Calle Melody

Capítulo 49

Daniela

Desperté y lo primero que vi fue como por la ventana ingresaban los primeros rayos del sol, sentí que me movía y entonces fui consciente que estábamos aún en el mar. Me voltee suave pues mi vientre ya no me permitía tener mucho movimiento y entonces sonreí como una idiota, pues a mi lado estaba la mujer mas impresionante durmiendo como un lindo angelito, detalle su rostro y era perfecto, recordé todo lo que hicimos anoche y mordí mi labio de solo volver a sentir sus manos y su besos por  todo mi cuerpo.

-Deja de verme así que me vas a desgastar- comentó aún con los ojos cerrados y me reí.

-Pensé que aún dormías- dije y entonces me vio con esos ojos aceitunados que me vuelven loca.

-Buenos días amor- sonreí y le di un beso.

-Pensé que había soñado pero veo que no y mi realidad es que estoy con la mujer de mi vida-

-Quiero el divorcio- mi sonrisa se borró en cuanto dijo eso.

-¿Qué?-

-Quiero que nos divorciemos y nos volvamos a casar pero ahora de verdad, sin engaños de por medio- mi alma volvió al cuerpo y le pegué en el hombro.

-Boba me asustaste, pero no es necesario divorciarnos-

-¿A qué te refieres?-

-A que si lo que quieres es una fiesta, la podemos hacer, sería como un acto de celebración por nuestro amor ¿Si me entiendes? No hace falta que nos divorciemos, solo será como la celebración que nunca tuvimos -

-¿Y eso incluye la luna de miel?- preguntó alzando las cejas -Aunque tendrá que ser aquí porque no puedo ir lejos- me pegué a ella.

-La luna de miel, empezó desde anoche y quiero continuar en este preciso momento- bajé mi mano y su amigo estaba mas que listo.

-Como te gusta- comentó y asentí.

-Justo como me gusta- sonreímos y esa mañana volvimos a hacer el amor, soy adicta a esta mujer y de eso no hay duda. Después de desayunar decidimos que debíamos regresar pues no hemos visto a Anto.

Llegamos al muelle y caminamos tomadas de la mano, extrañé hacer esto, sentía que ahora si nada ni nadie nos podría separar.

Entramos a la casa y como dijimos ella corrió a nuestro encuentro junto a Ramón.

-¿Dónde estaban?- hizo un hermoso puchero.

-Estábamos arreglando algunas cositas mi amor, para ser una gran familia-

-Mmm ¿Y se van a dar besitos?- preguntó tapando su carita.

-Si amor, mami Dani y yo nos amamos y nos daremos besitos- ella sonrió.

-¿Entonces ustedes van hacer novias?-

-Sí, novias y esposas-

-¡Siiii!- Alison y Pao también estaban felices por nuestra reconciliación y eso me encantaba.

Pasamos un día bastante agradable en familia, hicimos picnic en el jardín, Anto sonreía como nunca la había visto, todo era maravilloso.

La noche llegó y fuimos a acostar a nuestra hija y cuando iba a entrar a mi habitación Poché me detuvo.

-¿Qué haces?-

-Ir a dormir- dije y ella levantó las cejas.

-Vamos a entrar a esa habitación pero solo para sacar tu ropa, no pienso pasar una sola noche mas durmiendo en otra cama lejos de ti, así que vamos porque de ahora en adelante dormirás donde siempre debiste hacerlo, conmigo, tú esposa, tú mujer- me sonrojé al escucharla y la abracé.