Aviso: a partir de aquí se trata (en momentos puntuales) de forma más explícita la situación de la señora Min. Por favor, evitad leer si os afecta demasiado. Como siempre digo: os puedo hacer un resumen sin problemas.
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Los días pasaban y, aunque el tratamiento pre operatorio de la señora Min parecía surtir efecto, también la debilitaban más y más. Su pelo había comenzado a caerse y eso la tenía más triste de lo normal, pero Yoongi y su padre ya estaban buscando alguna solución que la ayudase a verse bien y sentirse más cómoda.
A pesar del cansancio, la señora Min siempre encontraba momentos para sentarse a charlar con su hijo mientras compartían un café.
Estaba entusiasmada con la existencia de Jimin en su vida y no podía disimular. Conocía bien a Yoongi y sabía que esa vez era diferente, por eso cada día le preguntaba si había hablado con él.
La situación con Jimin era un tanto complicada. Solían hablar a menudo por chat o llamadas, pero evitaba tocar ciertos temas que pudiera ponerlo en un compromiso. El castaño le había dejado clara su situación y él no iba a presionarlo.
Por suerte, la conversación con sus amigos Hoseok y Taehyung había ido bien. Los chicos habían sido muy comprensivos con él y habían solucionado sus problemas.
Además, Jimin le había contado que le daba la sensación de que algo pasaba entre ellos, que se gustaban o algo así pero que no se atrevían a decirlo, así que esperaba al menos haberles servido de ejemplo.
- ¿Cómo van las cosas por allí? - le preguntó el castaño. Lo había llamado un rato durante un hueco entre clases.
- Bueno... mi madre va con su tratamiento, poco a poco. Por suerte la operan pronto.
- ¿Cómo se encuentra? - Yoongi se dejó caer sobre su cama.
- Más o menos, ella le pone actitud pero a veces vomita y se siente mal. Es muy jodido. - le respondió con tristeza.
- Lo siento, hyung... Ojalá pudiera hacer algo por ayudarla. - el pelinegro sonrió enternecido.
- Dice que quiere conocerte.
- ¿Le has hablado de mí? - Yoongi apretó los labios al darse cuenta que se había expuesto a sí mismo.
- Claro... Somos amigos, ¿no? - Jimin soltó una carcajada, había intentado disimularlo, pero sus varios segundos de silencio lo habían delatado.
- Por supuesto.
- ¡Yoongi, hijo! - escuchó la voz de su madre a lo lejos y se levantó de la cama.
- Hablando de la reina de roma... - le dijo al castaño. - Hablamos en otro momento, ¿vale? Voy a ver que necesita.
- Vale hyung, cuídate.
- Y tú. - colgó el teléfono y con una estúpida sonrisa salió de su habitación. Su madre estaba en la cocina, como siempre, pues aunque se encontraba regular se negaba a dejar de cocinar. - ¿Qué pasa?
- ¿Podrías ir a la tienda un momento? - Yoongi asintió con la cabeza. - Me he quedado sin pasta de tomate y la necesito.
- ¿Dónde está papá? - le preguntó. No quería dejarla sola en casa sabiendo como estaba.
- En la ducha, debe estar terminando. No te preocupes. - le respondió tranquilizándolo. - Coge dinero de mi bolso que está...
- Mamá, por favor, que no soy un crío. - la cortó Yoongi entre risas. La señora Min soltó una carcajada.
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Agridulce (Parte I) [YOONMIN]
FanfictionMin Yoongi no necesita amor. Él es feliz con su trabajo, sus amigos, su perro Holly y su copa de whisky. Pero, muy a su pesar, la vida tiene otros planes para él. "Se quedó absorto viéndolo bailar. Se movía con una soltura impresionante, deslizando...