Dante me llevaba en sus brazos, aunque yo apenas podía moverme, escuchaba y estaba atenta a todo lo que estaba pasando a mí alrededor.
- Gertru, ves a su cabaña, la atenderás allí.
- Estaría mejor en mi consultorio Dante, allí tengo todo lo necesario para atenderla.
- He dicho que vayas a su cabaña.
- No solo te importa a ti, también es importante para mí, es mi sobrina.
- He dicho que vayamos a su cabaña y no hay más que discutir.
- Vamos Gertru -Interrumpió Esme. -No tenemos tiempo que perder.
Esme agarro a Gertru que en ese momento tenía los ojos llorosos y las dos se fueron al consultorio a coger las cosas que necesitaban para llevar a mi cabaña.
-Break, Héctor, Conan, Lucil y los demás registrar el Claro, aseguraos de que no queda nadie en nuestras tierras. -Todos en su forma de lobo salieron corriendo tras la orden de Dante. -Padre, ve con ellos, necesitan un Alfa que les guie y aquí no hay nadie mejor que tu para eso.
Edon le puso una mano a Break en el hombro y asintió, su cuerpo se transformó en un enorme lobo gris y salió en busca de los demás.
Dante seguía cargando conmigo en brazos, mi vestido estaba empapado y mis manos eran completamente rojas por la sangre.
- Aguanta lobita, ya llegamos. Todo saldrá bien.
Me llevo todo el camino en sus brazos hasta mi cabaña, allí estaban esperando Gertru y Esme con todo preparado. Danto me tumbo en la cama con cuidado y cuando ya estaba tumbada Gertru le echo a un lado.
- Puedes quedarte aquí, pero no molestes.
Dante asintió, se quedó en un lado de la habitación mirando como Gertru y Esme hacían todo lo posible por salvarme.
Esme corto el vestido con una tijera para quitar la ropa, prácticamente todo mi cuerpo estaba cubierto de sangre.
- Primero hay que lavarla, Esme acércame el agua y el jabón.
Limpiaron mi herida y la sangre que tenía alrededor y ahí es cuando pudieron ver que la herida de la daga ocupaba la mitad de mi abdomen. Gertru se echó las manos a la cabeza.
- No tenías que haberla quitado, hiciste la herida más grande.
- Era... plata.
El único motivo de que me sacara la daga fue porque no quería que ellos la tocaran, no quería que les pasara nada.
- Cierra los ojos amiga, esto te va a doler.
- Primero hay que desinfectar la zona Esme.
Echaron un líquido en la herida que supuse que era alcohol o algún otro antiséptico. En cuanto el líquido callo en mi piel empezó a arder. Me ardía, me ardía muchísimo y el dolor era insoportable.
- Por suerte no parece que te tocara ningún órgano, ni nada vital. Pero tenemos que coserla.
Gertru saco aguja e hilo, después paso la aguja por el fuego de una vela que estaba encendida, mientras Esme agarro mis brazos para inmovilizarme.
- Tienes que intentar no moverte ahora ¿De acuerdo?
- Esme, déjame a mí. -Esme se quitó y Dante ocupo su lugar, me sujetaba ambos brazos y me miraba fijamente. -Aguanta.
Gertru atravesó mi piel con la aguja una y otra vez. No podía aguantar el dolor, intentaba moverme, pero Dante me lo impedía y tenía mucha más fuerza que yo. Mis ojos me ardían de llorar, las lágrimas seguían cayendo de mis ojos y recorrían mis mejillas.
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Claro de Luna
FantasyHace 27 años el oráculo del Bosque de los Siete Sabios hablo por primera vez después de siglos en silencio: "La primera niña nacida en Luna Nueva no será una hija de la Luna, ella tendrá su magia y su magia será la Luz en la Oscuridad. El fin llegar...