Daniela
Ella se fue y Sebas estaba ahí, entramos e inmediatamente empezó a besarme, sabía lo que quería, le había dicho que esta sería nuestra noche.
-Te deseo mucho- estaba recorriendo todo mi cuerpo, cerré los ojos para pensar en que era lo que necesitaba, estar con alguien más íntimamente y así sacarme a esa mujer por completo. Sus besos bajaron a mi cuello, sus manos fueron a mis piernas, quitó la parte de arriba de mi cuerpo, se quitó su camisa y cuando lo vi encima de mí, la vi a ella, eran sus ojos verdosos, su boca, su nariz, era ella -Te amo- sonreí por sus palabras y solo la tomé del cuello para besarla, era mi amor.
Hicimos el amor, sentía que era lo mas mágico que estaba viviendo, volver a estar entre sus brazos, volver a amarla y que ella me ame.
Pero todo cambió cuando llegamos a tener el orgasmo, abrí mis ojos y ella desapareció. Mi corazón empezó a latir con fuerza por la estupidez que había echo, no era ella, era Sebastián quien me había tocado, mis manos empezaron a temblar, me levanté rápido de la cama y me encerré en el baño, mis lágrimas empezaron a bajar, por alguna razón me sentía sucia.
-Amor ¿Estás bien? Tengo que entrar, quiero hacer pipí y tirar el condón- mierda.
-Ya voy- me lavé la cara y las manos, cuando salí él estaba desnudo al igual que yo -¿Y si mejor vamos por la segunda vuelta?-
-Estoy cansada Sebas- pasé de largo, tomé mi pijama -Me voy a duchar a la otra habitación- salí de ahí y me di la ducha mas larga de mi vida.
Cuando volví a la habitación él estaba dormido, así que aproveché y decidí irme a dormir a la misma habitación donde me bañé.
No podía dormir así que regresé y saqué la sirena que me dio Poché.
-¿Por qué no puedo sacarte de mi corazón y mi alma? ¿Por qué a pesar de todo sigues provocandome?- decía en voz baja -Me lastimaste, jugaste conmigo como se te dio la gana, mereces sufrir pero por qué me lastima-
De mas está decir que no pude dormir en toda la noche pensando en lo que vendría de ahora en adelante.
Poché
Los días pasaron, intentaba estar cerca de Daniela pero ella simplemente me evitaba, solo se limitaba a hablarme por Anto, arreglamos los papeles y en cuestión de días será Antonia Garzón Calle, pasamos navidad en su casa, y aunque ella se mantuvo lejos de mí puedo decir que fue una navidad muy especial, ahora tenía una hija a la cual podía dar regalos, siempre me había gustado estas fechas pero con mi papá no lo podía demostrar, él siempre fue una persona fría y decía que este tipo de fiestas nos hace ser cursis, no tenía sentido pero igual yo hacía todo lo que él dijera.
Faltaban solo unos días para que el año se acabara, otro año más amando a Daniela Calle.
-¿Cómo van las cosas con Omar?-
-Bien, esa era su área-
-Me alegro-
-Por cierto, tu amigo Juancho llamó- fruncí mi ceño -Dijo que había mandado unos documentos- asentí.
-Está bien-
-Pero llegan mañana a primera hora- asentí -¿Necesitas algo mas?-
-No Eliana gracias-
Terminé lo que estaba haciendo y me fui al muelle, estaba haciendo una linda tarde.
-Sigue igual a como lo dejaste- comenté sentándome, Daniela estaba ahí junto al bote que usaba para ir de pesca.

ESTÁS LEYENDO
Calle Melody
AcakDespués de la muerte de sus padres Daniela Calle tuvo que enfrentarse a una vida llena de necesidades, con una hermana mayor que no le ayudaba en nada. Trabajaba en lo que su padre le enseñó hacer desde chiquita, la venta de pescado, su vida aunque...