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El treinta de diciembre era solo una fecha más en el calendario de Joshua, desde que dejó su país natal no volvió a celebrarlo.

—¿Te interesa ir a una reunión?
—No es correcto que un maestro se relacione de esa forma con sus estudiantes.
—¿Podemos dejar de fingir que no nos conocemos?

Sin permiso alguno, Jeongyeon se sentó frente a Joshua. Y ambos agradecieron mentalmente que la biblioteca se encontrara vacía.
El ruido del libro que Joshua dejó caer sobre la mesa hizo eco por los estrechos pasillos, él no parecía de humor y a ella parecía no importarle.

—Han pasado años, ya no somos niños y es una realidad que ahora somos desconocidos.
—Jeonghan no piensa lo mismo.
—¿Jeonghan?
—Dejaste de hablarle cuando conseguiste una linda novia en Estados Unidos, no fue fácil para él dar por perdido a su mejor amigo. Incluso Seungcheol sufrió con tu partida, después de que Jeonghan perdiera contacto contigo nadie supo algo de ti.

Negando un par de veces con la cabeza y soltando un suspiro, Joshua volvió a tomar el libro, decidiendo ignorar lo que la mujer le diría.

—Seungcheol es gay y escapó de casa luego de la graduación.
—Deja de decir cosas que ya no tienen relevancia en mi vida.
—Jeonghan es bisexual.
—Me alegra que sigan juntos.
—Y nos separamos después de terminar la secundaria porque besó al amor platónico de Seungcheol.

Jeongyeon se esforzó en no sonreir cuando el rostro del hombre se tensó detrás del libro, los años no lo hicieron mejorar en su intento de disimular. Había mentido, un poco, pero el fin justificaba los medios y ella lograría llevar a Joshua con sus viejos amigos.

—Jeonghan no lo haría, lo conozco y sé que no sería capaz. Él te amaba y no dañaría a Seungcheol.
—No lo ha hecho aún... porque Seungcheol no lo sabe, y es una pena porque Seungcheol parece estar muy ilusionado con ese chico.
—Nadie es tan bueno.
—Él lo es. Tan hermoso, sus manos delicadas, una piel tan blanca y una sonrisa que enamora, yo también podría caer por él... si tan solo no tuviera novia. Es una pena.

Una descripción tan vaga, pero que fue suficiente para despertar el suficiente interés e ignorar lo siguiente.

Se dice que el infierno está lleno de buenas intenciones, esa chica probablemente se estaba ganando un lugar allí.

La mañana del treinta y uno de diciembre fue un caos; quizas porque alguien olvidó preparar el pavo y comprar las cervezas.

—¡Debes quedarte quieta!
—¡Me aburre estar en un solo lugar!
—A los recién casados... ¡Cállense!

La voz de Sowon se escuchó desde la cocina e hizo que todo se volviera silencioso. Jihyo y Jihoon no se atrevieron a reclamar por miedo.

—Tengo un invitado especial y quiero que lo traten bien, en especial Sowon.

Miedo era algo que Jeongyeon no conocía, o por lo menos aparentaba no hacerlo. Jihoon presintio que habría problemas, más cuando el rostro de Sowon se volvió rojo por la furia ¿En qué estaban metidas?

Para las siete de la noche había una suave música, misma que ayudó a disimular la tensión entre los cuatro amigos.

—¿Estás cómoda así?
—Deja de cuidarme tanto, ya no duele mucho.
—Te cuidare hasta que te recuperes por completo.

Mientras Jihoon se encargaba de que Jihyo estuviera tranquila en el sofá largo, Sowon estaba sentada en el suelo mientras dejaba que Jeongyeon terminara de arreglarle el cabello; algo extraño en ella.

—No era broma que tengo un invitado. Es alguien importante para mí y quiero que lo traten bien.
—Yo tambien quiero que conozcan a un par de personas, son amigos de la universidad

Que Jeongyeon y Jihoon tuvieran invitados era aún más extraño. Además de ser una advertencia de no querer problemas con los nuevos amigos, tambien era una invitación para unirse al grupo.

—Supongo que podemos hacer eso, tambien tengo un invitado.
—¿Todos tenemos invitados?

Las preguntas para Jihyo quedaron en el aire cuando sonó el timbre, siendo Jeongyeon la primera en levantarse y la única en correr hacia la puerta.

—Buenas noches.

Al escuchar esa voz desde su asiento, Jihoon podría simplemente correr y esconderse el baño hasta que terminara la reunión, después de todo ¿Qué tan importante es celebrar un nuevo año entre amigos?

—Querido ex, ya te dije que no regresaré contigo.

Jeongyeon fingió molestia mientras se apartaba para dejar que su ex pareja entrara, no esperaba verlo esa noche.
La carcajada en respuesta se escuchó hasta la pequeña sala, haciendo que Sowon se pusiera de pie y arreglara el bonito vestido blanco estilo griego que llevaba.

—Estoy triste, esperaba que me invitaras.
—No sabía que íbamos a tener invitados esta noche, siempre hemos sido cuatro.
—No es excusa...

La pequeña discusión entre susurros fue interrumpida por Sowon, quien con una sonrisa se acercó al recién llegado. Ignorando voluntariamente la presencia de su amiga dejó un sonoro beso en la mejilla ajena, tomando por sorpresa, incluyendo al mismo Yoon.

—Siempre tan puntual.
—Solo pasé a saludar.

El Yoon Jeonghan de la adolescencia habría llorado de felicidad por aquel beso, Sowon fue su sueño durante un tiempo.
Si lo pensaba mejor ¿Por qué ahora le era incómodo tenerla tan cerca? Lo atribuyó a la invasión de espacio personal, ya no era un niño y había aprendido a llevar mejor la distancia.
Comparó el beso en la mejilla con los que constantemente continuaba recibiendo de Jeongyeon, en un instante supo que no los quería. No había comodidad o confianza.

—Deben estar esperándonos.

Y eso fue suficiente para sentirse aliviado. Jeonghan no era el único en notar el extraño comportamiento de Sowon.

—Sí, claro.

La incomodidad en el pequeño recibidor aumentó al momento en que él se aferró al brazo de Jeongyeon y casi a rastras la llevó hacia la sala.

—Hablaremos de esto, Yoon.

Jeongyeon rara vez usaba su apellido, entonces supo que estaba en problemas.

Cuando Jihoon (2JiHanCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora