—Jeonghan está embarazado.
Fué lo primero que se le ocurrió a Park cuando llegó la noche del siete de agosto al supermercado.
El rostro de alegría que tenía Seungcheol en un momento se volvió una expresión de confusión.—Es hombre, no puede embarazarse.
La risa de Jihyo no se hizo esperar y Choi atinó a suspirar para quitarse la frustración.
—De acuerdo. Necesito que mañana me acompañes a un lugar, el cumpleaños de Jeonghan está a menos de dos meses y hemos pensado en prepararle una fiesta sorpresa. Por supuesto no va a ser el cuatro de octubre para no interferir en sus planes de pareja, Jeongyeon cree que estarás muy ocupado preparando la cita y por lo mismo decidimos que lo organizariamos nosotras; así que mañana tendré una cita con la pastelera para ver lo del diseño y tú, como su novio, vas a ayudarme.
Jihyo continuaba hablando y Seungcheol ya no escuchaba. Si sus amigos le preparaban una fiesta sorpresa entonces, como pareja, tenía que hacer algo mucho más especial.
Tres de la tarde del día ocho de agosto y Seungcheol estaba esperando a Jihyo en el supermercado. Un poco nervioso por la responsabilidad de elegir el diseño y sabor perfecto, tanto que había olvidado su propio cumpleaños.
Cinco minutos después Park llegó en un taxi y lo invitó a subir, la pastelería estaba lejos; lo suficiente como para pasar un par de horas lejos de casa y que la decoración estuviera lista.
—De acuerdo, este es el plan.
Dijo y Choi la miró con atención. Sintió que se estaba perdiendo de algo.
—Son dos pastelerías. La primera es pequeña y poco conocida, me la recomendaron en la universidad; la segunda... con sólo verla te darás cuenta de su fama.
Seungcheol tomó los folletos que se le estaban entregando y supo que Jihyo tenía razón en cuanto vió el primero.
En otro momento diría que era una exageración tratar con tanto cuidado el tema, pero se trataba de Jeonghan y lo valía.—Tiene que llevar fresas.
La mujer comenzó a tomar notas en su celular, se había concentrado tanto en su papel que también olvidó el cumpleaños de Seungcheol. Mientras Choi hablaba, también entendió que Jeonghan tenía a alguien que realmente lo quería; en el fondo sintió alivio, Seungcheol también era correspondido.
Cuarenta y cinco minutos después estuvieron frente a la primera pastelería, con Jihyo preguntándose si su nuevo amigo siempre actuaba como un niño cuando se trataba de viajes largos.
El pequeño Choi quedó en la puerta del local. Al entrar, Jihyo pudo ver el gran cambio de Choi; ya no se quejaba y era más cercano a un hombre de negocios por la forma de caminar.
La mirada de varios clientes se posó en el mayor y ella bufó cuando entendió que intentaban hacer. Choi era demasiado amable para su propio bien.Permitió que dos empleadas intentaran coquetear porque le pareció divertido, pero no tardó en tener que interrumpir cuando fué un empleado quien, con descaro, le entregó su número a Choi y éste le dió una mirada de súplica. Definitivamente necesitaba clases para no ser tan cálido con el mundo.
—Cariño, Yeon dice que el chocolate debe ser amargo.
Fingió no haber visto a las personas cerca y con una brillante sonrisa se aferró al brazo de su compañero.
—Se enojará si todo es amargo. Hagamos algo, la decoración será con chocolate amargo y que lo demás sea de vainilla.
Sin brusquedad se soltó del agarre y tomó el rostro ajeno. Si el corazón de Jihyo hubieses olvidado por completo a Daniel quizás estaría sonrojada.
—¿Qué todo sea de chocolate amargo? ¡Te amo! Sabía que los dos años de matrimonio no habían cambiado tu forma de ser.
Soltando una risita escapó del hombre mientras el empleado palidecia. Estaría en problemas si uno de sus jefes se enteraban que había coqueteado con un hombre casado.
—¿Cómo terminamos casados?
—No lo sé, pero ese empleado no volverá a coquetear con los clientes.Los susurros y risas continuaron hasta que llegó su turno.
Seungcheol entendió por qué Jeonghan quiso ser cercano al grupo de amigos de Jeongyeon durante la secundaria. Jihyo simplemente era encantadora y su sonrisa contagiaba a todos, lograba calmar sus nervios con palabras de seguridad mientras escogían el diseño del pastel; si a Jeonghan no le molestaba, entonces intentaría ser amigo de Jihyo.—Entonces Jeonghan fué el primero en correr al baño por que le hicieron daño.
Entre anécdotas las risas continuaron, el sol había caído y prefieron quedarse a veinte minutos antes de llegar al departamento. Entendido por quedarse a las quejas de Choi Seungcheol quien ya no soportaba estar sentado en un taxi.
—Jihyo... Discúlpame con Jihoon.
Tres palabras que frenaron el buen ambiente y también los pasos de ambos amigos.
—¿Por qué dices eso?
—Me siento mal porque fingi estar casado con su novia en la pastelería.Park no sabía si reír, enojarse o pedir una Coca-Cola para calmarse. Respirando profundamente dió un par de palmaditas en el hombro de su acompañante.
—Terminamos hace un par de semanas.
Seungcheol pasó de estar preocupado a sentirse culpable, había tocado un tema que era doloroso.
—Lo siento.
—No hay nada que sentir. Nos queremos, pero una relación necesita más que el cariño y ambos deseábamos cosas distintas para nuestras vidas.En silencio la vió alejarse y se preguntó si Jihoon finalmente le había propuesto matrimonio; quizás a eso se refería Jeongyeon cuando dijo que Jihyo no aceptaría. Mientras tanto, Park se sentía culpable por mentir de esa manera, no creyó que Cheol recordara la supuesta relación después de todo ese tiempo.
—¡Joshua Hong!
Brandon sintió su presión bajar al entrar una nota de su amigo. No le preocupaba que fuera a una fiesta, le preocupaba que se encontrara con Jihoon y no tuviera una explicación coherente.
Caminar de un lado a otro en el departamento ya no resultaba efectivo.—Brandon, ¿Y si te presento a mi hermano?
La voz de Seokmin que salía de la cocina era divertida, pero el poco tiempo de conocerlo le aseguraba que no era una broma.
—Seok, me gustan las chicas.
—Entonces te presentaré a mi ex cuñada.

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Cuando Jihoon (2JiHanCheol)
De TodoJihoon prometió volver con un título en manos y así lo hizo... sus tres novios solo eran pequeños grandes detalles con los que no contaba