«Cada que la veo, no puedo evitar pensar
en que la estoy traicionando, sin poderme controlar. Cada vez que nuestras miradas se cruzan, sin demora, mi cuerpo se llena de deseo, y el pecado valora »
Nadie sospechaba que lo que nuestra reputación arrui...
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Deva Selwyn
Muy probablemente esté exagerando o estoy demasiado enojada, pero puedo jurar que hasta el simple hecho de escuchar su respiración por el eco me hacía enfurecer. ¿No podía respirar sin hacer ruido?
—Puedes callarte.
Malfoy me miró confundido.
—Pero no estoy hablando, ridícula.
—Respiras muy fuerte, tarado.
Jadeó ofendido y molesto. Sé que estaba siendo muy ridícula, pero él no tenía derecho a llamarme de esa forma.
—¿Y qué?, ¿Quieres que deje de respirar?
—Sí—Rodé los ojos y susurré pensando que no me escucharía—Le harías un favor a la humanidad.
Él me escuchó, pero antes de que pudiera responderme, el tren frenó. Ya habíamos llegado. ¡Por fin, ya no tendré que aguantar al ridículo ese!
Me puse de pie y me asomé por el vagón, pero para mi desgracia, estaban dando preferencia a los de primer año, haciéndolos salir del tren primero.
Retrocedí sin mirar atrás y me senté... ¡en el regazo de Malfoy! De un brinco me puse de pie para sentarme al lado. Miré por la ventana para esquivar la mirada de Malfoy. Me vi en mi reflejo y estaba roja como un tomate de la vergüenza.
Podía escuchar cómo Zabini se reía porque, al parecer, no lograba aguantar la risa. ¿Y saben qué más vi por el reflejo? Malfoy también se estaba riendo.
—Si quieres sentarte ahí, solo tienes que pedirlo, Selwyn—Comenzó a palmear su regazo mientras lo decía.
No fui capaz de voltear a verlo. Estaba demasiado roja y sabía que probablemente se burlaría.
[...]
Estábamos todos en camino al gran comedor, algo apurados porque teníamos que llegar antes que los de primer año para darles la bienvenida. Los primeros años son tiernos, pero después de unos años, ya cansa.
Vi a unas chicas de Gryffindor que salían del gran comedor.
—Mira la zorra que se acostó con Malfoy—Dijo una mientras chocaba su hombro con el mío, claramente a propósito.
Lo que me faltaba: más gente opinando sobre un rumor que era mentira y llamándome zorra.
—¿Cuál es su maldito problema?—Pregunté.
Ellas solo rieron y se fueron. Normalmente iría a buscarlas y pelearía, pero ya estaba cansada de discutir. Lo único que quería era comer e irme a dormir.
—¿Por qué no te defendiste?—Me preguntó Pansy mientras ponía su mano en mi hombro.
—No valen la pena—Dije suspirando—pero si vuelvo a escucharlas, las tomaré del pelo y las restregaré en el suelo.
Pansy rió.
—Esa es mi amiga.
Entramos al gran comedor y Malfoy ya estaba allí. Pansy me obligó a sentarme cerca de él, ya que Zabini quería conversar con su amigo. Malfoy se dio cuenta de que Parkinson y Zabini se sentaron, pero no notó que yo también lo hice.
—Y Draco, ¿es verdad que te acostaste con Selwyn en vacaciones?—Le preguntó el chico que estaba sentado frente a él.
Y el maldito Malfoy no hizo nada más que reír. No lo negó, literalmente solo empezó a reír y tomó un trago de su vaso de asqueroso jugo de calabaza.
Miré a Pansy y ella me miró de la misma manera. Con solo darnos una mirada, sabíamos que nos preguntamos lo mismo. ¿Por qué no dijo la verdad?
Pansy le hizo una señal a Zabini, el cual estaba sorprendido pero no tanto como nosotras. Este se aclaró la garganta, llamando la atención de Malfoy, el cual volteó a verlo. Zabini movió su cabeza en mi dirección para que notara mi presencia, pero Malfoy solo se encogió de hombros.
El chico que estaba enfrente de Malfoy, por desgracia, también notó mi presencia.
—Y cuéntanos, Selwyn, ¿cómo es Malfoy en la cama?—Dijo riendo.
Estaba a punto de decir la verdad y aclarar que nunca me acosté con Malfoy, pero algo hizo clic en mi cabeza. ¿Por qué no aprovechaba que Malfoy no negaba haberse acostado conmigo? Si le mentía a todo el mundo, ¿por qué yo no podía hacerlo?
—Horroroso, no sabe moverse—Pude ver cómo la expresión de Draco cambiaba—Y para rematar, es muy pero muy pequeño.
Todos los que estaban a mi alrededor comenzaron a reírse, y pude gozar de mi victoria solo viendo la expresión de Draco.
—¿Y eso? Pensé que no se habían acostado—Susurró Pansy.
—Obvio no me acosté con él. Qué asco, pero él no se esfuerza en decir la verdad, así que ¿por qué no aprovecharme de eso?
Pansy sonrió y me chocó los cinco.
—Esa es mi chica.
[...]
Por Merlín, lo único que quería era ir a mi habitación y dormir. La cena hoy fue demasiado cansada. No podíamos comer hasta que todos los de primer año hayan sido seleccionados en sus respectivas casas. Vine a comer, no a saber en qué casa quedaban los de primer año. Sé que parece lo contrario, pero no tengo nada en contra de los de primero. Solo que no me interesa saber en qué casa quedaron. Yo quiero alimentarme.
Alguien me tomó del brazo y me jalo a un pasillo oscuro. Al parecer, mi día había llegado.
