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El tiempo pasó de prisa, Jihoon recibiría una explicación a la mañana siguiente y eso pareció ser suficiente. Entre gritos, un par de botellas rotas y una Jihyo cansada de escucharlos llegaron hasta cuarto para las doce.

—¡Es trampa!
—¡No puedes tocar la botella!

La discusión entre Seungkwan y Soonyoung ya era graciosa para todos, ambos ya estaban de pie y no parecía faltar mucho para que apareciera el primer golpe.

—¡La última ronda!

Jun llamó la atención de todos mientras estiraba sus brazos para quitarse un poco la pereza. Se había convertido en el punto de calma en el nuevo y extraño grupo de amigos.

—Iré por otra cerveza.

Hace menos de quince minutos comenzaron a jugar y los únicos besos que hubo fueron de: Seungkwan y Soonyoung; Jun y Soonyoung; Joshua y Seungcheol, después de escuchar un "los amigos también se besan"; Jeonghan y Jeongyeon, aunque fue solo un roce antes de que comenzaran a culparse por jugar. Y un casi beso entre Jihoon y Seungcheol, culpa de Jihoon por estornudar y evitarlo.
Sowon se retiró sin decir nada cuando Jeonghan y Jeongyeon aceptaron besarse; nadie lo notó.

Lee se puso de pie y balanceandose se dirigió a la cocina; extrañamente había decidido beber y ahora comenzaba a arrepentirse. Como pudo llegó hasta la nevera y sacó una lata de cerveza sin notar que alguien lo seguía.

—Eres tan bonito...

Jihoon no supo si el sonrojo de sus mejillas se debían a la cerveza, a las palabras o al hecho de que su pecho estaba siendo presionado contra la nevera.
Su vista estaba nublada, el que le hablara en susurros y el hecho de que el aroma que lo envolvía era el de la cerveza no ayudaba a reconocerlo.

En un día normal habría gritado, empujado y golpeado a quien se acercara tanto, pero no estaba incómodo; quizás la cerveza era realmente un problema serio.

—Déjame

Habría deseado sonar firme, pero tambien fue un susurro. El hombre solo apoyó su mentón en el hombro del menor y abrazó su cintura.
No había caricias, no había un intento de ir más allá. Era un abrazo como si buscara un lugar seguro.

—Lo siento

El ruido de la sala cada vez parecía desaparecer más y lo único que se escuchaba era un sollozo que no pertenecía a Jihoon.
Lee intentó voltear, pero los brazos a su alrededor lo sujetaron un poco más fuerte para impedirlo y, sin notarlo, también comenzó a sollozar.

No era malo beber con amigos, pero... ¿De qué forma reaccionar cuando uno de ellos está sujetado de esa forma a ti?

El más alto comenzó a calmarse con el paso del tiempo y fue cuando le permitió dar media vuelta. Lo único que podía ver cuándo levantó un poco la cabeza fue a una persona borrosa, por lo que parpadeó para tratar de mejorar su visión; no funcionó tanto como quería.

Quiso hacer muchas preguntas, pero solo podía estar en silencio y con su respiración calmandose después de sollozar.

—¿Quién...

La pregunta quedó en el aire y la respuesta no llegaría, lo supo cuando un dedo se posó en sus labios y pudo sentir el roce de un anillo en su mentón; algo que trataría de recordar al amanecer, aunque no estaba seguro.

Poco a poco dejó de sentir el dedo sobre sus labios y pasó a ser una caricia en su mejilla, contacto por el que cerró los ojos y como si de un gatito se tratara, buscó cuando dejó de sentirlo.

A Jihoon le habría gustado ver cuando él comenzó a acercarse hasta rozar la punta de su nariz en su otra mejilla, haciéndolo soltar una risita tímida.

El tiempo en la cocina parecía no pasar, pero en la sala habia un grupo que intentaba que Seungkwan no golpeara a Soonyoung y un Jun gritando que salieran al balcón porque faltaban dos minutos para la media noche, logrando que quienes peleaban lloraran y salieran abrazados, diciéndose palabras de cariño y agradecimiento.

—¡Yo también existo!

Gritó Jihyo desde el sofá y fue ayudada por Jeongyeon y Jun, quienes eran los que podían ponerse de pie sin ayuda.

—¡Vamos a pedir deseos para éste nuevo año!
—¡Pediré mi romance adolescente!
—¡Tienes más de veinte!
—Yo quiero regresar con Soohyuk.
—¡Olvídate de él!

Respondieron a coro, eso provocó risas a todos.

—¡Cinco!
—¡Cuatro!
—¡Tres!
—¡Dos!
—¡Uno!
—¡Feliz año nuevo!

En la sala todos gritaban, lloraban y se abrazaban. Disfrutaban del bonito sentimiento de compartir con amigos que pronto se volverían familia.

Y mientras estallaba el primer fuego artificial dos personas en la cocina unían sus labios.
Un beso que comenzó siendo un tímido roce, un beso que subió de nivel cuando Jihoon, intentando imitar a las chicas de las películas, rodeó con sus brazos al contrario y se dejó guíar. En su mente y en su borrachera, rogaba no parecer inexperto.

A la mañana siguiente uno desearía poder recordar todo; el otro deseaba que no lo hiciera.

Las campanas dejaron de sonar y sus labios ya no estaban juntos, pero había una sonrisa complice. Un pequeño secreto que sería guardado por dos personas; un secreto inocente... quizás no dañaría a nadie.

Los besos van y vienen, muchos no tienen mayor importancia; pero Momo podría tener razón.

—Te atrapé, ahora estaremos juntas toda la vida.
—Momo, cariño, no puedo creer que sigas creyendo eso.
—Hemos estado juntas desde que tenemos quince años y ya pasaron díez años. No puedes impedirlo.

La risa de ambas chicas se escuchó en el piso superior de la farmacia; quizás era cierto que besar a alguien mientras suenan las campanas dando inicio a un nuevo año funciona. El problema es... ¿A quién besó esa noche Lee Ji Hoon?

—No puedo creerlo.
—Esto no puede ser.
—¡Lee Ji Hoon!

La mañana del primer día sería interesante para ese grupo de amigos; quizás no tanto.

—¡No lo recuerdo!

Cuando Jihoon (2JiHanCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora