El edificio del consejo estaba lleno, nunca antes había acudido tanta gente allí, lo que estaba pasando era algo histórico en la historia de todos los Clanes. La mayor parte de la gente se encontraba de pie, apenas había sitios donde poder sentarse para todas las personas estaban allí, la gente estaba muy pegada la una a la otra sin casi sitio para poder colocarse. El ambiente que había allí dentro era de una completa incertidumbre, nadie sabía lo que iba a pasar a partir de ahora y las voces y susurros llenaban de ruido todo el edificio.
- Tal vez deberías haber esperado un poco para convocar la asamblea.
Estábamos a fuera muy cerca de la puerta y Dante no paraba de andar de un lado para otro. Se podía ver a simple vista lo nervioso que estaba y sus nervios también empezaron a ponerme nerviosa a mí, como si fueran contagiosos.
- No puedo esperar, tenemos que solucionar esto lo antes posible.
- Después de todo lo que ha pasado y lo que hemos vivido, deberías estar tranquilo en casa y tomar algo de tiempo para ti y recuperarte.
-No puedo estar tranquilo, no puedo simplemente descansar. Primero van mis responsabilidades como Alfa y después voy yo.
- ¡Vas a acabar enfermo Dante! ¿Crees que no me doy cuenta? ¿Crees que no sé qué no duermes? Todas estas últimas noches estas saliendo de madrugada pensando que yo no me entero y me entero de todo ¡No es el momento para esto, no estás bien! Por mucho que intentes ocultarlo.
- Ahora mismo lo que necesito es tu apoyo y todo esto no viene a cuento ni me ayuda para nada.
Seguía moviéndose deprisa, podía ver cómo le temblaban las manos y su respiración se aceleraba, podía sentir su ansiedad en mi propio cuerpo. Fui hacia él y le agarré las manos, en cuanto sintió mi contacto todo su cuerpo comenzó a temblar. Su corazón latía muy deprisa y su corazón iba descompasado, se agitaba y se ahogaba.
- No puedo...
- ¿Qué es lo que no puedes?
-Las pesadillas aparecen cada vez que cierro los ojos... vuelve a aparecer toda la tortura, los latigazos... todo lo que sentí. Apareces tu con esa maldita daga, el cuerpo de mi padre cayendo al suelo Por eso huyo por las noches, cerrar los ojos para mí significa volver a recrear el mismísimo infierno. -Parecía que se ahogaba al hablar, hacia pequeñas pausas y cogía aire. -Necesito zanjarlo todo cuanto antes, volver a hablar de eso, volver a recordar todo lo que ha sucedido... necesito hacer mi duelo, necesito sanar mi alma y mis heridas. Por eso tengo que acabar con todo esto hoy, antes de que todo se me vaya completamente de las manos.
Agarre su cara con mis manos, como tantas veces había hecho él con la mía cuando yo lo necesitaba, el contacto con mi piel le tranquilizo.
- Lo haremos como tú quieras, a tu manera. Yo te acompañare, estaré a tu lado, te sujetare y te apoyare como tú siempre lo has hecho conmigo.
Nos besamos, fue un beso cargado de amor, done nuestros labios se encontraban desesperadamente como si fuera el único antídoto capaz de curar todas nuestras heridas, capaz de recomponernos y de sanar nuestras almas. Después nos agarramos de la mano y nos miramos a los ojos.
- Acabemos con esto. -Le dije.
Y juntos de la mano entramos.
Cuando aparecimos por la puerta la gente se echó hacia los lados para que pudiéramos pasar, hicieron una especie de pasillo que llevaba hasta el atril. Los dos íbamos caminando por ese pasillo y a nuestro lado se unió Break, los tres llegamos juntos arriba, pero fue Dante quien se colocó en el atril para hablar, mientras nosotros permanecíamos a su lado para darle apoyo.

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Claro de Luna
FantastikHace 27 años el oráculo del Bosque de los Siete Sabios hablo por primera vez después de siglos en silencio: "La primera niña nacida en Luna Nueva no será una hija de la Luna, ella tendrá su magia y su magia será la Luz en la Oscuridad. El fin llegar...