Capítulo 44

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Poché

Estaba terminando de cambiarme cuando tocaron la puerta.

-Adelante- vi que era Daniela.

-Solo vine a avisarte que tu "psicóloga" ha llegado- no entendí por qué hizo así, iba a salir pero la detuve.

-Espera ¿Por qué lo dices así?-

-Porque la mujer que está ahí abajo parece una modelo de revista y no una psicóloga- dijo furiosa.

-¿Y según tú cómo debería ser una psicóloga entonces?- me crucé de brazos, aún no conocía a la mujer pero para que Daniela esté así debe ser realmente guapa.

-Como sea menos así- no pude aguantar y me reí, ella me vio serie y me dio un buen golpe en el hombro.

-¡Auch! Eso dolió-

-Solo ten en cuenta que en esta casa está tu hija así que limítate a no hacer cochinadas, sé que nuestro matrimonio no te importa así que al menos respeta a Anto- no me dejó responder porque se fue, escuché que cerró la puerta de su habitación y me quedé confundida. ¿Tan guapa será? No esperé mas y bajé.

Cuando llegué a la sala me di cuenta del por qué se puso así, esta mujer realmente parecía una barbie, aunque en realidad todas las mujeres lo son.

-Buenas tardes- saludé y ella se puso de pie.

-Buenas tardes, Leticia Catalán- me extendió su mano.

-Encantada, María José Garzón-

-Sabes cuando escuché que eras tú me emocioné bastante- vaya sinceridad.

-¿Así? ¿Por qué?-

-Mi madre siempre hablaba de tu familia, era fiel admiradora de tus papás-

-¿Los conoció?- pregunté realmente confundida.

-Sí, Marta y Juan Carlos fueron amigos cercanos de ella, pero luego dijo que él murió y que decían que Oscar su hermano había tomado su lugar, desde entonces ella no supo más de tu mamás hasta que... -

-Murió- completé su oración.

-Exacto, y bueno ella con Oscar nunca se llevó bien así que nunca te vio a ti, solo me hablaba de ti-

-Wow nunca había conocido a alguien que me hablara de ellos de esa manera-

-Algún día tienes que conocer a mi mamá, estoy segura estará feliz de conocerte-

-Bueno pues para eso tenemos que esperar dos años, a menos que ella venga-

-Sí, me enteré de eso por las noticias ¿Prisión domiciliar me imagino?- asentí -Pero en este lugar no te puedes aburrir mucho, digo, es un gran espacio, tienes playa privada, la empresa en el mismo lugar- sonreí.

-La verdad que sí, no me puedo quejar por eso-

-Y a tu familia- la vi curiosa -Me imagino que la señorita que me abrió la puerta es tu mujer-

-Bueno precisamente por eso es que necesito terapia, mi relación con Daniela es... un poco rara la verdad, en realidad nuestra historia es rara- dije y ella sonrió.

-¿Empezamos entonces?-

-Sí, pero vamos al despacho- la guié, me dio bastante confianza la verdad, su personalidad es bonita, tiene una energía agradable.

Empecé a contarle todo, desde cómo me sentía con Oscar pensando en que era mi padre hasta como empezó mi historia con Daniela, me escuchó todo el tiempo y solo habló cuando ella supo era el momento, me sentí bien al mostrar mis miedos y abrir mi corazón por completo con ella, es una gran profesional que estoy segura es la indicada para poder llevar mi caso.

Calle MelodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora