Capítulo 29

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Poché

Desperté y Lau estaba viendo su celular.

-¿Estás bien?- preguntó en cuanto se dio cuenta que había despertado.

-Sí ¿Qué me pasó?-sentía un fuerte dolor de cabeza.

-Te dio un ataque de ansiedad- los recuerdos vinieron a mi.

-Sí, ahora lo recuerdo, creo que se me está haciendo costumbre desmayarme con Daniela aquí-

-¿Qué te hizo para que te pusieras así?-

-No tiene importancia- me levanté y busqué una pastilla para tomarla.

-¿Cómo que no tiene importancia? Estabas muy mal-

-Lau, lo único que me quedó claro es que esa mujer está dispuesta a destruirme pero no me importa, así como ella va a luchar por herirme yo también voy a luchar por conquistarla- dije decidida.

-¿Por qué no te alejas? Estás a tiempo, vete María José, vete por favor, no sabemos hasta qué punto pueda llegar- me acerqué y la tomé de las manos.

-Gracias por preocuparte, pero no me voy a ir, voy a luchar por el amor de Calle, así ella esté con Sebas, no me importa, sigue siendo mi esposa y si no me ha pedido el divorcio es porque en el fondo sigue sintiendo algo por mi-

-Parece que no te voy a convencer, así que solo te deseo suerte- iba a salir.

-Espera ¿Vamos a comer?-

-No tengo hambre, además estoy de turno, vine solo porque Calle me llamó- ya entendí.

-Claro, entiendo- ella asintió y se fue.

Era de esperar que ahora que ella volvió se aleje de mí, Calle es su mejor amiga y yo sigo siendo la malparida que la engañó.

El resto del día lo trabajé, estaba pensando en ir a buscarla pero por alguna razón decidí solo ir a mi casa.

-Gran día- comentó Eliana saliendo de la empresa.

-Pues sí, un buen día-

-¿Tienes planes esta noche?- negué.

-Ir a mi casa nada más-

-¿No te aburres, vives prácticamente en el trabajo?- sonreí -Te invito a cenar-

-¿En serio?-

-Sí, vamos ¿O es que acaso tiene prohibido las citas con sus empleados?- levanté mis cejas al escuchar eso.

-Pues no, aunque no sé si debería- dije y ella sonrió.

-Solo será una cena lo prometo, aunque si quieres otra cosa tampoco me molestaría- dijo coqueta y me puse nerviosa.

-La cena está bien, deja y llevo esto a mi casa-

-Te espero todo lo que quieras- asentí y fui a dejar mi portafolio, aunque ahora ya estoy dudando en si mi decisión fue buena.

-Listo- dije al salir, sería una mal educada si la dejo plantada.

-Vamos entonces- me subí a su auto y ella arrancó.

-¿A dónde me llevarás?-

-Es un lugar muy bonito, ya lo verás- llegamos y sí que lo era, el ambiente se sentía bien, música, buena comida, buena decoración, era perfecto -¿Te gusta?-

-Me encanta la verdad- ella sonrió.

-Buenas noches, síganme por favor y les asigno una mesa- saludó el mesero.

Calle MelodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora