Calle Melody

Capítulo 14

Daniela

La mejor noche de mi vida y ella había sido la responsable, había tenido mi primera vez, con la mujer que amo y en un lugar maravilloso, sonreí automáticamente al recordar todo. Ella seguía aferra a mi, con su brazo sobre mi cintura, empecé acariciar su mano, me encantaba como se le marcaban las venas y cuando hace fuerza aún mas.

-Para porque si sigues te voy hacer mía otra vez- pegué un pequeño brinco al escuchar su voz.

-Nada te detiene- dije y en un segundo sentí como pasó su erección mañanera por mi trasero, levantó mi pierna y se empezó a hundir en mi -Ahaha, ahaha- pasé mi brazo para atrás para agarrar su cabeza pues me lo estaba haciendo de lado -Ahahah, ahahha-

-Ahhaha Dani, ahahha- se estaba moviendo mas rápido y eso me estaba volviendo loca -Ahahha eres mía solo mía- me decía al oído.

-Ahahha, si mi amor solo tuya- sentí como me penetró con mas fuerza que en cuestión de segundos me hizo estallar en un orgasmo, ella salió pues no se había puesto condón y debo reconocer que es mucho mejor así, piel con piel pero por ahora no queremos hijos sería demasiado rápido.

-Buenos días- me dio la vuelta para que la mirara.

-Buenos días hermosa- le di un beso.

-¿Qué se siente ser la mujer de María José Garzón?- preguntó toda engreída. Rodee los ojos y me senté -¿A dónde vas?- preguntó imitando mi acción.

-Al baño- intenté pararme con la sábana puesta pero ella no lo permitió -¿Qué pasa?-

-No te tapes, no hay nada que no haya visto ya, así que... -la haló y me quedé desnuda frente a ella -Mucho mejor- me sonrojé pero tenía razón, ella ya me había visto desnuda así que solo caminé hacia el baño escuchando una risa de su parte.

Cuando regresé a la habitación ella no estaba, me puse mi ropa y salí a buscarla, esta de espaldas hablando por teléfono no quería escuchar pero la curiosidad me ganó así que me acerqué mas.

-Ya te dije que no, mi papá no se va a conformar con eso, lo conozco muy bien- decía ella -No sé qué hacer- pasó su mano por la frente en forma de frustración -Bien y ¿Tengo que hacerlo? No quiero dejar a Daniela- supongo que hablaba de su viaje así que sonreí -Bien te veo allá- cortó la llamada y entonces la abracé, pegó un pequeño brinco -Hola hermosa, no te sentí llegar-

-¿Tienes que irte?- asintió.

-¿Escuchaste lo que dije?- preguntó atenta, no podía mentirle.

-Sí, no quería pero ya estaba lo suficiente cerca, lo siento- me veía seria.

-No lo vuelvas hacer- empezó a caminar hacia la cabina del capitán enojada.

-Ey, ya lo siento, no volverá a pasar- dije detrás de ella.

-Perdón- se volteo y me abrazó -Pero es que el viaje me tiene molesta ¿Y si vienes conmigo?- preguntó con una sonrisa -Sí mi amor ven conmigo, así no te tengo lejos- aunque tenerla lejos me doliera no podía irme así nada más.

-No puedo- su sonrisa desapareció -Tengo responsabilidades entiende por favor- bajó la mirada -Pero te voy a estar esperando- me acerqué y la abracé.

-¿Si me vas a esperar?- preguntó con un puchero adorable que me encargué de besar.

-Soy tu mujer por supuesto que lo haré- me vio con un brillo especial y me besó como solo ella sabe hacerlo.

-Te amo mujer mía-

-Yo te amo más mi amor-

Volvimos a nuestra realidad, me despedí de ella y me fui a la casa, no tenía ánimos de ir al mercado.