CAPITULO 34

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Corrí a los brazos de mi padre, su cuerpo se fundió con el mío, por un momento toda la furia y la ira que sentía desapareció, como si solo estuviéramos los dos en esa celda. Sentir a mi padre reconfortaba mi alma, como si la pieza del puzle que me faltaba hubiera vuelto a mi ser completándome. Mi cuerpo bajo su tacto volvió a transformarse dejando ver mi aspecto habitual.

- Kyria...

-Papá...

- Verte bajo tu otra forma ha sido impresionante -Me dijo Atheneus.

Le mire con cariño, toda la pureza que Atheneus aparentaba en su exterior era exactamente la misma que habitaba en su corazón.

- Gracias.

- ¿Cómo es posible que vuelvas a recordarlo?

- Al verle un montón de imágenes aparecieron en mi cabeza, como si viera una película de mi propia vida que me era imposible recordar. Pero ahora lo recuerdo todo, creo que he recuperado todos los recuerdos que había perdido.

Atheneus miro a Alarick con superioridad, no entendía muy bien porque lo miraba así, pero sonreía y mucho.

- Me alegro de que puedas recordar todo lo que algún día te arrebataron.

- Nunca sabremos todo el poder que tienes. -Dijo mi padre finalmente.

No sabía a qué se referían ni a que se debía todo eso, pero ya preguntaría más tarde. Después del reencuentro con mi padre y de toda la emoción que había sentido en ese momento, me volví a centrar en lo que realmente me había llevado hasta allí.

- ¿Dónde está Dante?

- Se lo han llevado -Dijo Atheneus. -No sabemos dónde está.

- Todo el Clan esta vacío, no me he encontrado con nadie cuando venía hacia aquí.

- ¿Estas segura? -Pregunto mi padre.

-Completamente. -En ese momento mi cabeza hizo un "Clic". -Ya sé dónde lo tienen. Seguramente estén yendo hacia el Claro, todo esto ha sido un plan para atraerme hacia él. Sabía perfectamente que si llevaba a Dante con el yo saldría y me enfrentaría, con lo que no contaba es con que yo viniera hasta aquí a buscarle.

- Kyria, tienes que saber una cosa... Dante no está bien. -La cara de mi padre era de absoluta preocupación.

- ¿Qué quieres decir?

-Le torturaron brutalmente, cuando se le llevaron de aquí apenas podía sujetar su propio cuerpo. -Dijo Atheneus.

- Pude sentirlo... creo que ahora mismo no van a hacerle nada, les interesa mantenerle con vida para que yo vaya a él. Tenemos que irnos, no hay tiempo que perder.

No podía evitar sentir impotencia y sentimiento de culpa, si yo no hubiera hecho caso a nadie y hubiera ido antes a por él, tal vez podría haberle evitado todo ese sufrimiento.

- EDON -

-Edon ¿Se sabe algo de la chica? -Pregunto Filtiarn.

-Todavía no.

-Entiendo... La has enseñado bien, su potencial es increíble.

Filtiarn observaba maravillado el escudo protector que cubría toda la Aldea, solo con verlo se podía sentir el poder que emitía.

- Un diamante siempre es un diamante, lo único que hice fue pulir un poco. Gracias por uniros a nosotros.

- Siempre lucharemos unidos por el bien común, no hay que dar las gracias Sabio Edon, es nuestra obligación con nuestro pueblo. -Filtiarn hizo una pausa y después me miro. - ¿De mi nieto tampoco se sabe nada verdad?

Claro de LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora