Cuando Jihoon (2JiHanCheol)

24

—Entonces Nayeon se encargará de la caja durante el turno nocturno, reemplazará a Sakura durante el tiempo por permiso de maternidad y...

Jinah suspiro y negó un par de veces con la cabeza cuando los gritos de emoción y felicidad inundaron el establecimiento. Ser la jefa no era trabajo fácil.

Sakura se había casado a sus veinte años y tan joven sufrió el dolor de no poder concebir, motivo por el que su matrimonio tuvo problemas y finalmente terminó un año después. Ahora que tenía veintinueve años la vida le sonrió, despues de un largo tratamiento se encontraba en el séptimo mes de embarazo, volvió a casarse y el hombre era un amigo de infancia.

—Tienes que llamarnos todos los días.
—No te olvides que debe llamarse Jisung, seré el tío favorito.
—Se llamará Jongin.
—¡Se llamará Sakura niño!

La mujer solo podía reír desde su asiento mientras todos discutían y esperaba a que su esposo la recogiera.

—Cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme, sabes que iré al instante.
—Lo sé, te agradezco todo el apoyo que me diste.

Seungcheol acarició los cabellos de quien había sido una buena amiga durante el último año. Sonriendo recordó cuando la vió llegar asustada la primera noche y el como también había tomado la confianza suficiente para contarle sobre su vida privada; quizás el querer tener un hijo y saber que no podía lo llevó a animarla.

—¡Sakura se quedará! ¡Le haremos una casita aquí!
—¡La alimentaremos bien!

Las protestas de Nayeon y los sollozos de Ong eran notorios, Sakura se había ganado el cariño de todos y todos acostumbraban a las muestras de afecto que les brindaba.

Finalmente fue Seungcheol quien la ayudó con las cajas de pertenencias mientras ella se dirigía al auto apoyada en su pareja.
Seungcheol también entendió que Sakura no volvería a trabajar con ellos, tenía un hogar y un hijo que necesitaba de atención; quizás en algún momento ella los visitaría.

Cuando el auto se alejó fue el último en entrar nuevamente, le costaba despedirse de las personas y Sakura no era alguien lejano precisamente.

—Nos hará falta.
—No tendré escudo cuando Jisung intente golpearme.
—Me quedé sin galletitas.

Seungcheol vió a su nueva compañera de trabajo y sonrió. Tenía una idea y ella supo lo que pensaba al instante en que volteó a verla.

—¡No seré tu escudo!
—¡Te daré galletitas!
—¡Mi vida vale más que las galletitas!

Y mientras Seungcheol le rogaba a Nayeon, Jeonghan lo esperaba en un departamento vacío; quizás había olvidado que día era, ya no eran niños y tenían sus vidas, pero Yoon realmente esperaba volver a ser tan unidos como en el pasado.

Pasó la primera hora en el sofá y la segunda mirando el reloj, cuando fueron tres horas supo que no llegaría. Se sintió herido, aunque una reunión de amigos no debería hacerlo sentir así.
Choi ya no era el niño que dejaría todo por ir a verlo, tenía que entenderlo y él había tenido altas expectativas con ese encuentro. También tenía que entender que no debía que poner primero sus emociones, su compromiso era con el hospital y los pacientes; podría haber salvado una vida en lugar de esperar.

—Creí que dormías.
—Estaba en eso.
—Lo siento...

O quizás esperar no era tan malo, su celular había sonado y al otro lado estaba la voz de Joshua. Hablaron cerca de una hora porque Joshua tenía que dar clases al día siguiente y Jeonghan ya no estaba tan triste.

A la mañana siguiente Joshua llegó más temprano que de costumbre, tenía clases con otro grupo de estudiantes. Recorrió los pasillos, escuchando rumores y uno le llamó la atención.

—No creo que Jihyo acepte, son muy jóvenes.
—Jihoon tiene un futuro prometedor, estaría loca si rechaza su propuesta.

Había olvidado que el día anterior lo había regañado por conversar en horas de clases y que había sido quién comenzó el rumor al mencionar algo sobre boda frente a todos. Se negó a seguir escuchando, no quería; el nombre de Jihoon comenzaba a parecerle conocido, pero no recordaba.

—Buenos días.

Saludaba como si estuviera programado para eso, no prestaba atención, sólo lo hacía mientras caminaba rumbo al salón.
Lo único que tenía de Jihoon era que estaba en su clase de inglés, que le gustaba a Seungcheol, que le pareció lindo la primera vez que lo vió y que tenía novia. Jeongyeon no le había mentido.

—¿Lee Ji Hoon del departamento de música tiene novia?

Se preguntó a si mismo en voz alta sin notar que no estaba solo.

—Sí. Es Park Jihyo, todos sabíamos que salía con un chico. Pero fue sorpresa que luego dijeran que era Jihoon, creíamos que salía con Kang.

Esas chicas otra vez, las reconoció como parte de su nuevo grupo.

—Dicen que salen desde hace dos años, eso explicaría todas las canciones que compuso para los festivales.
—¿Canciones propias?
—Así es, Jihoon es un genio. Estoy segura de que alguna vez escuchó a IOI, su tema más reciente fue escrita por él.
—¿Lee es Woozi?

Joshua comenzaba a sentirse mareado. Woozi era un compositor reconocido en la industria musical y estaba lleno de misterio, comenzando porque nadie conocía su rostro.
Alguna vez Kyla le hizo escuchar baladas de ese compositor, pero se rió de ella cuando le dijo que era como un fantasma.

—Fue la noticia más grande de la universidad.
—Lo fué, él ya tenía una carrera cuando nos enteramos. El presidente de la agencia vino a buscarlo y gracias a ese error no quiso trabajar más con ellos.
—Dijo que expusieron su identidad.
—Aunque borraron los artículos no lograron que firmara con ellos. Supongo que también sería exponer a su novia y no quería.

Ellas continuaron hablando durante todo el camino y los minutos antes de que la clase comenzara. Sana y Eunha, así se habían presentado y les tomó cariño muy pronto porque les recordaba a Jeonghan y Jeongyeon.

Ahora sabía que si Seungcheol se enteraba que Jihoon planeaba pedirle matrimonio a su novia estaría triste. Intentó recordar más cosas de la fiesta, pero su mente estaba borrosa y lo más cercano a un recuerdo era que se escuchaba a si mismo diciendo "bonito".