Vida Adolescente

Cap. 29

Ya has pasado cuatro días desde lo del torneo y aún estaba pasando estragos por los incidentes causados, tanto así que ahora los miembros de club de lucha mixta tenían más restricciones y más supervisión para evitar estas cosas, haciendo así que los entrenamientos menos duros y largos, eso claramente le disgustaba a Damián haciendo que su entrenamiento matutino sea más intenso para que pueda compensar el ahora aburrido entrenamiento de la lucha mixta.

  -¿Cómo van?- Se escucha una voz de un comunicador.

  -Esta entrenando- Dice un chico con flojera y sueño.

  -Esta haciendo lagartijas....espera...ya terminó ahora...está golpeando a un árbol y dándole patadas- Dijo otro chico con binoculares mirando sus acciones.

El pequeño chico peli negro y de ojos verdes, golpeaba con gran fuerza al árbol haciendo que de este salieran pequeñas partes de su tronco repetidas veces, y hacía esto sin mostras algún jesto de dolor alguno o molestia, su mirada era sería y fría.

  -Que miedo- Dijo el de los binoculares.

  -Sigan vijilandolo y avísenme sin ven algo... interesante- Dijo la voz para luego cortar.

  -Que fastidio, por qué nos toca esto- Dice y da un bosteso- ¿Por qué diablos hace esto tan temprano?- Dijo cansado.

  -Dicen que es uno de los más aplicados de la academia hasta hay rumores que dicen que lo piensan adelantar de año- Dijo el de los binoculares sin despegar su vista al chico.

Damián seguía golpeando el árbol, pero él ya lo sabía, alguien lo estaba siguiendo, desde que llegó del torneo podía sentir como alguien lo vijilaba y seguía, claro que no hizo nada al respecto ya que al principio solo pensaba que podría ser esa chica rubia acosadora, pero no, podía sentir más de una mirada sobre de él y eso estaba empezando a molestarle.

Damián se detiene, respira profundo para agudizar sus sentidos, para así saber exactamente donde estaba, giro en su propio eje para ver fijamente a una dirección.

  -Hijo de..- Dijo el de los binoculares.

El chico por la sorpresa deja de verlo y retrosedes un poco.

  -¿Qué? ¿Que pasa?- Dijo el chico entre curioso y confundido.

  -Ese idiota me miró- Dijo asustado.

  -¿Qué? No digas tonterías, estamos a más de veinte metros de distancia, es imposible que sepa nuestra ubicación, seguro fue una coincidencia- Dijo en tono cansado.

  -Te juro que me miró, hasta podía sentirlo- Dice y se pone de nuevo los binoculares- Y ahora no está- Dijo sorprendido.

  -¿¡Qué!?- Dice sorprendido y le quita los binoculares para ver- Demonios ¿A dónde diablos fue?- Dijo algo molesto.

   -No lo sé- Dice y saca el comunicador- Aquí equipo aguila, perdimos de vista al objetivo ¿Pueden verlo?- Dijo en tono estresado.

  -Aquí equipo Alcón, no lo vemos de camino a los dormitorios, probablemente solo fue por una soda- Dijo la voz del comunicador.

  -Bien sigan vijilando, nosotros nos moveremos- Dice y corta- Vamos hay que encontrarlo o nos meteremos en problemas- Dijo entre serio y asustado.

Luego de decir eso ambos salen de su escondite y empiezan a caminar por los alrededores buscando al chico Wayne, sin saber que era él quien los seguía por la copa de los árboles, sigiloso, saltando en rama en rama estando a una distancia segura de ellos, pero aun así podía escuchar sus conversaciones.

  -Menudo día, no solo me hacen levantarme cuál granjero y ahora tengo que buscar a un chico como un acosador- Dijo el chico con flojera.

  -No lo digas así, hace sonar que hacemos algo malo- Dijo el de los binoculares.