Intensity
Deva Selwyn
Intenté tener la mínima interacción con él en esa clase, pero era imposible; me hacía las preguntas más idiotas solo para hablarme.
—¿Pero si estoy tomando bien la bola?
Juré que tenía ganas de darle un puñetazo en medio de toda su cara.
—Sí, Malfoy. Por décima vez, si estás tomando la bendita bola bien—Al parecer, al rubio esto le dio gracia y comenzó a reír—¿Algo más?
—Al parecer, Malfoy quiere repetir—Gritó un chico en la parte de atrás del salón cuando la profesora Trelawney salió por más bolas de adivinación.
Malfoy volteó a ver quién había gritado aquello, pero como lo tumbaron de pequeño y al parecer quedó algo mal de la cabeza, comenzó a reírse junto con el grupo de amigos de aquel chico.
—¿Qué te pasa?—Susurré mientras me acercaba un poco para que nadie más me escuchara—Ya me enteré de que les mientes a todos diciendo que nos acostamos varias veces en vacaciones.
Él giró su rostro para guiñarme el ojo.
—Te lo advertí, Selwyn—Soltó una pequeña risa nasal - Además, es entretenido hacerte enojar.
—Eres un idiota.
—Hey, no seas grosera. Tú también estuviste inventando cosas sobre mí—Su mirada era seria y algo intimidante—Y eso dañó mucho más mi reputación que lo que yo he llegado a dañar la tuya.
Estaba muy equivocado si creía que podía intimidarme; estabas demasiado equivocado, Malfoy.
—Pues yo solo me estoy defendiendo de que tú sigas propagando el maldito rumor—Sin darme cuenta, estaba elevando mi tono de voz.
—A ver, tú supusiste eso. Simplemente porque me mencionaron el tema y me reí—Él también estaba comenzando a gritar.
—Claro, ahora eres la víctima.
—Ambos somos víctimas de este estúpido rumor.
—Entonces, ¿Por qué lo sigues alimentando?
—¡Tú también lo haces!
—¡Esto es el colmo!—El profesor Snape gritó, interrumpiendo nuestra corta discusión. Al parecer, había ayudado a la profesora Trelawney a traer las bolas de adivinación—Ambos tendrán detención.
—¡¿Qué?!, ¿Por qué ambos y no solo ella? Si ella comenzó.
—Ambos discutían cuando llegué, así que ambos tendrán detención.
Dios, ahora tendría que aguantar al ridículo de Malfoy en detención. Intentó salvarse de eso y que solo fuera yo.
Miré alrededor; todos habían escuchado la discusión. ¿Había algo positivo en eso? De hecho, sí. Ahora todos sabían la verdad. Todos sabían que nunca he tenido sexo con Malfoy.
—Dios, esto es tan injusto—Rodé los ojos. ¡Qué ridículo era!
—¿Y qué harás?, ¿avisarle a tu papi?—Juré que jamás había visto a Malfoy tan molesto. Estoy tan orgullosa de mí misma.
Malfoy apretó los puños; estaba a punto de abrir la boca y soltar mierda, o sea, iba a hacer lo único que sabe hacer al parecer. El profesor Snape lo interrumpió.
—Profesora Trelawney, si yo fuera usted, los separaría por el resto de la clase.
—Sí, no se preocupe, eso haré.
Sentí la confusión en la mirada de Malfoy. ¿Él no quería cambiar de lugar y separarse de mí?
—Señor Zabini, cambie de lugar con la señorita Selwyn—Dice la profesora Trelawney.
Me pongo de pie y me siento al lado de Pansy, donde antes se encontraba sentado Zabini.
—Me separaste del amor de mi vida—Me dijo Pansy, fingiendo llorar dramáticamente.
—Los espero después de clases en el salón de pociones para su castigo—Miro fijamente a Malfoy—Ambos, señor Malfoy.
—Detesto a Malfoy—apoyé mi cabeza en la mesa.
—Ya me di cuenta—soltó una sutil risa—Le reclamaste por lo que dijo?
—Sí, por eso empezamos a discutir.
Pansy suspiró—¿Y cuándo dejarán de discutir cada que se ven?
—Nunca—estaba segura de aquello.
Pansy tomó su bola y comenzó a hacer lo que la maestra Trelawney indicaba.
—¿No quieres ver tu futuro?—Su tono era un intento de sonar aterrador por alguna extraña razón—O lo que sea que se supone que estamos haciendo.
—No tengo ganas—Dije sin levantar mi cabeza de la mesa.
—Sabes que él creerá que su discusión te afectó mucho, ¿no?—Rápidamente me senté firme y Pansy me pasó la bola.
Comencé a frotarla sin muchas ganas.
—Cariño hazlo con pasión si quieres que funcione—Lo sentí como un regaño de parte de la maestra Trelawney.
—Frota la bola como si fuera el pene de Malfoy—Grito algún idiota de Slytherin.
Pansy le mostró el dedo del medio. Estaba dejando de lado la bola de cristal; no pensaba seguir con esta ridiculez, pero la maestra Trelawney tomó mis manos y las colocó sobre la bola mientras me guiaba sobre cómo hacerlo.
El humo dentro de la bola de cristal comenzó a dispersarse un poco y en medio se comenzó a ver algo
Dentro de la bola estaba Malfoy conmigo en un lugar oscuro no llega a reconocer si se trataba de un salón o una habitación. Malfoy se acercaba a mi oreja y comenzaba a susúrrame algo mientras desabotonaba mi camisa yo le sonreía. Antes de quitarme la camisa me tomo de las caderas y me subió a una mesa eso aclaro mi duda era un salón, sus manos se encontraban en mis muslo y comenzaban a meterse lentamente dentro de mi falda.
Quité mis manos de la bola y la empujé lejos, quebrándose. La maestra Trelawney me veía algo sorprendida. Mierda, ella también lo había visto.
La maestra Trelawney aclaró su garganta.
—¿Bien, alguien más necesita ayuda?
Estaba roja; si ponían un tomate a mi lado, fácilmente nos confundían por gemelos. Volteé a ver a Malfoy; este me miraba riendo. Se estaba burlando de mí. Si tan solo hubiera visto lo que yo vi, estaría exactamente igual.
—Devi, ¿qué viste?
-¿Yo?—Pregunté señalándome con el dedo.
—Sí, Deva, tú.
—No, nada—Era obvio el nerviosismo en mi tono de voz.
—Entonces, si no era nada, ¿por qué tiraste la bola de cristal?
—¿Qué? ¿Qué bola?
—Esa—Apuntó con el dedo a los pedazos de cristal esparcidos por el suelo.
—Aah, esa bola—Estaba fingiendo demencia por si en algún punto dudaron—Se le subió una araña enorme.
Si una araña llamada acabo de ver como estaba apunto de coger con Malfoy.
———
★★★
Hello Lindas.
No tengo ni la menor idea de como funciona una bola de cristal así que si lo explique del ojete es por eso, no juzguen.
No se olviden de votar y dejar sus opiniones.-T.
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Intensity | Draco M.✔️
Fanfic«Cada que la veo, no puedo evitar pensar en que la estoy traicionando, sin poderme controlar. Cada vez que nuestras miradas se cruzan, sin demora, mi cuerpo se llena de deseo, y el pecado valora » Nadie sospechaba que lo que nuestra reputación arrui...