Capítulo 11

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Caminaba solo, sin rumbo y sin comprender que pasaba. Lo único que sabía era que estaba cansado, que tenía frío y que no encontraba la forma de salir de aquel sitio tan oscuro y extraño.

Hasta que levantó la cabeza y lo vio, iluminando todo su alrededor como el sol de verano.

- Has venido. - susurró, agarrando su mano cuando lo tuvo a escasos centímetros de su cuerpo.

- Claro que he venido. - le respondió Jimin entrelazando sus dedos y apretándolos con fuerza.

- ¿Sabes cómo puedo salir de aquí? - le preguntó Yoongi, aún aterrorizado.

De repente, la oscuridad volvió y una gran sombra apareció frente a ellos.

- ¿Jung... Jungkook? - le pareció reconocer a su amigo entre la niebla.

- Oh, hyung, no esperaba verte aquí. - Jimin soltó sus manos y se acercó al menor.

- ¿Qué hacéis? ¿Qué... Qué está pasando? - gritó asustado al ver que la oscuridad se hacía mayor cuanto más se alejaban.

Quería correr, huir de ese lugar, quería que Jimin volviera a su lado, que Jungkook fuera su amigo otra vez. Quería ser feliz.

Pero sólo podía llorar.

- Woof, woof. - escuchó el ladrido de Holly a lo lejos y se giró buscándolo.

- ¿Holly? ¿¡Dónde estás!?

- WOOF WOOF WOOF. - el ladrido se hizo más intenso, más estruendoso, como si tuviera al perro prácticamente ladrándole al oído, pero no podía verlo.

Y entonces abrió los ojos.

•••

El perrito se había subido a su cama al verlo tan agitado y había ladrado hasta conseguir despertarlo.

- Holly... Gracias, eres el mejor. - le dijo acariciando su cabeza. Luego se giró para mirar la hora, eran las ocho y media de la mañana.

Se levantó de la cama empapado en sudor, dejando a Holly encima de ella, y se dirigió al baño. Necesitaba echarse agua en la cara y despejarse un poco.

Miró su rostro en el espejo, tenía los ojos hinchados del cansancio y las lágrimas secas manchaban sus mejillas. Había llorado de verdad a pesar de estar soñando.

Suspiró y abrió el grifo, sabía que todo había sido sólo una invención de su cerebro, pero en cierto modo, no podía evitar sentirse culpable. No quería ver a Jungkook como su enemigo, ni siquiera dormido. No quería sentirse así. No era justo para nadie.

Empapó su cara pensando en qué hacer. Quizás volver a salir algún día con Kibum y sus amigos era una buena opción para dejar el asunto atrás. Siempre se lo pasaba bien cuando estaba con ellos y se olvidaba de sus problemas.

No quería fingir que no le pasaba nada, pero tampoco quería hacer una montaña de un grano de arena. Al final, Jimin solo era un crush, un amor platónico, algo totalmente imposible.

Se secó la cara y se dirigió a la cocina, Holly también se había levantado y lo acompañó, esperando su desayuno. Yoongi sonrió al verlo sentado frente a su comedero y cogió su bolsa de pienso para llenarlo.

- Qué aproveche. - le dijo al perrito acariciando su cabeza, animándolo a comer. 

Luego se preparó su propio desayuno, unas tostadas con aguacate y un café solo, y se sentó en la mesa de la cocina a comérselo mientras pasaba de una red social a otra, matando el tiempo. Llamar a Kibum a esa hora tan temprana era absurdo, sabía de sobra que su amigo no estaría despierto.

Agridulce (Parte I) [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora