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Poché
Hicimos todo el proceso para ingresarme a prisión, pero cuando me entregaron el uniforme supe que ya todo estaba perdido, estoy segura no serán solo estás tres semanas.
Ingresé y las demás reclusas empezaron hacer bulla por mi presencia, carne fresca cómo dirían algunos.
-Entra- la oficial me empujó a una celda.
-Hola amorcito, bienvenida- dos reclusas llegaron a mi -¿Es verdad lo que dicen? ¿Tienes un amigo ahí entre las piernas?-
-Por supuesto que es verdad- dijo otra -Si se le mira perfectamente- rieron.
-Sabes, podrías hacernos el favor a todas aquí y te pagaríamos muy bien-
-Nada de pagar, su pago sería no tocarla- pasó su mano por mi cara -Es hermosa y con su amigo mucho más, ya hasta se me mojaron las bragas ¿Tienes idea de cuanto tiempo no he tenido un buen sexo?-
-Pues te quedarás con las ganas, no soy ninguna prostituta- pensé en acostarme pero me lo impidieron.
-Haber mamasita, mas te vale que no nos desafíes porque te aseguro que niñas como tú no aguantan nada, eres una fresita de papi y mami, aquí no nos importa si tienen dinero o no, estamos en la misma situación así que ve bajándole a tu tonito y acepta nuestro trato-
-No lo voy aceptar- ellas sonrieron.
-Bien, entonces bienvenida seas a este mundo- sentí el primer golpe en la cara, otras tres llegaron y me sujetaron mientras la cuarta persona no se detenía.
Era la paliza de mi vida la que me estaban dando. Escuché ruido y sentí como las apartaban de mi, eran otras presas.
-¿No les da vergüenza seguir haciendo esto?- escuchaba que discutían.
-Ay que recibirlas como se debe, piensan que por ser niñas ricas van a venir hacer lo que quieran aquí, además este no es tu lugar vete-
-Se que no es lo mío, solo vine por ella-
-¿La conoces o qué?-
-Para nada, pero sabía lo que harías y déjame decirte que de ahora en adelante no la tocas, es parte de nosotras-
-Ya, ya, te la quieres coger cierto, solo por eso lo voy a dejar así, llévatela entonces ahí esta y limpia su estúpida sangre que me manchó el piso-
-Jódete- sentí que me tomaron de los brazos y de la cintura, no quería ir pero en estos momentos no tenía fuerzas para resistirme.
-Siéntala ahí- ordenaron y me sentaron en una cama -Voy hablar con la oficial para decirles que de ahora en adelante dormirás en esta área- se levantó y salió.
Me recosté y a los pocos minutos ella regresó, llevó todo lo necesario para curarme las heridas.
-Siéntate tengo que curar eso- hice lo que pidió y empezó a curarme, me dolía y ardía mucho.
-¿Por qué me ayudas?- pregunté al hacer contacto con ella. Era una mujer de aproximadamente unos cuarenta años.
-Porque te conozco, sé que eres una Garzón-
-Si quieres dinero a cambio estas perdiendo el tiempo. No tengo nada- ella sonrió.
-¿No me recuerdas?- me confundió eso de su parte ¿Conocerla? ¿Acaso debería?
-¿Debería recordarte?- no dijo mas y solo siguió haciendo su trabajo hasta que terminó, la pude observar mejor, era guapa, me sonrió y la analicé mejor -¿Me acosté contigo y por eso me conoces?- ella se rió fuerte.

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Calle Melody
De TodoDespués de la muerte de sus padres Daniela Calle tuvo que enfrentarse a una vida llena de necesidades, con una hermana mayor que no le ayudaba en nada. Trabajaba en lo que su padre le enseñó hacer desde chiquita, la venta de pescado, su vida aunque...