- ¿Qué tienes en la cara? - le preguntó Namjoon confundido cuando lo vio salir de su despacho. El corazón de Yoongi dio un vuelco, preso del pánico. Si nadie los había pillado en pleno tema, sería ridículo que los pillasen después.
- ¿¡Qué tengo!? - el moreno soltó una carcajada.
- ¿Qué te pasa? ¿Estás nervioso por algo, Min Yoongi? - el psicólogo trató de mantener la cara y fingir indiferencia mientras cerraba la puerta del despacho. No sentía nada en su cara.
- No.
- Me refería a esa estúpida sonrisa. - le dijo Namjoon. Y aunque no lo vio, Yoongi soltó un suspiro de alivio.
- Eres idiota. - Namjoon se echó a reír con más fuerza.
- Lo siento, no sabía que podías sonreír. Pensaba que tenías los músculos de la cara atrofiados o algo así. - el pelinegro le dio un puñetazo a su amigo en el hombro.
- Te voy a... ¡Jimin! - el castaño que salía de la sala de profesores se quedó plantado delante de él. Yoongi sentía la mirada juzgadora de Namjoon sobre él, sabía que se había entusiasmado demasiado. - ¡Bora! - exclamó, intentando hacer parecer normal la situación.
- ¿Te has drogado? - le pregunto la jefa de estudios cerrando la puerta de la sala.
- Debe ser eso. - la apoyo Namjoon. - Es el único sentido que le veo a que Yoongi sonría. - el pelinegro soltó un bufido y echó a andar hacia la salida del instituto, por dentro daba saltos de alegría, pero por fuera, tenía que disimular. - ¿O quizás es porque va a ver a su amiga Wheein? - se giró para darle una mirada asesina a su amigo, pero sus ojos se cruzaron con los de Jimin. Quería decirle que no tenía nada de que preocuparse, pero no era el momento.
•••
Cómo cada viernes por la tarde, los cuatro amigos se reunieron alrededor de la mesa del bar para tomar una cerveza y charlar sobre su semana antes de irse a casa.
Yoongi intentaba actuar con normalidad, pero sus ojos no podían evitar buscar a los de Jimin que, teniendo en cuenta la cantidad de veces que se cruzaban, parecía que hacía lo mismo que él.
- Bueno... ¿Nos vas a contar entonces por qué estabas tan sonriente? - volvió a preguntar Bora, haciendo reír a Namjoon.
- Oye, que no es verdad, ¿desde cuándo te crees a este? - le rebatió Yoongi, siguiéndole el juego.
- Que sí, ha salido de la oficina con cara de estúpido. - el pelinegro miró de reojo a Jimin, que daba un largo sorbo a su cerveza.
- En serio, sois... - el sonido de su teléfono cortó su insulto. Lo sacó del bolsillo y miró la pantalla. - Tengo que cogerlo.
Advertencia: enfermedad de un familiar cercano. Por favor, no leáis si veis que es demasiado para vosotros. Como siempre, puedo hacer resumen.
Salió disparado hacia un lugar apartado, ver a su padre llamándolo no podía significar nada bueno.
- ¿Papá? ¿Va todo bien?
- Yoongi, hijo. ¿Puedes hablar? - lo saludó su padre al otro lado de la línea.
- Sí, papá, ¿qué pasa? - el silencio de su padre le dio la respuesta, pero necesitaba oírlo.
- Nos llamaron hace un rato para que viniéramos al hospital. Ya están los resultados. - le dijo con la voz entrecortada. - Es malo, hijo.
Sintió una lágrima rodar por su mejilla. No quería creerlo, no podía creerlo. Su madre era una mujer sana, y aunque empezaba a tener una edad, se cuidaba mucho.
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Agridulce (Parte I) [YOONMIN]
Fiksi PenggemarMin Yoongi no necesita amor. Él es feliz con su trabajo, sus amigos, su perro Holly y su copa de whisky. Pero, muy a su pesar, la vida tiene otros planes para él. "Se quedó absorto viéndolo bailar. Se movía con una soltura impresionante, deslizando...