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Octubre pasó rápido, tan rápido como iba Jihoon a la estación de trenes. Noviembre había llegado y tenía una llamada perdida de Chan. 

—Permiso. Lo siento. Disculpe.

Perdió la cuenta de las veces que repitió esas palabras en todo el camino. Lo último que recordaba eran las palabras de Jeongyeon diciéndole que Chan estaba dándose de baja en la universidad.

Había pasado un mes y un poco más desde la última vez que lo vió, eso había sido en la fiesta de Jeonghan. Y se preguntaba sobre lo que realmente sucedió.

Iksan no estaba lejos y por un instante le era ridículo correr por alguien, pero Lee Chan no era el tipo de persona que renunciaría o el tipo de persona que después se arrepentía de sus decisiones. Todos lo sabían y por eso estaba corriendo a detenerlo mientras la conversación con Minghao seguía reproduciéndose en su mente.

—¿Por qué Jun lo rechazaría?
—Es lo más honesto que pudo hacer.
—¿Herir sentimientos?
—No jugar con los sentimientos. Nadie sabe lo que piensa o siente. Es Jun siendo Jun.
—¿Fué cruel?
—Fue cruelmente honesto, y la honestidad suele doler.

—Entonces decidí que no podía verlo más, que no era justo. Me hice toda esta idea y la creí. Él no me vió de otra manera, no lo intentó o me ilusionó, siempre fuí yo.
—Entonces jugó con todos.
—Solo fuí yo, yo les hablé de él y creyeron lo que dije porque también creía mi propia mentira. Cuando lo ví desde otro punto... También tenía esos detalles de salidas con Hao y estaba pendiente de tí todo el tiempo, escuchaba a Seungkwan y era atento con Soonyoung. Lo mismo hacía conmigo, él estaba siendo solo un amigo y yo lo entendí mal.

¿Interpretar mal una situación? Jihoon probablemente lo hizo alguna vez; quizás esas llamadas con Joshua eran cordiales. Ahora, la conversación con Chan ocupaba todo pensamiento, el chico se había marchado hace treinta minutos, sin darle a Jihoon tiempo para reaccionar.

Suspiró mientras maldecía, Hong lograba regresar a su vida, siempre encontraba la manera de hacerlo. Sentando en la cafetería de la estación, sacó su celular y comenzó a escribir en una aplicación de notas.

Sin planearlo, su mente lo llevó hasta Joshua, pensando en él tal y como las primeras veces. No había tenido noticias de su vida y se suponía que lo estaba superando.

—Desde el día en el parque cuando hablamos. He seguido pensando en lo que podríamos ser...

Murmuró mientras escribía y estaba seguro de algo: así fué como Chan conoció a Jun. En su mente comenzaba a recordar aquella historia y lo ilusionado que se encontraba el menor, porque para Chan era algo más que una amistad.

Cuando se acercaron a tomar la orden pidió un café, fué lo primero que llegó a su mente; un café americano.

Estuvo sentado cerca de dos horas, mismas en las que se vió obligado a consumir algo más que un simple café; quizás el budín tendría un efecto pesado en un par de horas, pero no quería detenerse.
Cuando finalmente lo logró eran ya cerca de las siete de la noche y la cafetería estaba repleta, decidió comprar un pastel pequeño que repartiría al llegar a casa.


"No gastes dinero que no tienes", era lo que su mamá siempre le repitió. Si tan solo hubiera hecho caso.

La estación estaba lo suficientemente lejos como para ir caminando, pero no tenía completo para pedir un taxi y el autobús no pasaba cerca de su dirección. Comenzó a caminar con algo de prisa, si corría podría llegar en treinta minutos y para distraerse tarareó notas al azar. Un paso, dos pasos, tres pasos y perdió la cuenta después del número cincuenta, llorar no era mala idea.

Cuando Jihoon (2JiHanCheol)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora