Capítulo 53

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Daniela

Tres meses después

Habíamos preparado todo para la boda o mejor dicho celebración de amor, a pesar de ya poder tener intimidad no lo hemos echo con Poché y no porque no queramos sino que dos bebés demandan de mucha mas atención.

-Mami ¿Y mis hermanitos?-

-Con mami Poché abajo mi amor-

-Voy a verlos- salió corriendo y terminé de cambiarme.

Cuando bajé mi amor se estaba encargando de darle de comer a Anto mientas que con una pierna mecía a los bebés en la carreola.

-Que pro te ves-

-Verdad-

-Déjame yo le doy a Anto de comer ¿Y Alison con Pao?-

-Salieron hacer super, nos dejaron el desayuno servido-

-Sabes estoy feliz, ya solo te queda un año- ella asintió.

-¿Un año de qué?- preguntó Anto.

-De no poder salir de casa-

-¿De verdad? ¿Ya vamos a poder salir por un helado y al centro comercial?-

-Sí mi amor- respondió Poché.

En eso los bebés se despertaron reclamando leche ¿Tan conectados están que despiertan al mismo tiempo? ¿Por qué no lo hace uno primero?

Los atendí y en eso Poché fue a cambiar a Anto.

-¿Les parece si tenemos un día de yate-  ellas asintieron.

-Que sexy te ves así- me susurró al oído y me puse nerviosa.

-No hagas eso que me pongo a pensar en otras cosas contigo y no podemos- dije y ella se mordió el labio.

-Te amo Calle- me dio un beso y salimos de la casa para ir al yate.

Pero en eso tocaron el timbre así que fui abrir.

-Hola mi amor- era Laura con Lucía.

-Hola, que bonito tenerlas aquí-

Saludaron a Poché y a nuestros hijos.

-Tías ¿Vienen con nosotras al yate?-

-Yo encantada- dijo Lau.

-Yo también- dijo Lu.

Nos subimos y en eso empezamos a poner música.

Me mordí el labio al ver a Poché manejar esta cosa.

-¿Le tienes muchas ganas verdad?- me sobresalté al escuchar a Laura.

-Estúpida me asustaste-

-Eso es porque tienes los pensamientos sucios y ya veo por quien- me sonrojé.

-No hemos podido estar juntas Lau, nuestros hijos requieren de mucha atención-

-¿O sea que en estos tres meses nada de nada?- negué -Ya veo por qué la miras como si fuera un pedazo de carne-

-Boba- le dije y en eso el yate se detuvo.

-¿Cuánto duermen?- dijo refiriéndose a los bebés que estaban dormidos.

-Como dos horas ¿Por qué?-

-Porque te voy hacer un gran favor,  solo que te pido no grites mucho porque Anto está despierta y yo tampoco me quiero traumar, pobrecita mi mente llega a escuchar tus gritos de placer, además me pueden dar ganas a mi también y no tengo con quien aquí- me reí por lo que dijo.

Calle MelodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora