Cuando Jihoon (2JiHanCheol)

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Joshua había comenzado a escribir creyendo que terminaría más rápido su tesis, algo que no resultó.

Desde la ventana de su habitación veía el atardecer y sonreía sin gracia, había sido un poco tonta la idea de descuidarse a si mismo. Brandon no lo dejaba solo por mucho tiempo gracias al miedo que sentía de volver a verlo en el suelo.

Ahora podía reflexionar sobre su vida en los últimos meses.

Recordó la última vez que habló con Jihoon y la primera vez que lo besó. No tenía dudas de que se consideraba un idiota por no aclarar la situación.
Todavía podía sentir los labios del menor y el ligero sabor a fresas, que también le recordaba a Jeonghan y a las veces que Seungcheol las compraba de camino a la secundaria sólo para darle gusto a su mejor amigo.

Soltando un suspiro entendió que extrañaba a Jihoon y también a sus amigos.

—¿Algún día me dirás el motivo?

Brandon había entrado a la habitación y dejado sobre el escritorio un par de tostadas junto a un vaso de jugo. "Algo ligero hasta que te acostumbres", es lo que había dicho en cuanto Joshua regresó al departamento.

—Te lo diré en cuanto lo descubra.

Si Joshua pretendía ocultar su tristeza con una sonrisa entonces debía hablar con sus ojos para que no lo delataran.
Brandon ya tenía una sospecha pero, siendo Joshua, la razón podía ser hasta una piedra.

—Vuelve a casa.
—Mis padres no quieren verme.
—Te estoy diciendo que vuelvas a casa, no que vayas con tus padres.

Una vez Joshua deseó tener algo como la amistad de Jihoon y Jihyo, aunque nunca se dió cuenta que sólo él se negaba a aceptar ese vínculo con Brandon.
Era el único en entenderlo sin que dijera nada, era el que tenía las respuestas que él tardaba en encontrar.

Hong no se dió cuenta cuando su amigo salió de la habitación por estar perdido en sus propio mundo. Tenía que volver a casa, no importaba dónde se encontrara eso.
Pero volver a casa significaría despedirse de su mejor amigo y no estaba seguro de poder llevarlo bien. Si tan solo pudiera llevar a Brandon consigo hasta encontrar su casa.

Cuando amaneció Brandon encontró el desayuno listo y mucho silencio; imaginó lo que había sucedido. Con temor caminó hacia la habitación y la puerta no tenía seguro, la abrió y las cortinas estaban corridas hacia la izquierda.

—¡Maldita sea, Joshua Hong!

Gritó luego de leer la nota en el escritorio.

—¡Tú y tu nula descendencia me las pagaran!

La hoja sólo agradecía el tiempo compartido y lo mal que se sentía por darle preocupaciones hasta el último momento. Hablaba de ir al lugar que lo hizo sonreir y sentir algo especial, sin notarlo, había muchas líneas hablando de Jihoon.

Joshua había regresado a casa, aunque no sabía con exactitud el lugar, su corazón lo llevó al lugar de donde nunca debió salir.

—Espero tengas un seguro de vida, porque de ésto no saldrás vivo.

Murmuraba mientras buscaba un boleto con rumbo a Corea del Sur. Joshua Hong sabía cómo lograr que Brandon lo siguiera.

—Cariño, no olvides a tu madre. Ven a visitarnos.
—Iré el próximo año, me faltan dos semestres.

Las videollamadas ya no eran suficientes para Chae Rin y comenzaba a preocuparse. Aunque no lo demostraba, había noches en las que lloraba porque extrañaba a su hijo mayor y Seokmin era testigo.

—¡Me encargaré de que vaya!

La mujer rió cuando reconoció la voz de Park y la vió pasar detrás de Jihoon.

—Mi amor...

Dijo y un grito de Seokmin se escuchó, acercándose rápidamente para aparecer también en la pantalla.

—¡Le hablo a tu hermano!

El chico fingió estar molesto para después sonreír y besar la mejilla de su madre. Sabía que era el bebé de la mujer y que ese apodo era exclusivo para él.

—¿Mamá te dijo que tengo tutor de inglés?
—Iba a contarle eso.
—Te lo conseguiré.
—¿Qué?
—No sales con nadie y necesito un cuñado.
—¡Creí que era tu cuñada favorita!

Las carcajadas estallaron cuando una indignada Jihyo se sentó junto al Lee mayor.

—¡Pero no están saliendo! Y si Jihoon no tiene novia, entonces tendrá novio y me encargaré de eso.
—¡Lo dices porque estás saliendo con Yuna!
—¿Qué?
—Ups.

Con una sonrisa, Jihyo, se levantó y dejó a los Lee en un silencio absoluto.

—¿Mamá?

Jihoon fué el primero en hablar.

—¡Tendré una nuera!

—Recuerdame otra vez el motivo.
—Necesitamos dinero.
—Tú lo necesitas, yo no.

La mirada indignada de Joshua le hizo saber a Brandon que la venganza era dulce.
Joshua era, por el momento, un barista y Brandon un tutor de inglés en un colegio cercano. Ambos estaban bien, pero Brandon no permitiría que Hong dejara su tesis en el olvido; consiguió convencerlo de continuar a la distancia.

—De acuerdo, tengo que ir a la biblioteca. No te olvides que tu turno en el bar comienza a las siete.
—Eres peor que una madre.
—¿Quieres que use labial y bese tu mejilla?

La salud de Joshua había mejorado lo suficiente como para trabajar; sonreía nuevamente. Y Brandon estaba satisfecho con eso, si todo salía bien, pronto él también volvería a casa... Eso esperaba. Eso esperaba. Después de todo, ya era ocho de agosto y nada podía salir mal.

—¿Seguro que no quieres ir?
—Estoy seguro.

Y con esa respuesta Jeongyeon y Jihyo partieron rumbo al departamento de Seungcheol, tendrían una reunión por su cumpleaños.
Jihoon no se consideraba amante de las fiestas, aunque disfrutara de ver a sus amigos; esta vez no sería así. No tenía el valor de ver a Seungcheol y Jeonghan viviendo su romance; no estaba molesto, pero por un momento creyó que su compañero para eventos así sería Joshua.

Joshua Hong, era en momentos así que lo extrañaba. Mirar películas dónde el protagonista volvía por la chica le dió esperanzas, aunque sabía que de eso no viviría y que Hong no volvería.

Inconscientemente volvió a revisar el Instagram de su primer amor, no había actualización. Error o bendición revisar en la cuenta de Brandon.

—¿Seokmin?