- Está claro lo que sucede, ¿no? - dijo Handong. Como casi cada domingo, Yoongi y Holly habían ido a comer a casa del matrimonio.
- No, la verdad es que yo me he perdido hace tiempo ya.... - confesó Jin en voz baja. Su mujer rodó los ojos, exhausta.
- A Jimin le gusta Yoongi, pero también le gusta Jungkook. Probablemente sepa que son amigos y no sabe como lidiar con ello. - el pelinegro torció el gesto.
- ¿Y si yo le gusto por qué no me lo dijo desde el primer momento? - Handong suspiró, agotada de lidiar con aquellos dos idiotas.
- ¿Se lo has dicho tú acaso? - Yoongi negó con la cabeza. - ¿Entonces por qué tendría que haberlo hecho él? Sois los dos igual de gili...
- ¡Dongie! - la cortó su marido. Handong estaba a punto de perder los nervios.
- Yo de verdad, no sé que hacer, no entiendo nada. Para una vez que me interesa alguien de verdad... Sale con mi amigo.
- Sigo opinando lo mismo, Yoon, deberías ser sincero con los dos. - Yoongi suspiró y se tapó la cara con ambas manos.
- Vale, sí. No sé como lo haré, pero encontraré la manera, lo juro.
- Así te quitarás un peso de encima. - le respondió Handong. - Estoy segura de que Jungkook lo entenderá, y en cuanto a Jimin... podrás empezar a pasar página si es que realmente no hay nada que hacer.
Yoongi asintió convencido, la realidad era que ser honesto era la única salida ante esa situación. Todo se había desmadrado demasiado y sabía que era cuestión de tiempo que Jungkook atara cabos y se lo contase a Jimin. Así que lo mejor sería ir de frente.
•••
A la mañana siguiente, llegó tarde al tren a propósito, e ignoró los mensajes de Jimin, que lo esperaba en la estación. No era capaz de lidiar con todo lo que estaba sucediendo y hablar con él de algo tan serio sentado en un vagón. Necesitaba un poco más de tiempo y el lugar adecuado.
Fue cuando llegó al tren unos minutos más tarde, con la seguridad de saber que iba solo, cuando sacó su teléfono y le respondió a Jimin.
- Hola, perdona que no te haya respondido antes. ¿Podrías pasarte luego por mi despacho? Me gustaría hablar contigo. - Jimin se conectó al instante.
- Hola hyung, ¿va todo bien? me he preocupado. - le respondió.
- Sí, todo bien. ¿Podrías pasarte luego y te explico?
- Claro. Tengo libre a las once.
- Nos vemos a las once entonces.
Cuando llegó al instituto trató de centrarse y gestionar las cosas que tenía pendientes, pero le resultaba complicado. Miraba el reloj una y otra vez, deseando que los minutos pasaran para poder resolver de una vez aquello que no lo dejaba vivir en paz.
Quizás hablar con Jungkook primero habría sido la mejor idea, pero el muchacho apenas tenía tiempo libre con el trabajo, y además, tampoco sabía como abordar el tema.
Por suerte, aunque a Yoongi se le hizo eterno, el tiempo pasó. Y en el mismo instante en que el reloj marcó las once, alguien tocó su puerta.
- Adelante. - se ajustó bien su jersey y respiró profundo. No era un crío, podía lidiar con ello.
- Hola, hyung. - un tímido Jimin asomó su cabeza por la puerta. - ¿Puedo pasar?
- Claro. - lo recibió él. - Siéntate porfa. - el castaño se acercó a la silla, pero se frenó en seco antes de llegar.
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Agridulce (Parte I) [YOONMIN]
FanfictionMin Yoongi no necesita amor. Él es feliz con su trabajo, sus amigos, su perro Holly y su copa de whisky. Pero, muy a su pesar, la vida tiene otros planes para él. "Se quedó absorto viéndolo bailar. Se movía con una soltura impresionante, deslizando...