Caminaba a toda prisa para no perder el tren, porque, como era de esperar tras su agitada noche, se había levantado tarde.
- ¡Perdón! ¡Disculpe! - iba diciendo en voz alta, mientras se abría paso entre los transeúntes, mirando al frente para ver si encontraba a Jimin entre toda esa gente.
- ¡Min Yoongi! - escuchó que alguien lo llamaba y se quedó parado. - ¡Min Yoongi! - volvió a oír esa voz, pero esa vez la pudo identificar. Se giró y allí estaba, corriendo tras él.
- ¡Jimin! Pensaba que ya estarías en el tren. - el muchacho sonrió, tratando de recuperar el aliento.
- Me he despertado tarde, no he dormido bien esta noche, hyung. - le respondió. - ¿Te parece bien que te llame hyung? - Yoongi soltó una carcajada y asintió.
- ¿Qué te ha pasado? - el castaño se encogió de hombros y echó a andar a su lado.
- Supongo que los nervios por el trabajo nuevo.
- Lo entiendo, cuando yo empecé estaba igual, pero se irá pasando. - lo tranquilizó él.
- ¿Llevas mucho tiempo allí? Todo el mundo parece adorarte. - Yoongi sonrió avergonzado.
- Es mi tercer año, y la verdad es que me siento muy a gusto. - Jimin asintió con la cabeza.
- Parece un buen sitio, la verdad. ¿Habías trabajado en algún instituto antes? - le preguntó con curiosidad.
- No. Estuve trabajando en un buffet de psicología después de graduarme, pero no me convencía, así que decidí probar suerte. Me vine a Seúl, me especialicé en psicología educativa y busqué otros tipos de empleo. - el castaño lo escuchaba con admiración.
- ¡Vaya! ¿De dónde vienes?
- De Daegu, nacido y criado. - le respondió el pelinegro, cediéndole el paso para que entrase al vagón. - ¿Tú?
- Yo soy de Busán, hyung. - le explicó él, buscando un hueco libre para ambos entre los asientos llenos. - Allí trabajaba como monitor en un gimnasio, pero necesitaba aire fresco.
-¿No te iban bien las cosas? - el rostro del profesor se tornó serio.
- Sí, en el tema laboral sí. Pero en lo personal... - al darse cuenta de que estaban tocando temas delicados, Yoongi echó el freno.
- ¡Oh, perdona mi indiscreción! No quería ponerte en un compromiso. - Jimin sonrió, negando con la cabeza.
- No te preocupes, no pasa nada. - lo tranquilizó. - Estuve muchos años en una relación seria y, bueno... acabó hace unos meses.
- Lo siento mucho. - se disculpó el psicólogo avergonzado.
- No pasa nada, de verdad. - le respondió el castaño, apoyando la mano sobre su hombro en señal amistosa.
El corazón de Yoongi palpitaba con fuerza, hacía todo lo posible por sonreírle de forma natural, pero los nervios habían vuelto a apoderarse de él. ¿Qué demonios le pasaba? Parecía otra vez un estúpido adolescente.
Además, ni siquiera se conocían, esa era la primera conversación decente que mantenían.
- Te parecerá raro. - dijo Yoongi tratando de romper la tensión que sentía. - Pero no he tenido una relación seria en mi vida.
- ¿Raro? ¿Por qué? - le preguntó Jimin confundido.
- Bueno, acabo de cumplir treinta y dos.
- No lo veo un problema, hyung, si no has encontrado a la chica adecuada aún, me parece bien que no te involucres en relaciones serias. - las mejillas del pelinegro enrojecieron, estaba acostumbrado a que la gente asumiera su sexualidad, pero esa vez aclararlo le resultaba más complicado.
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Agridulce (Parte I) [YOONMIN]
FanfictionMin Yoongi no necesita amor. Él es feliz con su trabajo, sus amigos, su perro Holly y su copa de whisky. Pero, muy a su pesar, la vida tiene otros planes para él. "Se quedó absorto viéndolo bailar. Se movía con una soltura impresionante, deslizando...