Capítulo 43

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Poché

Aún no me podía creer esta maravillosa noticia, iba a ser madre por segunda vez y ahora si iba a estar en el proceso. No podré tener mas hijos pero bueno ya tengo dos mi Anto y el que viene en camino.

-Te traje ropa- me dijo Calle entrando a la habitación.

-Gracias- hoy justo me daban el alta, el oficial vino por la mañana a ponerme un aparato en el tobillo donde indica mi ubicación así que si me quiero escapar me encontrarían rápido.

-¿Te ayudo?-

-No gracias puedo hacerlo sola- dije entrando al baño, no era que la quería tratar mal, solo que me molestaba que me vieran como una enferma.

Salí ya cambiada y ella estaba ordenando unas cosas.

-¿Ya nos podemos ir?- pregunté y ella asintió.

-Sí, la policía nos está esperando, Anto se fue por la mañana con Pao para que no viera todo este protocolo-

-Gracias- fue lo único que dije.

Empecé a caminar y era verdad, los policías me escoltaban, toda la gente me volteaba a ver pues parecía una gran criminal saliendo con policías a mi lado.

Abordamos el avión y en cuestión de hora y media aterrizamos en Cartagena, el aire se sentía diferente, era un ambiente cálido que a pesar de que no iba a poder salir de casa no estaría en aquellas cuatro paredes rodeada de mujeres capaces de hacerme daño.

Nos subimos a una camioneta y cuando nos empezamos acercar a la casa mi corazón latió con fuerza.

-¿Emocionada?- preguntó Calle.

-Bastante la verdad- sonreí y la voltee a ver, ella sonrió conmigo y me pareció la sonrisa mas sexy que pudo darme.

-Hemos llegado- dijo el oficial -Te sacaste la lotería Garzón, esto no es una prisión, además tienes la suerte de tener la empresa en el mismo terreno, puedes trabajar y así distraerte-

-¿De verdad?-

-Claro, solo no puedes salir de esa área- asentí feliz -Bueno hasta aquí llegamos, disfruta de estos dos años en casa-

-Gracias por todo oficial- nos despedimos ya dentro de la casa, mis días empezaban a contar, dos años, dos años-

Ingresé a casa y de inmediato Ramón vino a mi encuentro.

-Pero miren quien vino a recibirme, hola pequeño- ladraba de felicidad y meneaba su colita.

-¡Mamiiii!- escuché el grito de mi pequeña, levanté la vista y sonreí de oreja a oreja, venía corriendo a mi con un vestidito lila se veía adorable.

-Amor mío- la abracé fuerte y empecé a llenarla de besos -Mi Anto-

-Mami, ya no te vas a ir- dijo aún con su carita hundida en mi cuello.

-No mi amor, voy a estar aquí contigo-

-Gracias mami- me dio un besito en mi mejilla -Te amo, Ramón y nuestro hermanito te amamos- sonreí.

-¿Ya sabes?-

-Sí y si es niño le tienen que poner de nombre Alex-

-Es buen nombre- dije sonriendo.

-Bueno vayan a lavarse las manos que la mesa está servida- dijo Alison llegando -Me alegra mucho tenerla de vuelta-

-Gracias Alison- Anto quiso comer en mis piernas y la verdad no me molestaba.

Comimos entre risas, esta niña no para de hablar, luego fuimos al jardín a jugar con Ramón, Daniela se había ido para su casa.

Pero cuando la noche llegó, vi que entró a la casa, seguramente a recoger a Anto, sin embargo Pao venía con ella.

Calle MelodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora