Vicente se sentó en uno de los sofás, y yo frente a él. Me quedé ahí, esperándolo, con una pequeña mesa de centro entre nosotros. No dije nada, el ambiente estaba sumido en un tenso silencio. La poca luz que había era de un par de velas que él había encendido. Me distraje observando su estante de libros y portafolios. Su escritorio estaba hecho un desorden, había pequeñas manchas de polvo y tinta en los alrededores. La verdad es que no recordaba cuándo fue la última vez que estuve aquí, pero se veía algo descuidado. Supongo que tampoco las criadas tenían permitido entrar.
—Ni siquiera sé cómo explicar esto —musitó con la mirada perdida. Su tono de voz indicaba tristeza con una oculta desesperación por ayuda.
—Todo este tiempo, tu indiferencia y desprecio hacia Agatha, ¿fue por nuestro padre?
Hubo un silencio y segundos después asintió, avergonzado.
—Quería que ella rompiera el compromiso, pero en su lugar, siguió intentándolo.
Vicente se echó el cabello hacia atrás a modo de frustración. Sentí algo de pena al escucharlo, ya que yo lo había presionado para que cambiara su actitud con Agatha, siendo que él sólo intentaba salvarla.
—¿Y por qué no lo has hecho tú? —inquirí.
Suspiró.
—En parte, porque soy egoísta. No quiero perderla. Pero más que nada, porque nuestro padre me lo prohibió. Amenazó con asesinarla si lo arruinaba.
—Y aún así te esforzabas en arruinarlo.
—Bueno, sí. Pero sabía que Agatha no le diría nada a sus padres. Sólo tu fuiste testigo, Victoria. No me siento orgulloso de cómo la traté, pero no tenía opción —hizo una pausa y, por primera vez desde que entramos, me miró—. En cuanto conocimos a la familia Wembley, me sentó en estos sillones y me dijo que debía hacer a Agatha feliz durante un año, después... Ya sabes —susurró esto último con un ligero temblor en su voz.
Nunca había visto en Vicente una expresión de miedo ni de profunda tristeza como la de ahora. Parecía al borde de las lágrimas, pero lo soportaba. Mantenía sus manos entrelazadas para así evitar que notara lo nervioso que se encontraba. Sólo pude imaginarme el estrés que debió pasar todo este tiempo. Solo.
—¿Sabes lo que es la azalea? —Preguntó repentinamente.
Negué.
—Es una planta venenosa, contiene sustancias tóxicas que causan la muerte si se tiene contacto con ella. Y es casi imposible diferenciarla de una muerte natural. Si el consumo de la dosis es poco, sólo tienes síntomas como mareos, vómitos y problemas al respirar; si aumentas la dosis puede llevarte al coma y...
—Morir —interrumpí con hilo de voz. Él asintió. Abrí los ojos, aterrorizada y esperando equivocarme—. No, no, no. Por favor, dime que lord William se equivocó. Nuestro padre... Él...
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Tríada oscura #1: El juego de Karlo Ravel
Mystery / ThrillerKarlo Ravel manipula a las chicas; las hace jugar su juego hasta que terminan muertas o enloquecidas, son sus piezas de ajedrez, como dice él. Y nadie puede culparlo porque al final, él sólo es un espectador disfrutando de su show. Le gusta retarse...