48

214 25 0
                                    

Jihoon no volvería a hablar, nadie más sabría de ese beso.
Era la mañana del día treinta y uno de octubre, había pasado días intentando recordar y no estaba dispuesto a otra loca investigación para encontrar al ladrón de besos.

—¡Terminé!

Reconocía perfectamente la voz de Jun y con ello también recordó que no había visto a Chan desde hace varios días. Nunca se preocupó por saber más sobre la declaración, pero le preocupaba la repentina desaparición.

Mirando a su alrededor, la cancha de básquet estaba totalmente decorada con adornos de Halloween y se preguntó si era una idea de la esposa del director Kim o si era la nueva obsesión por películas americanas.
Colocó el último adorno y bajó de las escaleras, estiró sus brazos y pensó seriamente a quien acercarse, porque Seungkwan no era una opción.

—Chan no ha venido.
—¿Sabes lo qué sucedió con la declaración? Es extraño porque siempre está con nosotros.

Minghao le sonrió, tan silencioso se había acercado que sorprendió a Jihoon.

—Jun lo rechazó.
—Creí que también le gustaba.
—Nadie sabe lo que Jun piensa o siente, es simplemente Jun.
—Jun es un caso único.

Paso a paso se alejaron con rumbo al salón de Jihoon, en la facultad de música. La presencia de estudiantes era escasa, la mayoría se encontraba en crisis por un traje o simplemente descansando.

—Fue Jun.
—¿A qué te refieres?
—Cuando te perdiste, él te llevó a casa.
—Eso es imposible, Jun estaba en coma.
—Jun no se emborracha fácilmente. No sé lo que pasó antes, pero él te llevó a casa, por eso insistía.
—Jun me lo habría dicho.
—Creo que Chan lo sabía, o por lo menos sabe que Jun no se emborracha tan rápido.

¿Decepcionado? Posiblemente. ¿Triste? Sí.

En el fondo quería seguir creyendo que Joshua no había sido vencido por el alcohol; quería seguir viviendo en la pequeña burbuja.

El chino veía claramente la tristeza en los ojos de su amigo, incluso cuando se esforzaba por no hacerlo notar y decidió seguir ocultando parte de la verdad.

—¿Viste todo?
—No lo hice. Sólo un recuerdo borroso de Jun ayudándote a caminar para salir del departamento porque insistias en querer irte.

Mientras caminaban por los pasillos el eco de las pisadas no faltaba; un silencio extraño pero tranquilo que hizo dudar a Minghao ¿Y si le dijera todo lo que vió?

—Estás decepcionado porque no era él.

La mirada en el suelo se lo confirmó, aunque Jihoon negara con la cabeza.

—Solo es raro.
—¿Qué es raro?
—Todo esto. Pronto será un año y se volvió un caos.
—Tu graduación está cerca también.
—Ni lo menciones.
—¿Volverás a casa?

El silencio no era lo que Xu esperaba, pero era una respuesta silenciosa que no parecía convencerlo.

—¿Quieres regresar a casa?
—¿Qué?
—Cuando vas a China y ves a tus padres ¿Quieres quedarte ahí? Quiero quedarme con mamá y Seokmin, pero no me siento capaz de dejar mi vida aquí.
—Has logrado más que todos juntos, tienes una carrera y puedes vivir donde sea.
—Pero no quiero irme. Cuando termine todo esto no volveré a verlos, ya casi no veo a Jihyo y tampoco a Jeongyeon, están ocupadas con su graduación.
—Podemos salir siempre que quieras.
—Es siempre que podamos.
—Da igual.

Cuando Jihoon comenzó a contar los días para regresar a casa... Extrañamente ya no quería hacerlo.














Al llegar a casa fué recibido con una modesta cena en el comedor, hoy era día de citas y el horario no había permitido que Jeonghan pudiera asistir; Seungcheol nunca fué fan de los accidentes.

—Cheol.

Jeonghan dejó caer su mochila mientras hacía un pequeño puchero al ver que su novio estaba terminando de limpiar los utensilios.

—Si no puedes ir a la cita, la cita vendrá a ti.
—Lo siento.

Ver la sonrisa de Seungcheol hizo que su corazón doliera, había pasado un tiempo y, aunque no habían tenido aquella conversación, las cosas marchaban bastante bien. En todo ese tiempo no recordó a Joshua y tampoco la razón de su discusión.

A medida que la conversación y la cena fluían, Jeonghan, se sintió más relajado, disfrutaba de la comida y de la compañía sin mirar la hora. Se sentía afortunado por el apoyo y se sintió agradecido.

—Ve a descansar, te alcanzaré en cuanto termine con esto.

Jeonghan podría acostumbrarse aún más y Seungcheol estaría encantado.

—Gracias...

Murmuró cuando el mayor de ambos estuvo encargándose de los trastes y en silencio se levantó, acercándose para abrazarlo por la espalda.

—¿Sucedió algo en el trabajo?

Jeonghan sólo negó y Seungcheol rió, tenía un novio que necesitaba de atención para vivir.

—De acuerdo, terminaré con esto mañana. Vamos a dormir.

No es algo que le molestara, Seungcheol amaba amar darle atención; quizás más de lo que debería.

—No quiero dormir.
—¿Entonces?

Aún cuando se lavaba las manos Jeonghan no lo soltó, parecía más pegajoso que de costumbre.
Sin brusquedad se apartó para dar media vuelta y quedar frente a frente, buscando en la mirada ajena respuestas.

—Cheol...

Y Seungcheol supo que algo estaba tramando.
Y Seungcheol obtuvo su respuesta cuando sintió los labios de Jeonghan sobre los suyos. No había un beso tranquilo como los de siempre, había algo más; tal vez debió tomar en cuenta la recomendación de Jisung y, por qué no, también las de Jongin.

—Te amo.

Jeonghan siempre lo decía, siempre era Jeonghan quien tomaba la iniciativa en busca de esa palabra. Seungcheol nunca se preocupó por expresar más allá de un "te quiero".

—Te amo.

Acompañado de una sonrisa tímida del mayor hizo que Jeonghan sonriera y que también sollozara. Jeonghan era feliz.

En la habitación solo se escuchaban murmullos y risitas, de vez en cuando un pequeño reclamo. Eran dos personas que entre besos se volvían cómplices y se conocían más allá de lo habitual. El primero sintiendo sus sentimientos correspondidos y el segundo... Con miedo a equivocarse al haber dicho por primera vez esas dos palabras.

Cuando dos corazones tristes se hacen compañía pueden ir más allá de una confusión. Cuando dos corazones tristes se hacen compañía pueden enamorarse.

—No me dejes.
—Lo prometo.

Porque muchas veces, no importan las veces que se hicieron, importa la vez que lo sientes de verdad.

Cuando Jihoon (2JiHanCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora