Daniela
Llegué a casa antes de lo que suelo llegar siempre, tenía que preparar todo, ya me había encargado de comprar los boletos para salir a primera hora mañana.
-Llegué- anuncié e inmediatamente Ramón vino a mi encuentro seguido de mi pequeña hija -Hola hermosa, mamá está aquí- la cargué y ella hundió su carita en mi cuello -Ay, hola a ti también hermoso- ladraba de la felicidad por verme -¿Me extrañaste?-
-Chi- Paola llegó a mi lado.
-Señorita Calle, que alegre verla temprano, esta pequeña no se ha querido bañar hoy-
-¿Y eso? No tienes que hacerle berrinche a Pao, dime ¿Por qué no te quieres bañar?-
-Poque tengo fío- dijo haciendo puchero.
-¿Tienes frío? Pero si yo te veo sudando-
-Mami, poque etaba jugando con Pao, pelo yo tengo fío- me reí.
-Bueno, te lo voy a dejar pasar por hoy pero mañana no te salvas, además, vamos a viajar-
-¿Qué echo?- frunció su ceño.
-Vamos a ir a otro lugar, donde hay mucha agua y arena para hacer los castillos ¿Qué te parece?-
-Chí, yupi- celebró.
-Hay que preparar las maletas, así que Pao prepara la tuya por favor-
-Por supuesto ¿Mucha o poca?-
-Toda, nos vamos a vivir a Cartagena- ella me vio sorprendida -Desde allá voy a trabajar, ya resolví todo-
-Mami, allá voy a vech lach sinenas- había heredado mi gusto por las sirenas.
-No mi amor, las sirenas viven mucho mas lejos, pero si vamos a ver los peces ¿No es genial?-
-Chi- sus ojitos brillaban, lo bueno de esto es que iba a pasar la mayor parte del tiempo a su lado, había dejado encargado a Raúl, mi hombre de confianza aquí, aunque obviamente yo iba a supervisar todo desde allá.
-Vamos hay que preparar las maletas porque salimos a primera hora-
Preparamos las maletas, hace unos meses había comprado una casa cerca del mar también y que estaba justo al lado de donde antes vivía, iba a ser vecina de Poché, mi plan se tenía que adelantar, solo espero que todo salga bien y que esa mujer junto a su padre paguen por todo el daño que me hicieron.
Al día siguiente llegamos a Cartagena a eso de las nueve de la mañana, mi pequeña Anto venía muy dormida así que rápido nos subimos a un uber. Sentí muchas emociones al estar de nuevo aquí, eran solo dos años pero todo aquí me recordaba a mi familia y al daño que me hizo ella.
-Bienvenidas- dijo la señora que trabajaba aquí.
-Gracias- dije y entré, la casa era hermosa, era muy grande justo para que Anto juegue -Esta será tu habitación Pao-
-Muy bien, gracias señorita Calle- seguí y entré a la mía, mi hija dormiría conmigo hoy, hay que prepararle su habitación igual que la que tenia en Medellín para que no se sintiera incómoda. La acosté y me asomé al balcón que daba justo a la casa de Poché, suspiré fuerte pues era hermosa, definitivamente Poché tenía buen gusto, vi mas allá y se podía ver lo que supongo es la empresa.
-Pao voy a salir, te encargo a la niña-
-Sí señorita-
Salí y justo Sebas venía entrando.
-Perdón se me hizo un poco tarde- me dio un beso en los labios.
-No te preocupes, pero tenemos que irnos ya, espero que ella no haya ido-
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Calle Melody
عشوائيDespués de la muerte de sus padres Daniela Calle tuvo que enfrentarse a una vida llena de necesidades, con una hermana mayor que no le ayudaba en nada. Trabajaba en lo que su padre le enseñó hacer desde chiquita, la venta de pescado, su vida aunque...