esa pregunta.

Toma mi mano y la lleva a su boca para dejar un beso en ella.

—Ya estamos por llegar — informa el de lentes.

Llevo mi mirada a la ventana del auto.

Hoy Osvaldo y yo teníamos una cita, planeada por él.

Todo había sido un secreto, solo sabía cómo tenía que ir vestida, algo casual.

Es de noche y intento pensar en el lugar que me va a llevar por la carretera que está tomando, pero nada viene a mi mente.

—Deja de sobrepensar todo — menciona  el castaño.

—Es que estoy desesperada, necesito saberlo.

—Mira... — el carro frena — Ya llegamos.

Giró mi rostro.

Un parque...

—¿Un parque, Osvaldo? — cuestiono — La gente nos...

—Para nada, ya me encargue de eso.

Este me sonríe y se baja del auto, veo como corre hacia mi lado.

Estoy apunto de abrir la puerta, pero este la cierra y espera unos segundos para después abrirla él.

Me bajo del auto mientras niego con una sonrisa.

—Estás loco — menciono.

Él me extiende su mano y la tomó.

—Asi me queires.

Tenía razón...

Nos adentramos al lugar y era cierto, casi no había gente y si lo había solo se trataba de gente mayor.

—Por aquí — murmura.

Pasa por en medio de unos arbustos que estaban tapados por unos árboles y ingreso de la misma manera que él.

Ingresando a un lugar secreto.

Llevo mis manos a mi boca por todo lo que estoy viendo.

El lugar estaba adornado por muchas luces blancas y en el piso había unna manta tendida junto a una pequeña mesa con cojines en el piso.

—¿Te gusto? — pregunta el de lentes acercándose a mí.

—Lalo, esto es increíble — contesto para luego abrazarlo — Es espectacular.

Osvaldo deja un beso en mi cabeza y me guia al centro del lugar.









[...]










—Eres muy bueno planeando citas — enuncio.

Él solo sonríe.

Llevamos unas horas aquí, entre comer, charlar y pasar junto a él, el tiempo se iba demasiado rápido.

—Hoy no es solo una cita — comenta Osvaldo.

Lo miro extrañada.

No sé en qué momento, pero había sacado una caja pequeña de color morado.

—¿Me vas a pedir matrimonio? — pregunto y él ríe.

—Mad, mi amada Mad — suspira — Probablemente sea muy pronto y aun sea delicado, pero no me importa, sin saberlo te he amado durante tres años y ahora los quiero todos, Madison Torres ,¿Me harías el honor de ser tu novio?

Sus ojos se iluminan y mi corazón se acelera, abre la caja y veo un collar plateado.

Tiene un dije redondo y tiene la letra "L".

En ese momento una de mis canciones favoritas viene a mi mente: "I want to wear his initial on a chain round my neck no because he owns me, because he really knows me…".

Se descubre el cuello y veo el mismo collar con la letra "M".

Asiento levemente.

—¿Sí? — pregunta él.

—Si.

Me acercó a él y lo beso suavemente.

Nos separamos.

—Ahora si es un secreto de amor formalizado.

Él sonríe.

Te voy a cambiar el nombre para guardar el secreto en base a lo que has traido ahora te llamarás gloria, lo tienes bien merecido.

Rio levemente y le doy un beso.

—¿Es muy delicado si te digo te amo? — pregunto.

Él sonríe levemente.

—No creo.

—Entonces te amo, Lalo.

—Y yo te amo más, Mad.

Nos volvemos a besar suavemente y al separarnos el busca su celular.

—Quiero mostrarte algo, mi amor.

Mi estomago explota en miles de mariposas al escuchar el apodo.

Teclea algo en su teléfono.

—Escúchala — reproduce una canción.

Al principio parece un reggaeton.

De repente escucho su voz y lo miro.

Él se sonroja.

—El proceso, el primer día tu no te olvidas… de todo eso cayo la noche tu y yo bailando y el humo denso, baby dame de eso — se escucha a través de la bocina de su celular — Que yo te pienso, lo que daría por repetir solamente un beso… solamente un beso.

Lo pauso y lo miro.

—Eres tu.

Él asiente.

—¿Entendiste la indirecta verdad? — cuestiona.

Lo miro confundida.

—Eres tu cantando una bella canción que deberías sacar porque cantas muy bien y se haría viral, ¿La indirecta es que Ada te ayudo a grabarla o…?

Él niega.

—Es sobre nosotros, es una canción sobre nosotros — comenta — La escribia un par de meses después de nuestro primer beso, donde supe que te quería.

Lo miro y se que mis ojos brillan.

—Por eso no pude ir a tu graduación, es tu canción, Mad.

Sonrió mirándolo.

—Nunca me habían hecho una canción.— digo tomando su mano.

—Nunca me habían hecho escribir una canción hasta que te conocí, es lo menos que puedo hacer para explicarte todo lo que siento.

—Osvaldo... — acaricio su rostro.

Él se acerca y deja un beso en mi cabeza.

—Estoy tan feliz de estar aquí contigo — murmura.

—Esto es perfecto...

Our Secret  ||  El Mariana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora